SEMINARIO EUROPEO
«Locura y razón en la actualidad»
Proyección del documental sobre la institución dirigida por Maud Mannoni desde los años 60: «Vivir en Bonneuil», de Guy Seligmann
Organizan: Centro Ocupacional «El Molinet» de Monóvar y Análisis Freudiano
INTERVIENEN:
ROQUE HERNÁNDEZ NÚÑEZ DE ARENAS. Psicoanalista. Director del Centro Ocupacional «El Molinet» (Centro de Orientación Social, laboral y de Clínica Psicoanalista)
PAULINA MACÍAS. Psicóloga clínica y psicoanalista. Viene desde París donde lleva trabajando 30 años en Bonneuil
ESPERANZA GIMÉNEZ. Psicóloga clínica
La investigación teórico-práctica de la psicosis infantil, el autismo y en
general los graves problemas de la infancia y la adolescencia, perdió en
1998 a una de sus practicantes más relevantes de los últimos tiempos. La
escuela experimental de Bonneuil que fundó en sep-tiembre de 1969 sigue
siendo hoy día un referente importante en el estudio de estos problemas que
en nuestro país toman carta de presentación a partir de los años setenta.
El Centro Ocupacional «El Molinet», situado en Monóvar y patrocinado por
la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó y la Consellería de
Bienestar Social, trabaja desde el año 1988 con jóvenes con dificultades de
la Comarca del Vinalopó y ha seguido de cerca la experiencia de Bonneuil
cuyos aportes teórico-prácticos ha incorporado a su propia investigación.
El Club INFORMACION colabora en el desarrollo del Seminario Europeo «Locura y Razón en la actualidad», dentro de cuyo marco hoy, 14 de enero, a las 19 horas será proyectado en su salón de actos el film de Guy Seligmann titulado «Vivir en Bonneuil», documento histórico que da cuenta de los comienzos de esta experiencia que os invitamos a conocer.
La psicoanalista francesa, Maud Mannoni, fallecida en marzo de 1998,
pertenecía a la tercera generación de psicoanalistas franceses. Casada con
el también psicoanalista y escritor Octave Mannoni, participó junto a J.
Lacan en la formación de la Escuela Freudiana de París, con quien se analizó
y realizó el seguimiento de sus casos.
Su vida y su obra han estado marcadas por el encuentro con los niños y
adolescentes con graves problemas psíquicos. Sus propias dificultades en la
infancia, según relata en diversos textos, le llevaron a plantearse
preguntas fundamentales sobre los traumatismos asociados a situaciones de
ruptura y separación, y sobre el modo como ayudar a sujeto psicótico a
salir de los callejones sin salida en los que se pierde.
«La experiencia del traumatismo de la separación me enseñó que para el
sujeto existe una manera de sobrevivir a la infelicidad tornándose
insensible a los hechos que lo perturban. Lo que se repite en las defensas
que el sujeto desarrolla es una voluntad de perder la verdad del hecho
inicial».
Durante la guerra, estar en análisis le ayudó a trabajar en el servicio
psiquiátrico para adultos del hospital Brugman y más tarde en un servicio
psiquiatrico para niños y adolescentes en Anveres (Bélgica), con quienes
fundó un grupo de teatro y realizó otras actividades fuera de los muros del
hospital.
Siendo miembro de la Sociedad Belga de Psicoanálisis en 1948 y un año más
tarde de la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA), se instaló en
París donde, según cuenta, un impulso repetitivo le llevó de nuevo a
trabajar en los hospitales. Trabajó en Ville-Evrard y se formó junto a
François Dolto en el Hospital Trousseau en lo que fueron las primeras
experiencias de psicotera-pia psicoanalítica en los Servicios médico
pedagógicos destinados a niños con problemas. Hemos de recordar que el
interés por los problemas de la psicosis infantil es posterior a los años 30
y que las instituciones especializadas no aparecen en Europa hasta los años
60.
