ORGANIZA: Colectivo de Comerciantes por Alicante y Ayuntamiento de Alicante
COLABORA: Cámara de Comercio de la provincia de Alicante
INTERVIENE:
LUIS DÍAZ ALPERI. Alcalde-Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Alicante
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
BREVE HISTORIA DEL COLECTIVO DE COMERCIANTES POR ALICANTE
Cuando en 1996 se anuncia definitivamente, la construcción de un gran centro comercial en lo que denominaban «Parque de las Avenidas»? y bajo el nombre de «Gran Vía», el primero de una triste lista, en la ciudad de Alicante, un grupo de comerciantes y vecinos, preocupados por el devenir en el entramado comercial de la ciudad empiezan a tener una serie de contactos y reuniones para valorar la implantación y sopesar el impacto que esta construcción tendría. Llevado por el ejemplo de otras ciudades y ante las noticias de nuevas construcciones de este tipo, el 16 de diciembre de 1996, se constituye de forma oficial el «Colectivo de Comerciantes por Alicante».
Las Asociaciones de Comerciantes de concesionarios de Mercados Municipales, representado por Juan Manuel Zaragoza Mas, Corazón de Alicante, representado por José María Albert Linares y Pla-Carolinas, con Manuel Nieto Lizón, acompañados por el asesor jurídico, Juan José Castón Calatayud, hoy director de certámenes de IFA y el secretario general de FACPYME, Francisco Rovira Just, crean los estatutos y fundan uno de los movimientos asociativos más importantes de la última década en la ciudad de Alicante.
Con Juan Zaragoza a la cabeza y teniendo un único objetivo, la lucha contra la implantación desmedida de los centros comerciales en la ciudad, comienzan unos años de asentamiento y consolidación del mismo con la incorporación de nuevas asociaciones. Continuos recursos judiciales se suceden contra estas superficies, pero la lucha desproporcionada, hace que a pesar de haber obtenido alguna sentencia favorable, la escalada siga su imparable camino. En esta etapa se consigue incorporar al Plan General de Ordenación Urbana el artículo 95, que regulará la ubicación de los distintos formatos de comercio en la ciudad, un logro que no por esperado hace cambiar la mentalidad del Colectivo de Comerciantes por Alicante.
Ya en 1999 y con Juan Zaragoza en las listas del Partido Popular, accede a la presidencia José María Albert Linares que durante cuatro años, consigue expandir este Colectivo a todos los barrios de Alicante, se suman asociaciones como Plaza de Argel, Benalúa, Los Ángeles, La Florida o Mercadillos entre otras y los ámbitos de actuación comienzan a ampliar sus miras.
Se comienza una etapa donde los asuntos que afectan directamente al comercio empiezan a ser una preocupación constante. Urbanismo comercial, servicios, obras de remodelación en las zonas comerciales y la presencia de este Colectivo en entes como la Cámara de Comercio, comisiones municipales de seguimiento o Planes de recuperación y comerciales, van confiriendo a esta asociación un peso específico importante dentro del conjunto de la sociedad alicantina, siempre sin olvidar la lucha y los orígenes del mismo contra la implantación desmedida que ya se palpaba, de grandes centro comerciales. Se plantea un nuevo recurso contra «Puerta de Alicante» de la mano de Sergio Baeza Jurado, nuevo asesor jurídico del Colectivo, tras la marcha de Juan J. Calatayud como asesor de la Concejalía de Comercio.
Tras cuatros años de constante inquietud, José M. Albert cede el testigo a Manuel Nieto Lizón en 2003, completando así, la terna de miembros fundadores del Colectivo de Comerciantes por Alicante. Dos años marcados por una apertura significativa a todos los sectores de la ciudad y una constante demanda en las mejoras en infraestructuras para potenciar el comercio tradicional. Aun así, los problemas se siguen acrecentando y empieza a ponerse en verdadero peligro el tejido comercial de la ciudad y por ende un dinamismo comercial que siempre ha marcado las ratios de la marcha en una ciudad abierta y cosmopolita. El constante crecimiento urbanístico y demográfico hace que los problemas se sucedan. La voracidad económica hace que surjan problemas donde nunca se pensó que hubiera. El comerciante alicantino empieza a ser consciente de que su unión puede frenar algún problema importante y bajo ese signo consigue que la ley de horarios comerciales mantenga los ocho festivos decretados por el gobierno central.
