En colaboración con el Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti
INTERVIENEN:
MANUEL ALCÁNTARA SÁEZ. Catedrático de Ciencia Política y director del Instituto de Estudios de Iberoamérica y Portugal de la Universidad de Salamanca
DANIEL CAMACHO. Catedrático de la Universidad de Costa Rica y fundador del Instituto de Investigaciones Sociales de la citada Universidad
CARLOS M. VILAS. Presidente del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE)
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
LA DESIGUALDAD SOCIAL AMENAZA LA DEMOCRACIA EN LATINOAMÉRICA
J. M. P.
El mayor
peligro
para la consolidación
del sistema
democrático
en los países
de América Latina es el incremento
de la desigualdad social,
que hace que sean sociedades
menos homogéneas que las de
África y otras zonas del Tercer
Mundo.
Esta es la principal conclusión
de los tres profesores que intervinieron
en la mesa redonda celebrada
el pasado jueves por la tarde,
en el salón Albufereta del hotel
Meliá-Alicante, por el Club
INFORMACION.
Bajo el título «Democracia,
ciudadanía y desigualdad social
en América Latina» participaron
en la mesa redonda, organizada
en colaboración con el Centro de
Estudios Mario Benedetti de la
Universidad de Alicante, el argentino
Carlos M. Vilas, el costarriquense
Daniel Camacho y el
español Manuel Alcántara Sáez.
Carlos M. Vilas, presidente del
Instituto Argentino para el Desarrollo
Económico y director nacional
de Capacitación del Instituto
de Administraciones Públicas,
destacó en sus palabras que
tras el debate abierto en los años
80, hoy hay una vigencia amplia
y efectiva en Latinoamérica del
sistema electoral democrático y,
en forma menos nítida, de la garantía
de los derechos ciudadanos.
«Ahora -añadió- estamos en los
llamados derechos de tercera generación,
donde se explicita el carácter
sobredimensional de la democracia
con las demandas específicas
de un amplio arco de organizaciones
sociales: medioambientales,
de género, juventud,
niñez, consumidores, colectivos
discriminados, etc. Muchos de
estas demandas se están recogiendo
en textos constitucionales,
pero se producen en un momento
en que las capacidades de
los Estados se retraen, por la crisis
económica y las políticas de
ajuste neoliberales impuestas
desde organismos internacionales
como el Fondo Monetario
(FMI). Esto produce un primer
foco de tensiones».
Para el doctor argentino en Derecho
y Ciencias Sociales, «el nivel
de desigualdades sociales es
tan marcado, está tan polarizado,
que las instituciones políticas se
ven incapaces de equilibrar estas
tensiones. El carácter acumulativo
de la desigualdad, mayor que
en zonas de África y del Tercer
Mundo, con sociedades más homogéneas,
impacta en la calidad
de nuestros sistemas políticos y
cuestiona la calidad de la democracia
en América Latina».
Fractura de la sociedad
Daniel Camacho, catedrático en
la Universidad de Costa Rica y
director de su revista de Ciencias
Sociales, inició su intervención
destacando las dinámicas variadas
en un territorio tan amplio y
con 500 millones de habitantes.
Apuntó algunos de los rasgos de
la investigación que está desarrollando
sobre la transformación
profunda de la sociedad latinoamericana
«en un momento sin
convulsiones bélicas. Una coyuntura,
tras un proceso tan amplio
de transición de las dictaduras a
la democracia, que puede tener
enormes consecuencias para el
futuro de la región».
Para este sociólogo, las tensiones
se están generando entre la
democracia formal y la participativa
-con una nueva dimensión
de los movimientos sociales- y
entre las decisiones estratégicas
en el mundo global frente a las
reivindicaciones territoriales o
sectoriales. «Al nuevo director
del FMI no lo hemos votado nosotros,
pero sus decisiones serán
claves para nuestros países», dijo.
Tras destacar que el último informe
de la CEPAL resalta que
donde las reformas neoliberales
fueron «más de choque» se han
incrementado las desigualdades
sociales, «frente a reformas más
cautas, como en Costa Rica, con
más éxito al verse amortiguadas
por movimientos de resistencia
social», incidió, al igual que Vilas,
en los problemas sociales: «el
30% de los habitantes de América
Latina malviven por debajo del
umbral de la pobreza. En Honduras,
el 59% de la población tiene
de ingreso un dólar diario
(175 pesetas). Estamos no ante
una sociedad dual, como se habla
en Europa, sino ante una fractura
de la sociedad. Estas tensiones
sociales, en democracias en construcción,
ponen en peligro la gobernabilidad
y el sistema democrático
», concluyó.
Las crisis de los partidos
El español Manuel Alcántara
Sáez, catedrático de Ciencia Política
y director del Instituto de
Estudios de Iberoamérica y
Portugal de la Universidad de
Salamanca, analizó la situación
de los partidos «cuyas crisis
atraviesan las tres ideas de la
mesa redonda: democracia, ciudadanía
y desigualdad social».
En su opinión, los partidos
tienen serios problemas por la
superposición de las rupturas
sociales, están debilitados frente
a los grupos de presión, tienden
a corporizarse o atomizarse,
están por debajo de la opinión
pública como actores sociales,
abandonan el concepto
de ciudadanía al no incorporar
las nuevas demandas, carecen
de propuestas globales sobre la
sociedad deseable y pierden
centralidad en la vida política.