Con la asistencia de su director Pau Martínez y del protagonista Fele Martínez
Mejor dirección en la XXIX Mostra de Valencia
SINOPSIS
Alfredo (Fele Martínez), un abogado novato contratado por el ayuntamiento, tiene como primera misión negociar con unos okupas para que desalojen un kaserón, que según el ayuntamiento, será utilizado como centro cívico. Sus okupantes, Eva, Ventura, Axel y McGuffin no tienen ninguna intención de marcharse de su hogar. Todo se complica cuando Alfredo inicia una relación con Eva (Inma Cuesta), la única mujer okupa de la casa.
FICHA ARTÍSTICA
FELE MARTÍNEZ: ALFREDO
INMA CUESTA: EVA
ANGEL DE ANDRÉS: MODESTO
MARC RODRÍGUEZ: VENTURA
MANUEL TALLAFÉ: AXEL
ANDREW TARBET: MACGUFFIN
JORDI RICO: MARC
MERCÈ LLEIXÀ: ASUNCIÓN
PELÁEZ: ENRIQUE VICTORIA
PATI MARTÍNEZ: ELISA
NAO ALBET: MARTÍN
MADRE DE ALFREDO: TERESA LOZANO
FICHA TÉCNICA
Director: Pau Martínez
Guionista: Javi Domingo y Ferran Folch
Productores ejecutivos: Joan Ginard (Just Films), Jesús Martínez (Galavis Films), Pepe Flores (Producciones Cibeles)
País: España
Año: 2008
Duración: 97 minutos
Género: Comedia
Interpretación: Fele Martínez (Alfredo), Inma Cuesta (Eva), Ángel de Andrés (Modesto), Marc Rodríguez (Ventura), Manuel Tallafé (Axel), Andrew Tarbet (McGuffin), Jordi Rico (Marc), Mercè Lleixà (Asunción), Enrique Victoria (Peláez), Pati Martínez (Elisa), Nao Albert (Martín), Teresa Lozano (madre de Alfredo)
Música: Nacho Marco
Fotografía: Miguel Llorens
Montaje: Mapa Pastor
Dirección artística: Maite Sánchez
Vestuario: Nuria Anglada
FELE MARTÍNEZ VE: «MUY TRISTE» QUE ALICANTE PIERDA UNAS SALAS COMO LOS ASTORIA
CRISTINA MARTÍNEZ
Fele Martínez llegaba directamente de Valencia y lo hacía para asistir al preestreno de «El kaserón» en el Club INFORMACION, acompañado del director de la película, Pau Martínez. Una cinta que el próximo viernes se estrenará en los cines Astoria, donde ahora se proyecta «Carmo», también protagonizada por él. La paradoja hace que esas dos cintas puedan ser las últimas que se vean en las emblemáticas salas alicantinas. «Espero que no sea así. Habría que hacer algo para salvar esos cines. Cualquier propuesta que consiga que se mantengan abiertas es válida porque es muy triste que una ciudad se quede sin unas salas como los Astoria».
En este punto, Fele Martínez se muestra partidario de facilitar el acercamiento del cine a los espectadores. «El hecho de que se cierren salas en el centro de una ciudad me parece un error y creo que habría que apoyar desde las administraciones públicas el fácil acceso del espectador a los cines».
En este sentido, apuntó que el teatro ha subido un 20 por ciento de espectadores, «y eso está bien aunque sea a costa del mundo del cine, porque lo ideal es que hubiera público para todo». El motivo, lo tiene claro: «Es cierto que ha habido un exceso de salas, con el boom de los centros comerciales, porque los espectadores son los que son y el pastel había que repartirlo entre más, y evidentemente las cuentas no salen».
El actor alicantino realizaba esta reflexión antes de asistir a la proyección de «El kaserío», una comedia que le ha valido el premio al mejor director a Pau Martínez en la Mostra de Valencia. «Es un divertimento, una película para pasar una hora y media con una sonrisa en los labios», sobre un joven abogado que tiene que afrontar su primer caso en una casa okupa, algo que cambia su vida.
Tanto el actor como el director esperan que la gente vaya a verla a los cines «y que no se descargue tanto de internet». «Es una cuestión de educación», aseguró Pau Martínez, «porque la cultura no es gratuita, hay que ser consciente de que tiene un valor».
Para el actor, «internet es imparable, es muy difícil de controlar pero, como en todo, habría que llegar a un acuerdo. Todo el mundo tiene derecho a acceder a la cultura, pero hacer una película cuesta mucho dinero y muchos esfuerzos».
«El kaserío» tiene un premio de la Mostra de Valencia y su anterior película, «Carmo», fue la única cinta española seleccionada para el Festival de Sundance. «Los premios y distinciones son un reconocimiento a tu trabajo, lo que hacen es apoyar una película y eso es positivo. Si encima eso hace que la gente vaya más al cine pues mucho mejor».
No obstante, afirmó que «estoy un poco cansado de la crisis porque si nos encerramos en ese tema nos ahogamos, hay que tener un pensamiento positivo y entre todos intentar reflotar este oficio tan maravilloso».
El hecho de que una mujer del cine sea ministra de Cultura (Ángeles Gonzalez-Sinde) le provoca incertidumbre. «Creo que hay que darle tiempo a la gente para que realice su trabajo, porque los problemas que hay que resolver son algo más a largo plazo».
Estos días, Fele Martínez aprovechará para asistir al Festival de Cine de Alicante que empieza el lunes, porque «es una gran ilusión que lleguemos ya a la sexta edición». Un poco más adelante espera cerrar algunos proyectos de cine, «que aún están en el aire», y una obra de teatro «para finales de año», la historia de un agente doble inglés que estuvo a punto de asesinar a Franco.
CINE – CRÍTICA
ANTONIO DOPAZO
Pretende jugar el papel de comedia social, sin renunciar por ello al romance por supuesto, pero lo hace con excesiva ingenuidad, desvirtuando ese intento de reivindicar a un grupo de marginados «okupas» que sufren las consecuencias de una administración local corrupta. El director Pau Martínez hace descansar este tema sobre el cambio de actitud que se opera en el protagonista, un abogado municipal que acaba solidarizándose con el «enemigo», aunque sus recursos argumentales son tan endebles que todo resulta forzado y gratuito.
El problema de «El kaserón» no surge de que sea tan previsible, y eso es evidente, sino de un tratamiento frágil de los personajes, que no desprenden la más mínima credibilidad. El actor alicantino Fele Martínez, en un cometido que está viciado de origen, actúa con una inocencia exagerada. El es el abogado recién llegado al ayuntamiento que es encargado por el político de turno para que desaloje de forma pacífica y previo acuerdo a unos «okupas» que se han instalado desde hace años en una mansión de propiedad municipal.