Charla-coloquio
INTERVIENE:
MANUEL PIMENTEL SILES. Copresidente del Grupo DETEA. Autor de la novela «Monteluz». Ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.
PRESENTA:
GERARDO MUÑOZ. Escritor.
«MONTELUZ». UNA CIUDAD ENTRE LA ESPERANZA Y EL MIEDO
El descubrimiento del amor, el impulso solidario y la pasión por el saber conviven en «Monteluz» con la especulación urbanística, las ambiciones políticas y el choque cultural.
Marcelo Sitges debe realizar un sencillo trabajo literario. Pero literatura y vida, pasión y misterio se van mezclando para trenzar un apasionante retrato de la sociedad española.
MANUEL PIMENTEL
Manuel Pimentel es actualmente Copresidente del Grupo DETEA, que centra su actividad en el Desarrolo de Tecnologías Aplicadas en los sectores de la ingeniería y construcción, de las energías renovables, del ocio y de la agricultura, a través de cuatro líneas de negocios:
– DETEA: diseño, ingeniería y construcción de edificaciones industriales y obra civil, así como de instalaciones especiales y mantenimiento a través de su filial DITECSA.
– BECOSA: diseño, instalación y explotación de plantas de generación eléctrica a partir de energías renovables y de la valorización de residuos.
– COMMERCIA: diseño, construcción y explotación de complejos comerciales y de ocio, así como de instalaciones industriales y fabriles a través de su filial UBBICALIA.
– GRUPO FITAGRO: investigación, desarrollo y comercialización de productos fitosanitarios, a través de su filial FITAGRO, y gestión y administración de fincas, a través de su filial AGGRARIA.
TRAYECTORIA POLÍTICA
– Diputado en el Parlamento de Andalucía en dos legislaturas y Portavoz Económico.
– Secretario General del Partido Popular en Sevilla y Andalucía (1990-1994).
– Secretario General de Empleo (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales) Mayo de 1996-Enero 1999.
– Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales desde enero de 1999 a febrero de 2000.
MANUEL PIMENTEL HABLA DE INMIGRACIÓN Y POBREZA EN SU NOVELA «MONTELUZ»
El ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, presenta esta tarde, a partir de las 20 horas, en el salón de actos del Club INFORMACION, «Monteluz», su segunda novela recientemente editada por Planeta. La presentación del autor y su obra corre a cargo del escritor alicantino Gerardo Muñoz.
Sevillano, de 40 años de edad, Manuel Pimentel es ingeniero agrónomo, licenciado en Derecho y Diplomado en Alta Dirección de Empresas. Fue diputado en el Parlamento andaluz durante dos legislaturas, siendo el portavoz económico del PP, de cuyo partido fue entre 1990 y 1994 secretario general en Sevilla y Andalucía. Tras la victoria del Partido Popular en las elecciones generales de 1996 se trasladó a Madrid como secretario general de Empleo, hasta que enero de 1999 fue designado ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. En febrero de 2000, en plena discusión de la reforma de la Ley de Extranjería, dimitió de su cargo. En la actualidad es copresidente del Grupo Detea, que centra su actividad en el desarrollo de tecnologías aplicadas en los sectores de ingeniería y construcción, de las energías renovables, del ocio y la agricultura, además de presidente de la Asociación de Empresarios Cartuja-93 y miembro del Consejo Asesor de la Confederación Española de Organización de Mayores.
Tras el éxito de «Peña Laja», su primera novela, editada por Planeta el año 2000, Manuel Pimentel sitúa su segunda novela en un territorio imaginario, «Monteluz», un punto de la costa mediterránea entre Alicante y Murcia. Esa población imaginada le sirve al escritor para desarrollar una novela en la que aborda la globalización, el envejecimiento de la población, la integración de los inmigrantes, el choque cultural, la pobreza, los fundamentalismos, la especulación o el papel de movimientos sociales como las ONG?s. Pimentel, que considera a «Monteluz» un canto a la libertad y al amor a la literatura, define su libro como una obra «favor del entedimiento».
Finalizadas las intervenciones de Gerardo Muñoz y de Manuel Pimentel, el autor de «Monteluz» responderá a las preguntas que le pueda formular el público asistente.
PIMENTEL CREE QUE EL TERRORISMO DESPLAZA OTROS PROBLEMAS MUNDIALES DESDE EL 11-S
En el mundo hay muchos problemas y sólo se habla de terrorismo. Desde los atentados de Estados Unidos el panorama internacional es la prioridad, pero es un debate pobre, miope y desconocido de la realidad. Y la novela habla de esto». Es la visión que del momento que vivimos tiene el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, que el martes presentó en el Club INFORMACION su segundo libro, «Monteluz», una obra «con luces y sombras, pasiones y desengaños» que se sitúa en una población imaginaria de la costa mediterránea entre Alicante y Murcia. Una población que cambia muy rápido, en la que conviven personajes tan variopintos como una eurodiputada, un inmigrante, un anarquista que odia las ONGs, un sociólogo estadounidense o un alcalde caciquista, y que culmina con el asesinato de un matrimonio de ancianos del que es acusado un marroquí.
