En colaboración con la distribuidora ALTA FILMS
SINOPSIS
En la década de 1980, Pilar (Adriana Ozores), una mujer corriente, casada, de unos cuarenta años, descubre que uno de sus tres hijos es adicto a la heroína.
Después de un período inicial de incertidumbre, Pilar entra en contacto con otros padres en situación similar que acuden a un precario centro municipal de ayuda al toxicómano, pero pronto se da cuenta de que son muchas las cosas que tienen que cambiar fuera y dentro de casa para que su hijo se pueda salvar.
Así nace su deseo de hacer algo más que lamentarse y emprende junto con otros padres, pero, sobre todo, madres, un arduo viaje de denuncia del narcotráfico en Galicia.
GERARDO HERRERO RETRATA EN «HEROÍNA» LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO EN GALICIA
La vida de Carmen Avendaño, una de las madres fundadoras del movimiento de lucha contra la droga y el narcotráfico en Galicia, ha cobrado forma finalmente, después de cuatro años de intenso trabajo, en la película «Heroína», de Gerardo Herrero, que trata de rendir homenaje a una comunidad fuerte e inconformista reflejada en la heroica lucha personal de la mujer que la protagoniza.
Esta cinta, con la que el cineasta consiguió el premio al mejor director y al mejor guión en el Festival de Málaga, se preestrena hoy, a las 20.30 horas, en el salón de actos del Club INFORMACION, en colaboración con la distribuidora Alta Films.
Gerardo Herrero ha realizado en esta película, protagonizada por Adriana Ozores, un retrato escalofriante y lleno de humanidad sobre las madres que, en los años ochenta, lucharon en Vigo contra el narcotráfico. Por entonces, Carmen Avendaño encabezó una lucha, junto a otras mujeres, para desenmascarar a los narcotraficantes. Explica Herrero que «los narcos no han desaparecido desgraciadamente, pero no están tan presentes ni son presidentes de un club de fútbol. Hoy no se permite alardear como antes. No pueden hacerlo gracias, en parte, a Carmen Avendaño».
El realizador asegura que el proyecto cinematográfico que le ha ocupado los últimos cuatro años no es más que «una biografía incompleta» de esa mujer, su familia y todo su entorno en un esfuerzo conjunto para rescatar a su hijo. Una lucha que Avendaño pretende ofrecer en homenaje a una Galicia que ella define en «todo el movimiento que entonces surgió en esta comunidad, en el que participamos todos, para combatir a las drogas. En Galicia somos un poco acomplejados, pero no conformistas».
CINE – CRÍTICA
ANTONIO DOPAZO
Se acerca a un problema trágico y real, el de las secuelas del narcotráfico y la impunidad con que se movían sus responsables en la Galicia de finales de los ochenta, a través de la figura de una madre de un heroinómano que se entregó por entero a una lucha ejemplar y lo hace con estimables resultados. No llega a configurar el cuadro dramático necesario, porque falta autenticidad en algunos momentos, pero da la medida del problema y saca a relucir cosas realmente graves. No en balde se ha hecho con los premios al mejor director y al mejor guión en el Festival de Málaga.
Interesado por el asunto desde que leyó una entrevista en un periódico con Carmen Avendaño, una especie de madre?coraje en su cruzada contra la droga en Galicia, el director Gerardo Herrero se entrevistó con ella y logró vencer su resistencia para trasladar a la pantalla parte de su historia. Aunque el guión de Angeles González Sinde no es una biografía de este personaje, rebautizada Pilar en la cinta, porque prefiere efectuar una mirada plural al entorno y no centrarse exclusivamente en él, es obvio que su figura es más que el anfitrión de la denuncia que vemos.
La película va ganando enteros a medida que avanza y se hacen ostensibles sus acusaciones y, pese a que no siempre los fotogramas tienen la convicción y la fuerza adecuadas, su contundencia no pasa desapercibida para nadie.
El objetivo se ha cumplido en buena medida, con la loable labor de Adriana Ozores y sus compañeros de reparto, pero la emotividad y los sentimientos más vivos han quedado al margen.