Aparecen nuevas ideas, siempre encaminadas a fomentar centros comerciales cerrados que no llevarían a otra cosa más que al cierre del comercio de ciudad y a la desertización de la misma. El buque tienda, como ejemplo de esta voracidad hace que las posturas empiecen a endurecerse. El comercio alicantino atraviesa una situación, donde el desequilibrio entre los distintos formatos de comercio empieza a ser preocupante, solo la presión mediática y la unión del comercio asociado parece frenar esas expectativas.
Ya en mayo de 2005 y ante una vorágine de problemas comerciales, toma el relevo Pedro de Gea Lozano, presidente de la asociación de Comerciantes Galerías de Alimentación Plaza de Argel, cuya primera prueba fue conseguir el consenso para impedir la instalación del buque tienda, contribuyendo a frenar el deterioro del centro tradicional. Ante sí, problemas como la implantación de una nueva superficie comercial en la futura estación Intermodal, la voracidad de Planes urbanísticos como el de Rabassa o la continua pelea por la ley de horarios comerciales hacen prever una legislatura llena de trabajo e inquietudes.
El Colectivo de Comerciantes por Alicante reúne hoy a más de tres mil asociados, repartidos entre todos los barrios más importantes de la ciudad y lo conforman la casi totalidad de asociaciones de comerciantes de Alicante. Son pues, veintidós asociaciones que funcionan de forma independiente y que su constante evolución, los problemas acuciantes del comercio y su involucración constante en el tejido social de la ciudad, le ha llevado a erigirse como un movimiento asociativo presente en casi todas las cuestiones que afecten a la marcha de la ciudad.
LOS COMERCIANTES PIDEN UN VETO ANTE LAS NUEVAS GRANDES SUPERFICIES
El Colectivo de Comerciantes por Alicante «en el que están integradas las asociaciones de vendedores de la ciudad» reclamará hoy al alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, que vete la instalación de nuevas grandes superficies en el municipio. Esta petición la plantearán durante el acto que esta tarde acoge el Club INFORMACION a partir de las 20 horas. El alcalde ofrecerá una conferencia titulada «Plan de Actuación y Promoción para el comercio de la ciudad de Alicante», organizada precisamente con motivo del X aniversario del Colectivo por Alicante.
El presidente del Colectivo, Pedro de Gea, explicó ayer que una de las cuestiones que más inquietan actualmente a su sector y que hoy plantearán al alcalde es la de las grandes superficies. En concreto, los vendedores quieren que Díaz Alperi explique sus intenciones respecto a la estación intermodal que sustituirá a la actual instalación de Renfe. De Gea rechaza convertir el edificio en un gran centro comercial a cambio de que la construcción de esta infraestructura no suponga ningún coste para las administraciones. «¿No sería mejor buscar otras fuentes de financiación para que San Blas, Benalúa y el centro no se queden desérticos de comercio, como ha pasado con La Florida desde que se abrió el Puerta de Alicante», se pregunta de Gea.
Los comerciantes también pedirán aclaraciones sobre las previsiones comerciales para el plan de Rabasa y preguntarán al alcalde qué línea política piensa seguir respecto al comercio tradicional.
APERI QUIERE CONVERTIR ALICANTE EN UNA CIUDAD «DE COMPRAS»
AFRICA PRADO
Alicante es la sexta capital de provincia en número de actividades comerciales, pero los ciudadanos no la identifican como tal». Esta fue la premisa para que el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, anunciara ayer en el Club INFORMACION, en un acto organizado por el Colectivo de Comerciantes de Alicante, su intención de que en los próximos años Alicante se distinga como una «ciudad de compras» tras detallar la estrategia para lograr «su posicionamiento como ciudad comercial de referencia».
