Entrada libre
INTERVIENE:
DAVID COUSO. Hermano de José Couso
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
El hermano de José Couso relata hoy los cinco años de su familia en busca de justicia
David Couso, hermano del cámara de Tele 5 muerto en Bagdad, interviene esta tarde, a partir de las 20 horas, en el salón de actos del Club INFORMACION (Avda. Doctor Rico, 17-Alicante). El acceso a esta charla-coloquio de esta tarde es libre.
David Couso reside en la provincia de Alicante desde hace unos años y ha planteado su intervención de esta tarde en el Club bajo el epígrafe «José Couso, cinco años buscando justicia». Como es sabido, la familia de José Couso (su viuda, hijos, madre y hermanos) vienen solicitando a la Audiencia Nacional la detención y procesamiento de tres militares norteamericanos que intervinieron en los disparos a las habitaciones del hotel Palestina de Bagdad el 8 de abril de 2003. Un proyectil impactó en la habitación 1503 ocupada por periodistas de la agencia Reuters. De resultas de aquel ataque de las tropas norteamericanas, que acababan de invadir Irak, murió un cámara ucraniano y otros tres periodistas resultaron heridos. Jorsó Couso, que ocupaba la habitación del piso inferior, la 1403, desde donde se encontraba grabando la intervención estadounidense sobre el río Tigris, resultó gravemente herido falleciendo después de su traslado al hospital Ibn Nafis. La familia, así como numerosas organizaciones internacionales y asociaciones de periodistas, culpabilizaron a las tropas estadounidenses de un ataque deliberado a un hotel ocupado por periodistas que cubrían informativamente la acción bélica. La Administración Bush se ha negado siempre a asumir su responsabilidad en aquel ataque.
CINCO AÑOS LUCHANDO ¡¡¡¡CONTRA LA IMPUNIDAD!!!!
El martes 8 de abril se cumplieron cinco años del asesinato de José Couso por parte de las fuerzas de la coalición Angloamericana en el Hotel Palestina de Bagdad, donde se concentraban los medios de la prensa internacional.
Son 1826 días sin José, sin su presencia y sin su labor de informar en libertad. Tenemos que reiterar y volver a insistir, que José no resultó muerto en medio de un fuego cruzado, ni por un proyectil que se desvía,lo que constituiría un accidente asociado a la peligrosidad de su profesión. José y sus compañeros Tareq Ayoub y Taras Proysiuk fueron asesinados en un ataque deliberado, perpetrado por la Tercera División de Infantería Acorazada del Ejército de los Estados Unidos. Y esto no es algo que digamos nosotros o los testigos presentes, esun hecho que recoge el Auto de Procesamiento dictado por el Magistrado de la Audiencia Nacional D. Santiago Pedráz, cuyas palabras textuales no dejan ninguna duda al respecto:
“…por lo que el disparo efectuado desde el carro de combate que ocasionó la muerte del Sr. Couso se constituiría como un ataque,represalia o acto o amenazas de violencia con la finalidad de aterrorizar a los periodistas, máxime si como se señala el mismo día se dirigieron ataques a las cadenas televisivas Al Yazira y Abu Dhabi”
Son 1826 día de luto para la Libertad de Información, pero a la vez son 1826 días de firmeza ciudadana en la exigencia de Justicia. Desde la familia de José y desde el Colectivo de Hermanos, Amigos y Compañeros de José Couso han sido cinco años de esfuerzo titánico, jalonado con decenas de concentraciones ciudadanas delante de la Embajada de los Estados Unidos, de cientos de charlas a lo largo de 23 países, de visitas a Instituciones españolas e internacionales y de sostener una batalla judicial en el marco del Derecho Internacional, que sorpresivamente se ha visto obstaculizada por la labor de la Fiscalía General del Estado, que contra el criterio de la Audiencia Nacional, del Tribunal Supremo e incluso contra la obligación de cumplir con las Convenciones de Ginebra firmadas por nuestro país, se empeña en pervertir su naturaleza en pos de buscar la verdad, convirtiéndose de facto en un sobrevenido defensor de militares extranjeros, presuntos culpables de un delito lesa humanidad, como es el Crimen de Guerra.
Parece mentira que en el marco de una sociedad democrática, se nos hurte la posibilidad de investigar unos hechos presuntamente delictivos, en el lugar que las sociedades de derecho se dan para juzgar los delitos; las Instancias Judiciales. Instancias que cumplen todas las garantías de justicia, transparencia e independencia y donde los acusados tienen la posibilidad de defenderse de acuerdo a las normas y disposiciones que conforman el llamado Derecho Internacional, además de contar con el Tratado Bilateral de Asistencia en materia penal y judicial subscrito entre España y Estados Unidos.
El hurto de la posibilidad de investigar legalmente los hechos sucedidos el 8 de abril de 2003 en Bagdad, por la sola razón de la nacionalidad de los presuntos criminales, supone de hecho la instauración de un estado de Impunidad que atenta gravemente contra las más mínimas esencias de las sociedades democráticas en el marco de un Estado de Derecho.
Denunciamos con firmeza este estado de Impunidad de la que gozan los militares estadounidenses, por el sólo hecho de pertenecer a la nación más poderosa de la tierra y que supone, la puesta al descubierto del doble lenguaje que manejan los dirigentes de este país cuando hablan de Libertad de Información y precisamente son ellos los que acaban en dos horas, con TODA la libertad de información que había en Bagdad aquella aciaga mañana, a la vez que protegen y amparan a unos militares presuntos autores de un delito de Crimen de Guerra.
El pasado 27 de febrero recibíamos la terrible noticia del asesinato de el presidente del Sindicato de Periodistas de Iraq, Chihab al Tamimi.Detrás de este asesinato se esconde la labor heroica de este sindicato,al llevar la estadística de los periodistas asesinados mientras realizaban su trabajo. Según sus rigurosas investigaciones, más de 200 periodistas iraquís han sido asesinados en estos últimos cinco años, lo que unido a las muertes de periodistas de otra nacionalidades, eleva la cifra por encima de los 300 profesionales de la prensa muertos en el ejercicio de su profesión en Iraq. Esta cifra supone la mayor matanza de periodistas en cualquier guerra conocida, desde que surgió el primer corresponsal de guerra en la guerra de Crimea.
No entendemos que esta situación de masacre de periodistas en Iraq, no sea parte de la agenda prioritaria de Sindicatos de periodistas, Asociaciones de Prensa y de las Empresas periodísticas, máxime cuando hay vigente un proceso abierto contra tres militares estadounidenses presuntos asesinos de José Couso, que parecen ser también los responsables de los ataques contra la sedes de Al Jazeera y Abhu Dabi TV.
ACTO DOBLADO AL LENGUAJE DE SIGNOS ESPAÑOL