En octubre de 1967 organizó un congreso internacional sobre la psicosis en
el que figuraban como ponentes entre otros, Jacques Lacan, Ronald Laing,
Donald W. Winnicott, SamiAli, Rosine y Robert Lefort, P. Martín, Ginette
Rimbault, etcétera. Según ella comenta fue un debate sobre la escucha de la
locura donde hubo aportaciones diversas desde el psicoanálisis francés
cercano a J. Lacan, y el psicoanálisis y la antipsiquiatría ingleses. De
hecho M. Mannoni estuvo un tiempo articulando su experiencia en Francia con
sus encuentros en Inglaterra en el Hospital Kingsley Hall y los
intercambios con D.W. Winnicott que dejaron una huella en su trabajo
posterior.
BONNEUIL: UNA INSTITUCIÓN ESTALLADA
En septiembre de 1969 Maud Mannoni funda un Centro de estudios y de
investigaciones Pedagógicas y Psicoanalíticas que se dio como misión
principal la creación de una Escuela Experimental en Bonneuil-Sur-Marne
en colaboración con el analista Robert Lefort, lugar de acogida para niños y
adolescentes con graves problemas, que toma como referente principal la
clínica psicoanalítica pero se inspira en parte en la antipsiquiatría
inglesa y en otras aportaciones como las de Makarenco y Celestin Freinet.
Ante el peligro de que la política de cuidados se limite a la
institucionalización de la locura, M. Mannoni propone el concepto de
institución estallada.
«la noción de institución estallada que hemos introducido, intenta sacar provecho de todos los hechos insólitos que surjan, siendo que lo insólito es por el contrario, lo que se suele reprimir… el marco de la institución ofrece en el fondo de la permanencia, aberturas hacia el exterior, brechas de todo tipo. Lo que permanece es un lugar de repliegue pero la vida esencial transcurre en otros lugares: en un trabajo o en un proyecto en el exterior. Mediante esta oscilación de un lugar a otro, puede surgir un
sujeto que se pregunte por lo que quiere».
Esta noción, lejos de ser simple ha de ser entendida teniendo en cuenta los
registros de lo real, lo simbólico y lo imaginario. Robert Lefort se
pronuncia al respecto:
«Una institución es como una persona que se nutre de la gente que le es
confiada. La institución adquiere, en la práctica, una posición de
omnipotencia; se comporta como una madre de psicótico y el sujeto no puede
apartarse de ella en ningún momento sin correr el riesgo de estallar. Una
institución que pretenda ser distinta es la que, para producir un cierto
contrapeso, asume el estallido y permite al sujeto situarse al nivel de la
palabra, con posibilidad de separarse, de apartarse de la institución, sin
que por este motivo la institución se tambalee o le pida cuentas. El corte
(con la institución), es un fenómeno simbólico que permite el advenimiento
del sujeto y hacerse reconocer por el otro como sujeto (…). Esto es lo
que las institu-ciones en general están poco inclinadas a hacer, por la
sencilla razón de que se presentan como el bien de los sujetos que, por
ello, pierden inmediatamente la palabra».
En Bonneuil no nos encontramos con el estamento médico-psicológico, no hay
psicoterapias, ni una estructuración jerárquica de las figuras
profesionales. Los «adultos» acompañan a los sujetos, niños y
adolescentes, en un trayecto de vida que se construye entre un «afuera»
de la institución (estancias en familia de acogida, trabajo en el exterior,
psicoanálisis personal, etcétera) y un «adentro» (la escuela), donde se da la
posibilidad de hacer un vinculo con el otro a través de la palabra o el
cuerpo. Los estudiantes y profesionales que de modo voluntario hemos
participado en Bonneuil, efectuando estancias de trabajo, hemos tenido la
oportunidad de transmitir algo de nuestra idiosincrasia y dejarnos
interpelar por los niños y adolescentes psicóticos en los talleres de
pintura, teatro, música, etcétera, o en actos de la vida cotidiana.