Alperi expuso la segunda fase del Plan de Actuación del Comercio (PAC Lucentum, desarrollado ente 1998/2006), para los próximos años, en los que anunció el diseño de una imagen de marca comercial de la ciudad, un proyecto que presentará a finales de año o a principios del que viene.
El alcalde apuntó la necesidad de aprovechar la afluencia turística para potenciar, además del sol y playa, la oferta turística de congresos, cruceros o golf y al turista dirigirá una campaña de promoción comercial, que incluirá guías o rutas que atraviesen el centro así como itinerarios por locales comerciales de calidad, en una idea piloto que se extenderá a otros barrios.
No obstante, el primer edil reconoció los desequilibrios que a lo largo de estos 8 años se han producido en algunas zonas de la ciudad con la implantación de centros comerciales y su efecto en el pequeño comercio. De hecho, afirmó que en los últimos años, los barrios de Benalúa y Florida han perdido 37 establecimientos y El Pla y Carolinas, 11, mientras Albufereta, Vistahermosa y San Juan playa han ganado 200 comercios; San Blas, 128 y Virgen del Remedio y Juan XXIII, 23.
Alperi admitió que las grandes superficies «han incidido en pérdida del peso comercial de la zona centro», que concentra el 36% de la actividad total, pero replicó que la presencia de franquicias en las grandes superficies «favorece al centro y lo diferencia de la oferta comercial» tras manifestar que «el comercio del centro tradicional debe ser continuación del Ensanche y hay que aprovechar las sinergias de ambas zonas».
Tras destacar que los mercados municipales atraen a un 11% de residentes, el alcalde propuso la creación de 4 nuevos mercados municipales con actividades complementarias, que se instalarían en Virgen del Remedio-Benissaudet, Bulevar del Pla-Gran Vía, avenida Condomina-Campo de Golf y Rabasa. También apuntó la necesidad de desarrollar estrategias de reequilibrio comercial al haber detectado problemas en barrios con escasez de oferta, como San Agustín, Virgen del Remedio o Tómbola, entre otras, para las que propone crear nuevas concentraciones de pequeño comercio.
El traslado del mercadillo de Campoamor y la construcción del futuro auditorio, el tranvía y la estación intermodal -con diversos comercios en su interior- fueron algunos de los proyectos que, a su juicio, dinamizarán la actividad comercial. Respecto a esta última, reiteró que «pretender que la estación se financie de forma distinta al resto del territorio nacional es una utopía», pero el Ayuntamiento «no admitirá» que haya un supermercado de alimentación, negociará el horario comercial y pedirá que la superficie de servicios sea superior a la comercial. El traslado de la estación de autobuses, unido al del parque de Bomberos y a la eliminación de las viviendas sociales del borde Sur, anunció el alcalde, provocará la aparición de un «espacio multifuncional» con capacidad de revitalización, aún por determinar.
El alcalde reclamó una renovación de los comercios para mejorar su imagen y puso especial atención en lo que denominó el «comercio étnico», cuya imagen «poco atractiva» precisa «una intervención directa». Igualmente, reclamó la creación del Instituto tecnológico del Comercio, que servirá «de base para la formación de los empleados del comercio y futuro vivero de comerciantes» y reiteró que en el futuro PGOU habrá «prohibición absoluta de hipermercados en todo el término» y de más centros comerciales ante la «saturación actual».
COLOQUIO PREELECTORAL
PAULA GUZMÁN
El acto de los comerciantes se convirtió anoche, tras la conferencia del alcalde, en una auténtica contienda preelectoral. Con el telón de fondo de la situación comercial de la ciudad, y tras exponer Alperi todas y cada una de las actuaciones desarrolladas en los últimos ocho años por el gobierno municipal del Partido Popular, sin olvidar las líneas estratégicas para garantizar el posicionamiento del sector en el futuro, los representantes de las principales fuerzas políticas no quisieron perder la oportunidad de acusar al alcalde de vender su programa electoral al tiempo que aprovecharon para, uno tras otro, hacer su propio mitin durante el turno de ruegos y preguntas.
