Venta de localidades en
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RETRANSMISIÓN EN ALTA DEFINICIÓN, EN DIRECTO, VÍA SATÉLITE, DESDE LA SCALA DE MILÁN
Patrocinado por el Club INFORMACION
LOS CINES YELMO PUERTA DE ALICANTE PROYECTAN EL DIRECTO «EL VIAJE A REIMS» DE ROSSINI
Los Cines Yelmo Puerta de Alicante ofrecen el martes 14 de abril a las 20.00 horas, en colaboración con el Club INFORMACION, la retransmisión en directo vía satélite y en alta definición, desde la Scala de Milán, de la ópera de Gioacchino Rossini «Il Viaggio a Reims», una obra estrenada en el Teatro Italiano de París en 1825 dentro de los fastos organizados con motivo de la coronación del rey Carlos X de Francia.
La historia que cuenta es casi una novela. Escrita en dos actos como si se tratara de una bagatela sin argumento para el lucimiento de una docena de buenos cantantes, trata de la desventura de los emisarios de siete países que no logran llegar a Reims para celebrar el ascenso del monarca al trono de «El viaje a Reims» se representó una vez ante el rey y otras tres ante el público en general. Después sería retirada del repertorio teatral por el propio autor. La ópera cayó en el olvido durante siglo y medio y fue redescubierta en 1984. Pese a su apariencia superficial, el libreto escrito por Luigi Balocci constituye en sí mismo un enredo cómico extraordinario. Las localidades para asistir a la retransmisión se pueden adquirir en la taquilla de los cines o en «www.yelmocines.es».
IL VIAGGIO A REIMS
Fue estrenada en el Théâtre Italien de París el 19 de junio de 1825, como parte de las celebraciones por la coronación del rey Carlos X de Francia en 1825, con Giuditta Pasta en el rol de Corinna. Se hicieron sólo cuatro representaciones, y se ha sugerido que Rossini no pensaba utilizar la obra nuevamente dado su carácter celebrativo y ocasional, y que a pesar de ciertas sugerencias, retiró la partitura y reutilizó gran parte de la música en su ópera «Le comte Ory».
Las partes del manuscrito que se habían perdido, fueron encontradas en 1977 en la Biblioteca del Conservatorio de Santa Cecilia de Roma. en 1983 fue rensamblado y revisado por la musicóloga Janet Johnson, y la ópera se representoó nuevamente, luego de más de ciento cincuenta años en el Festival de Pesaro el 18 de agosto de 1984 bajo la dirección de Claudio Abbado. En España se estrenó en 2000, en el Palacio da Ópera de La Coruña.
Destaca el reparto que se necesita para producir esta ópera: catorce solistas (tres sopranos, una contralto, dos tenores, cuatro barítonos y cuatro bajos).
GIOACCHINO ROSSINI
Rossini nació en Pésaro, a las orillas del Adríatico, (Italia), hijo de Giuseppe, apodado “el vivaz”, cornista de oficio y de Anna Guidarini que habría de volverse cantante en los teatros locales. Tocando en la banda municipal a los seis años, Rossini mostró un extraordinario genio musical desde la más temprana edad y estudió música con su padre. Aprendió la espineta con el vinatero Giuseppe Prinetti, después en Lugo, estudió con el canónigo Giuseppe Malerbi en cuya biblioteca, leyó las partituras de grandes compositores del pasado. En Boloña, tuvo por primer profesor a Angelo Tesei e ingresa al prestigioso Liceo, bajo la tutela del sacerdote Stanislao Mattei, ganando un premio por una obra a los dieciséis años de edad. Siendo acompañante clavecinista en teatros, Rossini es llamado para componer una ópera breve(1810) y, dado el éxito que logra, seguirá componiendo, particularmente en Venecia y Milán, con éxitos sonados en la mayoría de los casos (su séptima ópera conquistó la Scala con cincuenta y tres funciones iniciales) y repentinos fracasos, pero afianzándose como el primer compositor de su tiempo (a pesar de no contar siquiera veinticinco años de edad). En esos momentos, Rossini lleva a la perfección musical el género bufo. Tenía a la mano Rossini, ya en esta primera etapa, a grandísimos cantantes en quiénes pensaba al momento de desarrollar la melodía de los personajes, considerando las posibilidades de sus voces. Ellos eran cantantes como Marietta Marcolini, Filipo Galli y Paolo Rosich.
En 1815, es contratado por el sagaz empresario Domenico Barbaia para componer en Nápoles para los teatros que administraba él con subvención gubernamental, el Teatro San Carlo y el Teatro Del Fondo, en donde produce óperas serias de inmenso valor para las voces más imponentes puesto que, en la compañía de Barbaia, se encontraban las más grandes luminarias del tiempo como Manuel García, Isabella Colbran (ulterior esposa de Rossini y pareja musical en Nápoles), Giovanni Rubini, etc. Mientras tanto, Rossini también recorre Italia creando óperas de todos los géneros (serio, semiserio, bufo), cuya influencia fue absoluta para todos los compositores posteriores y aún contemporáneos, y representando las ya creadas que contenían melodías que se convertían en hitos inmediatos y permanentes.
