INTERVIENEN:
JUAN ANTONIO GARCÍA SOLERA. Doctor arquitecto y técnico urbanista diplomado, autor del Plan General de Alicante de 1972
ALFONSO VEGARA. Doctor arquitecto, profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Director del proyecto «Triángulo Alicante-Elche-Santa Pola»
MARIO GAVIRIA. Sociólogo urbanista, profesor en la Universidad pública de Navarra. Autor del prediagnóstico del Plan General de Alicante en 1981
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
LOS EXPERTOS PIDEN UN GRAN PASEO MARÍTIMO PARA QUE ALICANTE VUELVA A MIRAR AL MAR
JAVIER IZQUIERDO
El arquitecto José Antonio García Solera, redactor del plan general de Alicante de 1972, inició su intervención reclamando que la fachada marítima de la ciudad, de unos 20 kilómetros de longitud, se considere como una unidad y recordó que su planeamiento apuntaba en esta dirección al plantear el crecimiento de la ciudad en paralelo al mar, desde la playa de San Juan (al norte) hasta los saladares de Agua Amarga (al sur).
Según el arquitecto García Solera el plan de ordenación vigente enterró esta concepción de ciudad y planteó un crecimiento radial, lo que a juicio de este urbanista ha motivado la mayoría de los problemas de saturación de la zona centro que tiene ahora la capital de la provincia.
El redactor del PGOU de 1972 pidió que se reconsidere su concepción de ciudad y una serie de actuaciones en la zona costera para volver a conseguir que la ciudad mire hacia el mar. Entre otras, García Solera solicitó que la Explanada de España vuelva a recuperar el tráfico por su zona interior, ya que a criterio de este arquitecto la interrupción de la circulación entre la Explanada y los edificios supuso el fin de su razón de ser. También llamó la atención sobre la paralización de los PAUS 4 y 5, en la playa de San Juan, y el abandono de la zona de los saladares de Agua Amarga, para la que consideró necesario desplazar hacia el interior las vías del tren y crear en ese espacio algo similar a la Villa Olímpica de Barcelona. Pidió, por último, que un plan director contemple en su integridad el tratamiento de la fachada marítima, al tiempo que dijo que un elemento clave para conseguir la unidad de la fachada debería ser un paseo marítimo que la recorra de norte a sur.
Para el también arquitecto Alfonso Vegara, redactor del proyecto de desarrollo del triángulo Alicante-Elche-Santa Pola, el mayor problema que tiene la ciudad en estos momentos es su crecimiento radial, lo que a su juicio ha llevado a un contacto débil de la ciudad con el mar y también a la congestión del centro. Vegara denunció la progresiva privatización de la franja costera, lo que impide el desarrollo de espacios de uso público y llamó la atención sobre la falta de continuidad del espacio urbano costero.
Tras criticar la rigidez de los planes generales y los instrumentos urbanísticos, que lo desarrollan, «que impiden el liderazgo político en la transformación de la ciudad», el arquitecto Vegara señaló que el deterioro de la línea de costa «afecta a la competitividad y atractividad de la ciudad».
Reclamó actuaciones estructurantes entre la línea costera y la ciudad y pidió, entre otras acciones, la ejecución de la Vía Parque en paralelo a la línea de mar y su prolongación hacia el sur, la utilización de la zona de Agua Amarga como espacio lúdico recreativo con paseos, como el planteado para Calabarda, que la conecten con la ciudad y rechazó la existencia de un puerto industrial y su desarrollo hacia la zona sur, tal y como plantea el Plan Especial del Puerto.
El sociólogo Mario Gaviria, que realizó el estudio que sirvió de base para la confección del actual plan general, se mostró básicamente de acuerdo con los planteamientos expuestos por García Solera y Vegara.
En el diagnóstico que realizó del estado actual de la franja costera, Gaviria, señaló que la zona norte -desde Playa de San Juan hasta la Albufereta ha mejorado en líneas generales-, mientras que el resto se ha degradado.
Como principal problema, Gaviria apuntó al puerto, al que acusó de estar «aislando la ciudad del mar», al tiempo que llamó la atención sobre la progresiva degradación de la Explanada de España y su entorno. El sociólogo Gaviria se pronunció, en una de las partes más polémicas de su intervención, por un modelo de puerto distinto al que plantea el PEP, es decir, ni comercial ni puerto deportivo y pidió que la dársena interior se dedique a zona de ocio ciudadano.
Esta posición fue, precisamente, una de las que más polémica suscitó en el debate que se produjo tras las intervenciones de los tres ponentes, motivando réplicas del presidente de la Cámara de Comercio, Luis Díaz Alperi, y del propio alcalde de Alicante, Ángel Luna.
El dirigente empresarial señaló a este respecto que el puerto no sólo presta servicio a la ciudad de Alicante, sino también al resto de la provincia y no se puede prescindir por este motivo de su papel comercial. También consideró bueno para la ciudad el proyecto de puerto deportivo en la dársena interior porque puede atraer riqueza.
Luna medió en el debate para recordar a los tres ponentes que el Plan Especial del Puerto (PEP) fue objeto de una gran discusión en todos los ámbitos ciudadanos, que se expuso al público para recibir sugerencias y que el Ayuntamiento lo aprobó con sólo la oposición del concejal Diego Zapata.