Una película de EMILIO MARTÍNEZ LÁZARO protagonizada por PILAR LÓPEZ DE AYALA
SINOPSIS
Basada en hechos reales. Narra la historia de unas jóvenes condenadas a muerte por un Tribunal Militar por un delito que no habían cometido. Detenidas al mes de acabar la contienda, sufrieron duros interrogatorios y fueron a parar a la cárcel madrileña de Ventas. Las reclusas las bautizaron como ´las menores´, que pensaban que sólo pasarían unos años en la cárcel y acabaron siendo acusadas de un atentado contra un militar franquista en el que murieron tres personas, a pesar de que ellas estaban en la cárcel cuando ocurrió todo. Un Tribunal Militar las condenó a muerte y fueron fusiladas en la madrugada del 5 de agosto de 1939.
LA CRUDA REALIDAD
A la hora de llevar al cine los dramáticos hechos de «Las 13 rosas», Emilio Martínez Lázaro quiso huir de la «grandilocuencia» y sobre todo, de cargar lastintas, por eso, explica: «Debí suavizar esa realidad tan cruda. No podía mostrar la casa de los horrores». Con un reparto de lujo, encabezado por Pilar López de Ayala, Verónica Sánchez, Marta Etura, Luisa Martín, Goya Toledo, Bárbara Lennie, Félix Gómez, Fran Perea, o Asier Etxeandía, «Las 13 rosas», fue presentada ayer en Madrid por su director y parte del equipo artístico. La película se estrena el viernes y esta noche (21 horas) se preestrena en el Club INFORMACION.
Martínez Lázaro tuvo conocimiento, por primera vez, del caso en 1992, cuando su montadora le habló de las que eran conocidas entonces como «Las menores», trece jóvenes, la mayoría menores de edad, fusiladas durante los primeros meses del triunfo franquista en la Guerra Civil. Fue un hecho cargado de dramatismo no sólo por su juventud, sino por su inocencia, pues ninguna tenía una conexión política clara, sino que sólo realizaban labores de ayuda y socorro para las Juventudes Socialistas.
LAS 13 ROSAS
ANTONIO DOPAZO
Fue una de las películas preseleccionadas para la nominación española a los oscars y aunque la elegida a la postre sería «El orfanato» nadie duda de que estamos ante uno de los acontecimientos de nuestro cine de este año. Un regreso al cine dramático de Emilio Martínez Lázaro tras sus grandes éxitos en la comedia «El otro lado de la cama» y su secuela «Los dos lados de la cama». La recuperación de unos hechos sepultados por la dictadura que, finalmente, salen a la luz.
Estamos ante un trágico suceso acaecido en Madrid el 5 de agosto de 1939, unos meses después de terminada la Guerra Civil, y del que fueron víctimas 13 mujeres, siete de ellas menores de edad, fusiladas en el cementerio de La Almudena. Fue motivo de un libro de Jesús Ferrero, «Las 13 rosas» y de otro de Carlos Fonseca, «Trece rosas rojas», antes de convertirse en obra de teatro y de llegar ahora al cine. En su nutrido reparto femenino destaca la presencia de Pilar López de Ayala, Verónica Sánchez y Marta Etura como tres de las protagonistas.
Ocurrió tras la caída de Madrid y el fin de la guerra civil, cuando las Juventudes Socialistas Unificadas intentan reorganizarse bajo la dirección de José Peña Brea, de 21 años. Pero, detenido por una delación y obligado a dar mediante tortura todos los nombres que sabía, su confesión motivó que la práctica totalidad de la organización clandestina fuera encarcelada. Entre los denunciados se hallaban las Trece Rosas, que fueron ingresadas en la cárcel de mujeres de las Ventas. Torturadas en numerosas ocasiones, fueron fusiladas junto a otros 43 hombres en la madrugada del 5 de agosto.
Para el director, el caso que se cuenta encaja en el ámbito de una venganza nada casual y de una arbitrariedad terrible. Aunue las trece jóvenes fueron acusadas de perpetrar un atentado contra un militar en el que murieron tres personas, algunas de ellas ya estaban en la cárcel cuando se produjeron los hechos. Para Martínez Lázaro, las vidas de las protagonistas no eran especialmente aventureras y la mayoría trabajaban en los servicios sociales de la República. No había material para construir una historia muy novelera, pero por otro lado no hacía ninguna falta, ya que la parte novelera es precisamente su tragedia final.
La solución a uno de los problemas más delicados, el de decidir el punto de vista desde el que se cuenta la historia, se tuvo cuando el propio director, el productor Pedro Costa y el guionista Igncio Martínez de Pisón se entrevistaron en valencia con Mari Carmen Cuesta, íntima amiga de una de las víctimas, que vivió todos los días previos a su ejecución en la cárcel hasta que las sacaron para fusilarlas y luego paso un montón de años más entre rejas. «Tiene muchos años –señaló Martínez Lázaro–, pero habla con un entusiasmo juvenil increíble. Y en ella, en su energía, empecé a imaginar como sería a los 15 años, cuando sucedió todo. Ese fue el punto de partida».
Por otra parte, el realizador es consciente de que a las muchachas las mataron no por una especie de equivocación, sino que fue algo muy premeditado. Claramente para hacer un gran escarmiento y para que a nadie, especialmente a la juventud, se le ocurriera militar en partidos de izquierdas clandestinos. «Fue algo muy bien planificado –añadió– por el régimen franquista nada más ganar la guerra».
CÍNE – CRÍTICA
ANTONIO DOPAZO
Recupera del obligado olvido de la dictadura, con notable dignidad en la recreación de la época y de los protagonistas y en las soluciones narrativas, un suceso trágico y conmovedor que acaeció en los meses siguientes al final de la guerra civil y del que fueron víctimas inocentes 13 muchachas, buena parte de ellas menores de edad, condenadas a muerte y fusiladas por unos asesinatos que se cometieron cuando estaban encarceladas. Una historia emotiva que el realizador Martínez Lázaro, cambiando radicalmente de registro tras sus comedias «El otro lado de la cama» y su consiguiente secuela, ha logrado plasmar sin caer en fáciles maniqueísmos, aunque respetando la contundencia de unos hechos que hablan por sí mismos. Inspirado en la novela de Carlos Fonseca «Las trece rosas rojas», el guión de Martínez de Pisón ha luchado con enorme solvencia contra la dificultad de un relato demasiado prolijo en datos y en personajes, que se ha visto obligado por ello, pese a sus más de dos horas de metraje, a seguir exclusivamente de cerca a cinco de las trece muchachas ejecutadas. La mayoría de las protagonistas serán detenidas por repartir propaganda contra el franquismo, aunque una de ellas, la madre católica, lo será solo por ayudar con dinero a un músico que pertenecía al partido Comunista.