En 1816, estrena en el Teatro Argentina de Roma con un magnífico argumento de Cesare Sterbini, la obra que está considerada como una de las cinco más famosas del mundo en la actualidad. Basada en la trilogía literaria del barón francés Pierre Augustine Caron de Beaumarchais, cuya segunda parte, Las bodas de Fígaro, fue hecha ópera por W. A. Mozart , El barbero de Sevilla de Rossini, originalmente, un anecdótico fracaso, fue una ópera que Verdi y decenas de compositores posteriores, alabarían efusivamente y todos los públicos de las épocas que han transcurrido desde su creación, han gustado. Previamente puesto en música por el respetado compositor napolitano Giovanni Paisiello, el Barbero, como muchas otras óperas de Rossini, borró del cartel permanentemente las obras de grandes compositores como Zingarelli, Mercadante, Mayr, Paër, Mosca, Coccia y el propio Paisiello, recordándoselos únicamente a partir de nuestros días.
Algunas de las obras de Rossini, conservador por naturaleza, pero innovador por sus enormes dimensiones creadoras, sientan las bases del romanticismo desarrollado por sus sucesores compositores.
En 1823, presenta su última ópera en Italia, Semíramis y se traslada a Francia (desde donde viaja en 1824, a Londres en una exitosa gira que le produce reconocimientos extraordinarios y estipendios jugosos) y en donde compone una ópera que celebraba la coronación de Carlos X, y eventualmente, la composición de su última ópera bufa y la reelaboración de otras dos obras italianas y en 1829, Guillaume Tell (en francés) que lo consagró como el creador musical legendario.
Rossini
Curiosamente, ésta será su última ópera (cuando le quedaban cuatro decenas de años de vida por delante). Es este uno de los grandes temas de la iconografía operística actual. ¿Por qué dejó Rossini de componer tras Guillermo Tell? Son muchas las respuestas que se han mencionado, desde el hastío, hasta la falta de necesidad dada la riqueza que ya había acumulado, pasando por abundantes dificultades de salud (gonorrea y ciclos maníaco-depresivos) y, como se puede ver, porque las circunstancias políticas así lo determinaron. Quizá los motivos sean todos éstos y algunos más. Sin embargo, aunque no volvió a componer otra ópera, no abandonó el mundo musical, haciéndose cargo de la dirección del Théâtre-Italien y el Liceo de Boloña y componiendo muchísimas obras breves (sin dejar a un lado su otra gran pasión, la gastronomía), así como varias obras religiosas y profanas notabilísimas. Había contraído nupcias con la cantante española Isabela Colbrán en Castenaso, en 1822, pero se separaron legalmente en 1837, marchándose él a vivir con Olympe Pélissier con quien se casó en 1846, una vez que murió Isabela Colbran en 1845. Durante su vida, Rossini recibió las condecoraciones más importantes en Francia, Italia y el resto de Europa. Tras la entrevista que Rossini y Wagner tuvieron en 1860, éste declaró que de todos los compositores que había conocido en París, el único verdaderamente grande, era Rossini a quien veía muy serio y sencillo, pero mal comprendido por los públicos de ese entonces.
Rossini falleció en Passy , a las orillas de París, Francia en 1868, dejando un legado monetario realmente considerable del que destinaba fondos para la creación de un asilo para músicos retirados (existente aún hoy) y otras obras de beneficencia y habiendo sobrevivido a muchos de sus “sucesores” en el trono de la ópera italiana (Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti, Giacomo Meyerbeer) al tiempo que coincidía con la emergencia de Giuseppe Verdi y de Richard Wagner; recibiendo los más altos honores, mientras miles de voces entonaban la plegaría de su ópera Moisés, es enterrado en el cementerio de Pére-Lachaise, París inicialmente, para ser trasladados sus restos en 1887 a Florencia donde descansa en la iglesia de Santa María de Santa Croce, junto a las otras glorias de Italia: Galileo Galilei, Dante y Miguel Ángel.
Giuseppe Verdi convocó a los mejores compositores italianos a componer una misa de Requiem en honor del Cisne de Pésaro. Dadas las circunstancias políticas adversas, no se estrenó esa obra y Verdi usó su contribución, el Líbera me, en otro Requiem para Manzoni. El director Helmuth Rilling ha exhumado y grabado ya la obra en la actualidad. Nicoló Paganini, Frederik Chopin, Mauro Giuliani, Louis Niedermayer, Ottorino Respighi y otros renombrados compositores han creado variaciones, orquestaciones y adaptaciones de mútiples obras rossinianas. Y los afamados tournedos Rossini así como muchas piezas de cocina, son designados así en honor al célebre compositor.