Entrada libre
Colabora: Editorial ANAYA
HOMENAJE A GERARDO DIEGO
Leerán poemas alumnos de los colegios:
Mora Puchol, Nuestra Señora del Remedio, Inmaculada Jesuitas
y Serra Mariola
INTERVIENEN:
ELENA DIEGO. Hija del poeta Gerardo Diego
PUREZA CANELO. Presidenta de la Fundación «Gerardo Diego»
ANTONIO VENTURA. Director de Publicaciones de Ediciones Anaya
VICTORIA POVEDA. Cantautora
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
Poesías en las que se funde sentimiento y naturaleza, donde las palabras a veces rezuman sabor a antiguo y otras escapan hacia mundos que aún no han llegado… son palabras tocadas «de la nieve de la Gracia o del fuego del Misterio»
GERARDO DIEGO
Nació en Santander en 1896. Desempeñó la cátedra de literatura del Instituto de Soria. Posteriormente se trasladó a Gijón, Santander y Madrid, donde murió en 1987. Había obtenido el Premio Nacional de Literatura en 1925 y el Cervantes en 1979, consagrando la plenitud de una vida dedicada a la poesía
Su obra se caracteriza por la variedad, abundancia de temas, géneros, orientaciones… Como él mismo ha escrito, «yo no soy responsable de que me atraigan simultáneamente tantas cosas». Y en todo muestra una extraordinaria perfección.
Variedad, gracia y perfección son los atributos con que este poeta se encarama a los puestos cimeros de nuestra lírica. El dominio absoluto de la técnica le ha permitido abarcar una gama muy extensa de temas; y, en todos, ha marcado su huella profunda.
Su capacidad de crear mundos poéticos opuestos, el distanciamiento de la realidad y la valoración de la imagen dan como resultado la culminación de su época vanguardista.
HOMENAJE A GERARDO DIEGO CON LA HIJA DEL POETA
El Club INFORMACION acoge también hoy, pero a las 18.30 horas, un homenaje al poeta Gerardo Diego en el que participarán alumnos de varios centros escolares de la ciudad de Alicante. Elena Diego, hija del poeta santanderino; la presidenta de la Fundación Gerardo Diego, Pureza Canelo; el director de publicaciones de Ediciones Anaya, Antonio Ventura, y la cantautora Victoria Poveda intervienen también en este homenaje.
Ediciones Anaya, organizadora de este acto, publicó bajo el título «Si la palmera supiera…» una antología poética de Gerardo Diego dirigida para un público juvenil a partir de los 12 años. Ilustrado por Luis de Horna, y con un prólogo de José María Bermejo, la obra recoge casi cincuenta de sus poemas. Alumnos de los colegios Mora Puchol, Nuestra Señora del Remedio, Inmaculada Jesuitas y Serra Mariola leerán sus poemas.
LOS NIÑOS RECITAN LOS VERSOS INFANTILES DE GERARDO DIEGO
J. A. G.
El reclamo de los versos abarrotó ayer de público, fundamentalmente infantil, el salón de actos del Club INFORMACION. Alumnos de los colegios Mora Puchol, Nuestra Señora del Remedio, Inmaculada Jesuitas y Serra Mariola, acompañados de sus padres y profesores, asistieron a la presentación de la antología «Si la palmera supiera…», una selección de 48 composiciones poéticas de temática infantil escritas por Gerardo Diego.
El acto contó con la lectura de poemas por parte de los propios niños y con la actuación de la cantautora Victoria Poveda, que recitó musicados algunas de las poesías del libro editado en la colección «Sopa de libros» de la editorial Anaya.
Elena Diego, hija del poeta que fuera uno de los grandes impulsores de la Generación del 27, cuya presencia estaba anunciada, no pudo acudir a la cita debido a unos problemas de salud.
La antología poética presentada, que lleva por título uno de los versos del escritor santanderino, fue seleccionada por el también poeta José María Bermejo, y está ilustrada por el prestigioso Luis de Horna.
El director del departamento de títulos infantiles de Anaya, Antonio Ventura, destacó la importancia de recuperar la poesía para la escuela. Por su parte, Pureza Canelo, directora de la Fundación Gerardo Diego, manifestó a este diario que el autor «está siendo muy estudiado y puesto al día por los historiadores», al tiempo que valoró la atención que se le está prestando actualmente a su figura como prosista y crítico literario.
Especialmente emotivo fueron los compases finales del acto, cuando unos niños desplegaron sobre el escenario una pancarta con el lema «Menos guerras y más versos», que levantó las ovaciones de un público en pie.