El vuelco político del acto y el protagonismo que durante prácticamente todo el coloquio adquirieron las «reflexiones» de los representantes de los distintos partidos terminaron por provocar cierto desacuerdo en algunos comerciantes que, en un momento dado, y cuando se disponía a tomar la palabra el candidato a la Alcaldía de Izquierda Unida, José Antonio Fernández Cabello, profirieron en abucheos, reivindicando la esencia del acto.
Antoni Arques, alcaldable del Bloc, fue el primer político en alzar la mano para rebatir el discurso-conferencia del alcalde, sin faltar el correspondiente cruce de acusaciones políticas y de mutua demagogia. Arques, que acusó a Alperi de «maquillar» las cifras de aperturas y cierres de comercios, solicitó al alcalde un «claro posicionamiento» de su partido respecto a la estación intermodal, «una infraestructura que la experiencia en otras zonas ha demostrado que precisa de un mínimo de 30.000 metros cuadrados para que sea viable». Tal y como ya había hecho durante su intervención previa, Alperi insistió en que el Ayuntamiento hará «todo lo posible» para que la superficie destinada a comercio sea la mínima, reiteró que las condiciones se están negociando y no hizo más declaraciones al respecto.
La socialista Carmen Sánchez Brufal empezó desligando su intervención de cualquier tono político. Apenas dos frases bastaron para desdecir a la socialista que, entre otras cuestiones, criticó que, siendo Alicante el municipio de la Comunidad que más subvenciones ha recibido para el comercio, existan factores «tan preocupantes» como el desequilibrio comercial entre zonas. Sánchez Brufal acusó asimismo a Díaz Alperi de aprovechar la revisión del Plan de Actuación Comercial (PAC) para hacer su programa electoral, sin antes haberlo consensuado con los comerciantes y el resto de fuerza políticas.
El turno del alcaldable de IU, José Antonio Fernández Cabello, llegó cuando el descontento de algunos comerciantes empezaba a quedar patente. El desequilibrio del comercio, vinculado con la proliferación de grandes superficies, centraron la intervención y las acusaciones del representante de IU a Alperi que, por su parte, no dejó pasar la oportunidad de recordar, por tercera o cuarta vez durante el acto, que las licencias de las tres grandes superficies que se han construido desde la llegada del PP al Ayuntamiento se concedieron antes.
El comercio une al Partido Popular
El acto de los comerciantes obró el milagro de unir al grupo municipal del PP. Con la única ausencia de José Joaquín Ripoll, la intervención del alcalde Luis Díaz Alperi estuvo arropada por la práctica totalidad de los concejales populares tanto de la facción zaplanista como del bando campista. Junto a Alperi estuvieron todos sus afines como la edil de Urbanismo Sonia Castedo; o los regidores Pablo Suárez, Luis Concepción, Asunción Sánchez Zaplana o Marta García-Romeu; además de la responsable de Hacienda, María Teresa Revenga; el delegado del Consell en Alicante, José Marín Guerrero, u otros militantes del PP como el ex edil y antiguo candidato a la presidencia local del partido, José Ramón García Santos. En esta ocasión, junto a los concejales más próximos a Alperi también estuvieron los zaplanistas como Pedro Romero, María José Rico o Rosana Cremades. Ante la ausencia de munícipes socialistas, la representación del PSPV la asumió la diputada y portavoz de Comercio en las Cortes, Carmen Sánchez Brufal. Por EU y el Bloc estuvieron en el acto sus alcaldables, José Antonio Fernández Cabello y Antoni Arques, respectivamente. También hubo representación de Vecinos por Alicante con José María Hernández Mata. Y de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas con José Ramón Navarro Vera y Carlos Gómez Gil. Del mundo empresarial destacó la presencia en el acto con los comerciantes del presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Fernández Valenzuela; del constructor Enrique Ortiz; o de Joaquín Arias. Informa P.R.F.
