19 horas: Inauguración de la IX Semana del Cerebro 2009
Intervienen:
Juan Lerma. Director del Instituto de Neurociencias de Alicante
Salvador Viniegra Bover. Vicerrector de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Universidad Miguel Hernández
José María Perea. Periodista del Diario INFORMACION
19.30 horas:
Conferencia: «EL DOLOR, UN PROBLEMA DEL CEREBRO»
Interviene: Carlos Belmonte. Presidente de International Brain Research Organization (IBRO)
CARLOS BELMONTE ABRE LA IX SEMANA DEL CEREBRO CON UNA CHARLA SOBRE EL MECANISMO DEL DOLOR
ÁFRICA PRADO
El científico Carlos Belmonte, recientemente galardonado con el premio Nacional de Investigación Gregorio Marañón 2008, será el encargado de abrir esta tarde la IX Semana del Cerebro 2009, organizada por el Instituto de Neurociencias de Alicante, que se celebra hasta el miércoles en el salón de actos del Club INFORMACION.
Con la conferencia «El dolor, un problema del cerebro», Belmonte explicará los avances científicos que se están produciendo en la comprensión de este fenómeno que, según apunta, «es uno de los mecanismos cerebrales para protegernos de las lesiones». El conocimiento de los mecanismos por los que se pronostica el dolor «abre nuevas vías para su comprensión y tratamiento, especialmente en los casos de dolores crónicos y asociados a lesiones o al mal funcionamiento del sistema nervioso», indica el investigador y también presidente de la International Brain Research Organization (Ibro).
La Semana del Cerebro se inaugura hoy a las 19 horas en un acto en el que participa Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias; Salvador Viniegra Bover, vicerrector de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Universidad Miguel Hernández, y el periodista José María Perea.
Lerma destacó que esta cita anual, que se celebra en otros lugares del mundo siempre en el mes de marzo a propuesta de la Fundación Dana Alliance, pretende poner al alcance del público los avances logrados en el conocimiento sobre problemas acuciantes del sistema nervioso. Este año, por la coincidencia de la festividad de San José, la semana culmina el miércoles con una conferencia patrocinada por la Cátedra de Neurobiología del Desarrollo «Profesora Remedios Caro Almela«, dentro del ciclo «Cerebro y sociedad».
EL GASTO FARMACÉUTICO PARA COMBATIR EL DOLOR AUMENTA UN 20% CADA AÑO
ÁFRICA PRADO
El dolor es la patología con más incidencia en el mundo y también es uno de los ejes de las investigaciones del neurocientífico Carlos Belmonte, recientemente galardonado por el Gobierno con el Premio Nacional de Investigación en Medicina, que ayer se encargó de inaugurar la IX Semana del Cerebro 2009 en el Club INFORMACION, que acoge por octavo año consecutivo esta actividad organizada por el Instituto de Neurociencias de Alicante y la Universidad Miguel Hernández.
Con una charla titulada «El dolor, un problema del cerebro», Belmonte, ex director del instituto, explicó la trascendencia de esta patología en la sociedad actual, un fenómeno del que indicó que «más que una sensación, es una experiencia resultante de muchas cosas, y la más universalmente compartida por todos los seres humanos».
Señaló que la incidencia del dolor es seis veces mayor que el cáncer y que el 10% de la población experimenta dolor cien días al año. Con todo ello, el gasto farmacéutico que se destina a combatir el dolor aumenta un 20% cada año y apuntó que en países como Estados Unidos sólo los tratamientos contra el dolor artítrico suponen un 1,3% de todo el PIB de este país. En Europa, añadió, entre 30 y 40 días al año se pierden por bajas laborales por este motivo.
El investigador dio estos datos para comprender la magnitud de un problema que centra las investigaciones de científicos y que, no obstante, «bien tratado se elimina en el 95% de los casos». En su explicación del mecanismo cerebral del dolor, Carlos Belmonte señaló que «el dolor tiene un fin protector, es una manera de alejarnos de estímulos dañinos y de protegernos de las lesiones. Es el primer síntoma de que algo no funciona y un sistema de alarma necesario, pero no tiene sentido mantenerlo en el tiempo y, una vez ha aparecido, es necesario tratarlo». También apuntó que en nuestro organismo «tenemos un sistema para quitarnos el dolor nosotros mismos. Por ejemplo, en una pelea no sentimos el dolor porque el cerebro utiliza unas sustancias que lo alivian, las endorfinas, muy parecidas a la morfina, que es el gran analgésico para el dolor, aunque aún hay un miedo cultural a utilizarla».
El conferenciante recordó que la cultura judeo-cristiana ha transmitido la idea «de que el dolor es inevitable y sólo cabe la resignación, un planteamiento que todavía persiste hoy en día, pero la posición de la Ciencia es que tenemos que luchar contra él y cada vez somos más combativos porque cuanto más tiempo persiste el dolor más riesgo hay de que se produzcan cambios en el sistema nervioso que hacen que estímulos que no son dolorosos puedan llegar a causar dolor».
Este sería el caso del dolor neuropático, en el que se produce un dolor sin que haya motivo para ello, y que puede afectar a diabéticos, a personas con amputaciones o afectadas de fibromialgia, indicó. «El sistema del dolor funciona sistemáticamente bien, pero a veces se estropea y pueden producirse alteraciones en el sistema de detección. Estos son los dolores más difíciles de tratar por el mal funcionamiento del cerebro y donde los científicos trabajan más. Hay fármacos para ellos pero no son del todo selectivos para tratar ese mal funcionamiento y tienen más efectos secundarios», indicó el investigador.
El otro lado del tratamiento farmacológico contra el dolor produce lo que Belmonte calificó como «el círculo vicioso de la analgesia», ya que «tomamos más fármacos y la tolerancia y la resistencia al dolor va siendo menor por ese mayor consumo analgésico. Somos cada vez más exigentes al intentar vencer el dolor».
Previamente a la conferencia divulgativa de Carlos Belmonte, el vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad Miguel Hernández y el director del Instituto de Neurociencias, Juan Lerma, felicitaron por el galardón obtenido recientemente por Belmonte, al que calificaron de «ejemplo para los jóvenes investigadores».
