Entrada libre
INTERVIENE:
DR. CARLOS BELMONTE. Director del Instituto de Neurociencias, Universidad Miguel Hernández y Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Esta tarde, a las 19.45 horas, en el salón de actos del Club INFORMACION, sito en la Avenida Doctor Rico, 17 en Alicante, se inicia la Semana del Cerebro organizada por el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. La entrada es libre.
La Semana del Cerebro es una celebración de carácter mundial que tiene por objetivo acercar a los ciudadanos, con carácter divulgativo, los avances y caminos de la ciencia en relación con el funcionamiento de la mente. El Instituto de Neurociencias de la UMH viene participando en esta celebración internacional desde sus inicios. Por tercer año consecutivo lo hará en las instalaciones del Club tras el éxito de asistencia en las dos ediciones anteriores. El doctor Carlos Belmonte, director del Instituto de Neurociencias, será quien hoy abrirá el ciclo con una charla-coloquio titulada «El dolor: ¿necesidad o castigo?».
El miércoles, a las ocho de la tarde, el doctor Hugo Cabedo, del Instituto de Neurociencias, desarrollará el tema «Genes, amantes y locos». Y cierra el ciclo el jueves día 18, a las ocho de la tarde, el doctor Javier Cudeiro, director del Laboratorio de Neurociencia y Control Motor de la Universidad de A Coruña, con el tema «¿Dónde está lo que vi ayer? Un mapa del cerebro para la memoria» que realizará un viaje a lo largo de los principales eventos científicos que nos han permitido desbrozar los entresijos de la memoria.
Todas las charlas, apoyadas por medios audiovisuales, tienen interés tanto para profesionales y estudiantes como para el público en general.
Carlos Belmonte afirma que la ciencia del cerebro es la que más retos éticos plantea
R. A. FRAILE
El investigador y director del Instituto de Neurociencias de Alicante, Carlos Belmonte, asegura que la investigación del cerebro es la que más retos éticos va a plantear teniendo en cuenta que «va siendo obvio que la ciencia -que se encuentra en la frontera de la ética- puede manipular al cerebro, en el mejor sentido de la palabra». Al respecto, este experto alicantino en el conocimiento e investigación del sistema nervioso considera que «en la medida que se va conociendo que una parte del cerebro está muy condicionada por las bases que ha establecido la genética y sabiendo que estas conexiones, a priori, pueden originar que una persona tenga predisposición a cometer actos socialmente reprobables se podrá influir en estos comportamientos».
«Los grandes problemas y las grandes ventajas van a venir de la ciencia», afirma Belmonte que insiste, sin embargo, en que una vez que se detecten los problemas éticos la dificultad estará en cómo modificarlos. Puso como ejemplo la investigación con células madre y los límites que existen en la actualidad respecto a la utilización de unas células para salvar a otras.
Concienciar a la sociedad de la importancia que tiene el cerebro y entender no sólo sus enfermedades sino cómo condiciona nuestra vida es el objetivo de los especialistas que participan desde el martes en la Semana del Cerebro, un evento científico organizado por el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández -dependiente del Centro de Investigaciones Científicas- que acoge desde el martes, y hasta mañana, el Club INFORMACION por cuarto año consecutivo.
Mejorar conductas
Para el profesor Belmonte la mayoría de los problemas están derivados de cómo actúa el cerebro. Establecer, por ejemplo, cuáles son las causas que conducen a alguien a conductas anormales como el consumo de drogas o a cometer actos de violencia doméstica son algunas de las incógnitas que se pueden llegar a resolver investigando el cerebro. A juicio de Belmonte, «se abren unas posibilidades extraordinarias de mejorar nuestras conductas y relaciones».
El profesor alicantino fue el encargado de inaugurar la semana científica con una charla-coloquio titulada «El dolor: ¿necesidad o castigo?» en la que dio una visión de cómo se produce el dolor y la importancia que se le concede desde el punto de vista social.
En las conclusiones, Belmonte destacó que aunque las señales del dolor se transmitan con la misma intensidad a todos los individuos la percepción varía en función de la persona. «Todos recibimos la misma sensación de dolor con un pinchazo pero la percepción de cada uno varía», aseguró Belmonte tras insistir en que la tolerancia del dolor es cada vez menor. No en vano comentó que en España la venta de analgésicos contra cualquier manifestación de dolor supera los 2.500 millones de euros anuales y que el consumo de estos fármacos se incrementa a un ritmo de un 20% cada año.
Aseguró que en la lucha contra el dolor se han producido avances muy importantes y explicó que uno de los más conocidos es el neuropático que se produce cuando el propio sistema encargado del dolor funciona mal.
El profesor Belmonte destacó el fin de las obras de construcción de la sede del Instituto de Neurociencias, dentro del campus que la Universidad Miguel Hernández de Elche tiene en San Juan.
En este centro, dependiente del Centro de Investigaciones Científicas, se están llevando a cabo numerosas investigaciones en el campo de la neurología que, en opinión de Belmonte, «van a traer consigo grandes beneficios para la sociedad». Asegura que en la actualidad es, sin duda, el mayor centro de neurociencias que existe en España.
