CONCIERTO SONORIZADO POR JOSÉ SAVALL
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YASEK MANZANO
Yasek Manzano es el punto exacto en el que confluyen el ritmo cubano, el jazz americano y la música.
Discípulo del trompetista estadounidesne Wynton Marsalis, Yasek Manzano ha logrado traspasar las fronteras que impone Cuba para convertirse en uno de los referentes futuros del jazz americano.
Prueba de ello es la interpretación de los conciertos para trompeta y orquesta de Haendel y Neurda que realizó Manzano hace un mes en Cuba. Era la primera vez que se interpretaban estas obras clásicas.
El joven músico consiguió levantar al público del Auditorio Amadeo Roldán con cada uno de los complicados pasajes que ejecutó.
Acompañado de su nuevo grupo, Manzano ha conseguido fusionar la tradición del jazz americano con las bases rítmicas de la isla que lo vio nacer. Estas dos influencias son las que quiere acercar al barroco, otro de los periodos que enloquecen al joven trompetista, ya que «… es en ese periodo donde las improvisaciones fueron capaces de desarrollarse…».
Por primera vez en España, es la oportunidad perfecta de descubrir a una de las futuras figuras del jazz justo en el punto de despegue.
«EL JAZZ ES PARA GENTE SENSIBLE»
ENTREVISTA POR ANDRÉS VALDÉS
Es lo bastante joven para seguir siendo una promesa y lo suficientemente inquieto como para dominar los palos que le han hecho salir de Cuba y ser aplaudido en Europa y Norteamérica. Yasek Manzano, un prodigio precoz de la trompeta, es también un estudioso metódico de la música. Este fin de semana hace doblete en Alicante, hoy en el Club INFORMACIÓN y mañana en el Palacio de Congresos. Desde Ávila, diez minutos antes de su primer concierto en España, nos cuenta qué es el jazz para quien vive dentro de él.
Tu primera gira en España ¿Estás nervioso?
Emocionado, más bien. Ya estuve en Inglaterra, Francia, Suiza… Pero España es la tierra de mis ancestros. Es tierra de mezclas, como prueba su música tradicional. Soy un gran admirador de la música flamenca. Y de su baile, que también me gustaría aprender.
¿Qué repertorio has preparado para el concierto de Alicante?
Bueno, va a haber una parte más comercial y otra más seria en el sentido musical, más intelectual incluso. Serán extractos de mi último disco, que fusiona sobre todo la música afro con el jazz más contemporáneo. También he preparado una pequeña selección de canciones de Bola de Nieve, el cantautor cubano, y bueno, imagino que quedará tiempo para algunos clásicos.
Estás muy interesado en el estudio de la música clásica, a la vez que continúas con tu formación jazzística…
Para mí es muy importante tener una cultura muy amplia de lo que es la música antigua. De alguna manera, por eso me he metido en el estudio de la música barroca e incluso de la clásica. En ellas siempre existió la improvisación. Es algo que creo que me ha hecho madurar mucho. De hecho, en Cuba estamos haciendo algunos conciertos con la Orquesta Sinfónica Nacional y hemos incluido algunas técnicas clásicas en la manera de tocar.
Te presentan como el punto donde convergen el jazz latino y el americano ¿Estás de acuerdo?
Bueno, es difícil decir lo que yo soy o dejo de ser. Lo que tengo claro es que en mi fusión se imponen la percusión y los ritmos afrocubanos al jazz americano clásico. El camino que sigues lo marcan las raíces, pero trabajar con todos esos maestros (Wynton Marsalis, entre otros) ha sido definitivo para desenvolverme en la fusión de ambos géneros.
¿Por qué el jazz sigue siendo un género minoritario, pese a estar tan reconocido?
Siempre se ha dicho que el jazz nació de géneros bailables, como el swing. Luego empezó a crecer y a elaborarse, hasta que se convirtió en un género que había que escuchar sentado. Imagino que la música comercial se ha impuesto, y la influencia del mercado ha hecho que el jazz tenga un lugar aparte. Pienso que el jazz, en líneas generales, es música para personas sensibles, con inquietudes espirituales. Trae secretos, misterios y colores, y eso quizá necesite de un público más selecto. No es una cuestión de clases sociales, sino una cuestión de personalidad.