La debilidad mental cuestionada
M. Mannoni denunció el peligro de la nosografía médico-psicológica,
utilizada para la creación de estructuras institucionales de cuidados donde
se administra la locura pero no se la escucha. Su propuesta apunta a
tomarse el tiempo de escuchar al niño con problemas, más allá de la
organicidad en juego, tomando en cuenta a posteriori el diagnóstico para
orientar el trabajo clínico, pero cuidando que no se utilice para justificar
un recha-zo. Propone siguiendo a Freud, aprender del paciente y recuerda
que la teoría es una ficción que surge de la práctica.
«Lo que me plantea un problema es la muy grande diversidad de éxito escolar
y social en estos niños de Cociente de inteligencia insuficiente: que
algunos logren un certificado de estudios primarios con un cociente de 65,
en tanto otros con un cociente de 80 tengan dificultades para su
calificación en el plano profesional. Uno no puede dejar de sorprenderse por
la diversidad de casos que se nos presentan. El contexto afectivo del que
la debilidad mental ha surgido ha sido descuidado durante años, en
beneficio de una orientación basada estrictamente en un factor cuantitativo
deficiente. La gravedad del desorden psicomotor de estos niños es también ,
en ocasiones, función de la relación fantasmática del sujeto con la madre y
con su propio cuerpo (…). He llegado a cuestionar la noción de debilidad
mental. He sido inducida a buscar el sentido que puede tener la debilidad
mental para la familia, en especial para la madre; a comprender que el niño
asigna él mismo, en forma inconsciente, a la debilidad, un sentido impuesto
por aquel que le dan sus padres (…). Mostraba cómo una enfermedad ,
aunque sea totalmente orgánica, puede adoptar una función en el otro (padre,
o cuidador), verse conferir un estatuto que ocasionar una alienación
suplementaria del discapacitado. De este modo, se puede crear una
situación en la que los padres, reeducadores, médicos, lejos de tratar de
entender al niño como sujeto que desea, lo integran en diversos sistemas de
recuperación, como objeto de cuidados, robándole toda palabra
personal…».
M. Mannoni nos muestra finalmente, como tras lo que parece una debilidad
mental, nos podemos encontrar con una evolución psicótica, perversa o con
un equivalente psicosomático, cuestiones estas que no debemos desconocer en
el tratamiento, señalando además que el trata-miento del débil mental
comienza por su familia.
Su obra
La obra de M. Mannoni constituye un material importante para quien se
acerque a las cuestiones planteadas por los problemas de la primera infancia
y la adolescencia. La mayoría de sus obras publica-das desde los años
sesenta, se han traducido al castellano. En sus últimas obras aborda los
problemas sobre la vejez y la muerte, la femineidad y la creatividad.
Textos publicados:
– El niño retardado y su madre (Seuil, 1964) (Paidos)
– La primera entrevista con el psicoanalista (Gonthier, Genève, 1965)
(Gedisa)
– El niño, su enfermedad y los otros (Seuil, 1967)
– Psicosis infantil. Ed Nueva Visión. (1967)
– El psiquiatra, su “loco” y el psicoanálisis (Seuil,1970)(Siglo XXI)
– Educación imposible (Seuil, 1973) (Siglo XXI)
– Un lugar para vivir (Seuil, 1976) (Ed. Crítica- Grijalbo)
– Secrète enfance, con Guy Seligman (Epi, 1979)
– La teoría como ficción (Seuil 1979)
– De un imposible al Otro (Seuil, 1982) (Paidos)
– El síntoma y el saber (Seuil, 1983) (Gedisa)
– Un saber que no se sabe (Danoël, 1985) (Gedisa).
– Bonneuil , seize ans après (Denoël, 1986)
– De la pasión del ser a la locura de saber (Denoël, 1988) (Paidos)
– Las palabras tienen peso, están vivas (Denoël, 1988)
– Lo que falta a la verdad para ser dicha, autobiografía (Denoël,1988)
– Lo nombrado y lo innombrable, la ultima palabra en la vida (Denoël,
1991)
– Amour, haine, séparation. Renuer avec la langue perdue de l´enfance
(Denoël, 1993)
– Elles ne savent pas ce qu´elles dissent, (Denoël, 1998).