CONFERENCIA INAUGURAL 2010/2011
DEL CLUB INFORMACIÓN

INTERVIENEN

LUIS FRANCISCO ESPLÁ. Maestro en tauromaquia. Condecorado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de 2009
TERESA PUMAREGA BAS. Presidenta de AFA (Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer Alicante)

PRESENTA

JORDI SÁNCHEZ NAVAS. Director del Club INFORMACIÓN

LA MEMORIA DE…»

El ciclo «La Memoria de…» es una nueva iniciativa puesta en marcha por La Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Alicante (AFA Alicante) para sensibilizar a los alicantinos respecto al grave problema que supone esta enfermedad.

De todos es conocido el devastador efecto que la enfermedad de Alzheimer tiene, en particular sobre la memoria de los pacientes. Nuestro objetivo es propiciar encuentros en los que una persona conocida haga llegar a la audiencia “su memoria”, de manera que los asistentes, además de disfrutar de la ponencia, reflexionen sobre la enorme importancia de la memoria en nuestras vidas y sobre la tremenda pérdida que supone no tenerla. Perdemos con ella nuestro pasado, las vivencias que nos han hecho quienes somos, los afectos que hemos creado en nuestra vida. En fin, se acaba perdiendo uno mismo.

Hemos querido que fuera el maestro Luis Francisco Esplá quien inaugurase este ciclo, haciéndonos partícipes de sus recuerdos, de su memoria. La talla intelectual y humana de este ilustre alicantino, que el próximo 3 de noviembre recibirá la Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes, junto a su capacidad oratoria, le hace merecedor de tal protagonismo.

«QUERÍAN ACABAR CON EL TORO COMO IDEOGRAMA ESPAÑOL»
BORJA CAMPOY

­A través de un viaje por su pasado más reciente, Luis Francisco Esplá enseñó ayer su cara más solidaria y comprometida en el Club INFORMACIÓN. Los recuerdos más cercanos le conducen a las polémicas que envuelven en los últimos tiempos al mundo del toro, con la prohibición de los festejos en Cataluña y el trasvase de competencias desde el Ministerio de Interior al de Cultura. El torero alicantino intervino como ponente en el Parlament de Catalunya, cuando el asunto aún se debatía en los foros políticos. «Lo que han hecho allí tiene una clara connotación política, al toro le han hundido la senyera por el costado», manifestó durante su intervención.
La conferencia de ayer estaba promovida por la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Alicante, dentro de un ciclo en el que distintas personalidades indagan por su pasado en un gesto simbólico de apoyo en la lucha contra la enfermedad. En sus recuerdos, Esplá mantiene fresco todo lo sucedido en Cataluña. «Han medido mucho su actuación, los pasos que tenían que dar. Es cierto que allí no hay afición, que sólo quedaba una plaza en uso, la de Barcelona. Pero si lo que querían era tener un gesto hacia los defensores de los animales, hubiera bastado con que hubieran gravado un impuesto sobre el toro y habrían acabado con él», afirmó.
A juicio del alicantino, lo que se hizo fue « convertir la situación en un logro político zafio y estúpido. Con la que está cayendo, es muy triste que enmarañen el debate con el tema del toro. Querían acabar con él como ideograma español, no evitar su sufrimiento. Los animales tienen un uso, siempre que no se vaya contra su dignidad. El toro sirve para lo que sirve, está preparado genéticamente para la lidia».
Sobre que Cultura asuma las competencias taurinas, Esplá opinó que «ahora no es el momento idóneo para ello, parece una revancha por lo de Cataluña. Estas cosas necesitan moldearse con serenidad, y no de una forma precipitada. Es un asunto muy complejo, que atañe a muchos sectores: agricultura, sanidad, transporte…». Para el torero, «lo más importante es que no se manipule el espectáculo. El problema es que los propios taurinos están divididos, vivimos en un reino de taifas. Si nos vinculamos, todo sería más fácil. El miedo que tengo es que esto se rompa».
La vida del torero no ha estado solo agitada por ásperas polémicas, todo lo contrario. Muchas son las emociones que ha vivido en primera persona, sobre todo durante su despedida de los ruedos en 2009 y con la alternativa de su hijo Alejandro. «El año pasado fue fantástico. Me salí del circuito taurino habitual, de los carteles complicados. Eso me permitió encontrarme con un público amable y disfrutar. Fue una de las campañas más redondas de mi vida», recordó. «Es gratificante despedirte de las plazas con buen sabor de boca, con eso es con lo que se queda la gente», añadió.
2009 también será un año recordado en la memoria de Esplá por la Medalla de Oro de Bellas Artes. Este reconocimiento trae una anécdota a su cabeza. «Fue divertido. Estaba en el campo, inmerso en la dinámica bucólica en la que ahora vivo, cuando mi hijo me pasó una llamada de teléfono de la ministra de Cultura. Pensaba que era una broma, que sería algún gracioso que me gastaba una broma. Creía que no se la volverían a dar a un torero tras la absurda polémica que hubo con Fran Rivera», declaró ayer. Recibir la medalla «es una de las cosas que más me ha emocionado nunca, porque es un reconocimiento que llega desde fuera del mundo del toreo y que no me prestigia a mí, sino a todo el gremio, lo vincula a la expresión artística», reconoció durante su intervención.
La alternativa de su hijo Alejandro la recuerda como «un día en el que todo salió bien, tengo una imagen muy buena de ese momento, sobre todo por mi hijo. A mí lo único que me interesa es que le salgan bien las cosas a él, que es el que tiene que rentabilizar su vida con los toros».
Uno de los asuntos que más ha agitado la memoria de Esplá en los últimos tiempos fue la demolición de la plaza de toros de su padre debido a un Plan Urbanístico. «Ese asunto me sumió en la necesidad de evocar muchos recuerdos e imágenes del pasado. Tuve que sacar objetos de allí que estaban perdidos en mi memoria, en blanco y negro», afirmó. Esta tonalidad está presente en muchos momentos de la vida de Esplá. «Toreros, artistas, deportistas… Hasta al Caudillo lo recuerdo en blanco y negro», dice mientras evoca a los tiempos en los que «la ciudad era totalmente distinta. Las estaciones estaban perfectamente definidas, se separaban los olores, los sonidos, las actividades…».
Durante la charla, el maestro alicantino no se olvidó de los protagonistas del encuentro, las personas que sufren alzheimer. «Cuando a un hombre lo despojas de su memoria lo llevas a un estado animal. La enfermedad se lo arrebata todo, es patético el final que tiene la gente que sufre alzheimer. Terminan por olvidarse hasta de que tienen que comer. Y no están ellos solos, es un mal que arrastra a la familia entera. Todos los miembros de la sociedad tenemos una obligación moral con este asunto, nos tenemos que concienciar y luchar más», dijo.