Pimentel sitúa en la costa mediterránea la acción de esta novela «porque es la zona de España que más ha cambiado, cambios políticos, urbanísticos, sociales…Los pueblos mediterráneos han pasado del lagarto y la chumbera a la industria y al turismo». Y este marco le sirve para hablar de globalización, pobreza, integración de los inmigrantes y choque de civilizaciones. «Se dice que hay un antes y un después del 11-S, pero es mentira. Fue un atentado salvaje, la culminación de la maldad terrorista, pero se veía venir. Occidente ya había condenado al mundo musulmán. Yo empecé la novela mucho antes de esos acontecimientos y estaba convencido del choque de culturas».
Según Pimentel, la política y las pasiones de hoy son las misma que existían en la Grecia antigua. «Cuando cayó el bloque soviético nos quedamos sin enemigo, y Occidente necesitaba enemigos fuera de Europa. Ahí estaba el mundo musulmán, de tendencias fascistas por el integrismo que practica, pero empobrecido».
El autor de Monteluz reconoció, en el turno de preguntas del público, su temor a un retroceso en ciertos logros a causa de la persecución antiterrorista, además con el apoyo democrático de cámaras de representantes y poblaciones. «En la Edad Media se pasó de la poesía más dulce a los cantares de gesta, se cantaba a los caballeros, a la guerra. Ahora, de hablar de solidaridad se ha pasado a hablar de lucha contra el terrorismo, con lo que se abre una etapa de años de acero. A corto plazo soy pesimista, porque puede haber una involución».
Sin embargo, a medio plazo es optimista. Afirma que en el mundo están surgiendo nuevos problemas que harán que las sociedades se redefinan como el fenómeno de la inmigración, la pobreza o la protección del medio ambiente. «Las ideologías son insuficientes, aparecerán otras nuevas y los partidos afrontarán nuevos retos. Después del 11 de septiembre este debate ha quedado en sordina, pero reaparecerá». Pimentel introduce en su novela el concepto de redistribución de la riqueza «algo que no es revolucionario, porque la redistribución de renta ha sido buenísima para comunidades como Andalucía, pero también para España. Y cada día la Comunidad Valenciana recibe dinero de un sueco, de un danés…Eso es bueno para España y para Europa, eso es cohesión».
En este sentido, el ex ministro indicó que mantener el modelo de diferencias económicas crecientes en el mundo «no es ético, moral y humano ni sostenible a medio plazo» y puso como ejemplo Europa, donde «cada vez somos más viejos y tenemos que convivir con países cada vez más pobres, con más gente, cada vez más jóvenes». Añadió que en todas las épocas de la historia en que, como ahora, pocos han tenido mucho y la mayoría nada «se ha acabado fatal».
El escritor alicantino Gerardo Muñoz presentó a Pimentel e hizo una entusiasta exposición de «Monteluz» como novela de «intolerancia y realidad». Asimismo agradeció al ex ministro que aceptara presentar su libro «Ramito de yerbabuena» en el Círculo de Bellas Artes de Madrid .
«NO PIENSO VOLVER A LA POLÍTICA
Pimentel fue designado ministro de Trabajo y Asuntos Sociales en enero de 1999, y un año después, en febrero de 2000, en pleno debate de la Ley de Extranjería, dimitió. Durante el acto del Club, y a preguntas del público sobre los motivos reales de su marcha, insistió en que fue producto de su forma de entender las cosas. «Yo vivo bajo el imperio de lo subjetivo, y una noche, estando en la Alhambra, lo vi claro. Y me dije, tengo que hacer esto e hice lo que tenía que hacer. Fueron motivos personales, algo subjetivo. Es algo que se puede hacer en las democracias occidentales, no sé si fue bueno o malo pero no me importa. Hay que hacer lo que uno cree que tiene que hacer porque si no, luego te arrepientes». Y añadió rotundo «no pienso volver a la política, aunque no soy crítico porque refleja la sociedad, con sus luces y sombras. Me di cuenta de que no era un buen político».
Durante la presentación de «Monteluz», el ex ministro dijo que con sus dos novelas ha hecho realidad el sueño de escribir pese a que lo ha hecho con 40 años. Su afición a la literatura se refleja en esta obra, en la que introduce las grandes bibliotecas desaparecidas y las diez mejores obras literarias de Occidente. Volviendo a la historia que se repite, recordó que en muchas épocas estaba bien visto quemar libros. «Vi el ciclo repetido cuando en los conflictos de El Ejido un grupo de gente quemó un ejemplar de El Corán entre aplausos». Concluyó diciendo que «como epicureo que soy, espero que el lector disfrute con ella tanto como yo escribiéndola».