Interviene
Saülo Mercader. Pintor y escultor de reconocida fama internacional. Nueva York, París, Berlín. Condecorado con altas distinciones por diversos países tales como Francia, EE UU y Turquía.
Presenta
Ignacio Jiménez Raneda. Rector de la Universidad de Alicante
«El libro cuyo prólogo estoy escribiendo ahora es realmente sorpredente por la diversidad de los temas abordados, su composición explosiva que no debe nada al azar, la revelación de las experiencias existenciales y espirituales de Saülo, vividas por parte desde la infancia, sus encuentros con algunos artistas contemporáneos. El traumatismo de la infancia fue tan violento que le inspira, sin preámbulo y de pronto anunciador de gritos de rebelión. Aunque haya llegado a ser un artista reconocido (Beca Fullbright de los EE UU, doctorado en Artes Plásticas por la Universidad de París), no puede resignarse en el hecho de que su identidad le fue robada tan como su infancia y cuatro años de esfuerzos a finales del siglo XX para hacer constar su verdadera identidad sin llegar a un resultado; su éxito artístico no lo ha sacado de este “pozo sin fondo”. Es la razón por la cual escoge la escritura como medio de alivio y se hace “un pelegrino en cruzada contra la ignorancia”».
Bartolomé Bennassar, historiador, escritor, profesor émerito de Historia Contemporánea en la Universidad de Toulouse II-Le Mirail (Francia)
CURRÍCULUM DE SAÜLO MERCADER
Saülo Mercader (1944), de nacionalidad española, nació en San Vicente del Raspeig en la finca Los Molinos. Ha trabajado infatigablemente como pintor y escultor desde los 6 años. Premiado y becado varias veces (Fundación de la Vocación -Beca del Gobierno Francés- Beca Fulbright de los EE UU), es Master of Arts in Education, Cum Laudem del Teacher´s College de la Columbia University de Nueva York (1982) y Doctor en Artes Plásticas de la Universidad de París VIII (1986). A su brillante trayectoria artística internacionalmente reconocida, se une obras escritas: «Art», Matière, Energie» (1993), un ensayo sobre las influencias de las energías en el proceso creativo, «Les Chants de L´Ombre» (2000) que son recuerdos de su infancia y adolescencia en Alicante en los tiempos de la época ciega.
Son viaes a través de una visión singular del Arte y de su propósito. La mirada sobre una obra de Arte no es inocente. Es un real desafío que el autor, pintor y escultor, auténtico chaman, propone al lector. Emprender los senderos de las estrellas, desvelar mundos insospechados, de los más diminutivos hasta los más gigantescos, atravesar fronteras invisibles jugando con las paradojas de la evolución del espíritu humano, es todo y más, que el lector encuentra en este libro deslumbrante que propone un viaje único en las arcanas de la creación artística, arriesgando una visión inédita de lo invisible.
ENTREVISTA A SAÜLO MERCADER
«NO SOLO HAY UNA CRISIS ECONÓMICA EN EUROPA, TAMBIÉN HAY OTRA MORAL»
Por JUANJO PAYÁ
En la era digital y de Internet, donde convivimos invadidos por los mensajes que lanzan las redes sociales y la evolución de las nuevas tecnologías, el pintor Saulo Mercader pide un momento de calma y reflexión. Porque, según afirma, la vida y obra de los intelectuales y artistas está cada vez más maltratada y deteriorada. Este es uno de los puntos de los que parte en su última obra, «Extrate-Art. Visión de lo invisible», en el que ha volcado las meditaciones después de más de 60 años de trabajo.
¿Qué nos vamos a encontrar en el libro?
Es una serie de reflexiones sobre la vida de los pintores. Porque he leído a muchos de ellos, también a sus obras, y con todo ello he aportado mi propia visión. Y con todo ello yo pienso que estamos no solo ante una crisis económica, sino también ante una crisis moral y del individuo en toda Europa. Una crisis en la que hemos hecho hincapié en el factor de la materia tecnológica y nos hemos olvidado de nosotros mismos.
Pero las nuevas tecnologías también han contribuido a la actual sociedad…
Sí, pero hemos dado un cien por cien a esa parte y nos hemos olvidado de nuestra alma, de nuestro interior. Ha habido mucha gente obsesionada con construir y comprar, y no por la naturaleza que nos rodea. Hemos hecho demasiado hincapié en destrozar la costa, en una arquitectura que por cierto no tiene nada de arte. El arte está y ha estado olvidado. Y un escultor tiene que dar su vida a ello.
Pero entonces no niega de la nueva tecnología.
No, no, en absoluto. De hecho, yo también hago uso de ella. Lo que digo es que es necesario poner límites a esa tecnología. Ha ocupado demasiado. Y nos hemos olvidado de otras cosas.
¿Y qué solución nos queda entonces?
Pues lo ideal sería que los pintores y escultores dediquen su vida a ello, porque para captar el movimiento de la sociedad hay que dedicar su vida a esto. Sería necesario entonces una revolución cultural, que lo cambie todo.
¿Una revolución cultural? Dé más detalles.
Hay países que ya lo tienen, como Holanda, Francia o Estados Unidos. Se trata de que, por ejemplo, un artista llegue a París para crear y se le ceda un taller para ello, como me ocurrió a mí. Aquí, en España, por el contrario vienes y pareces un bicho raro, com un extraterrestre. Lo que digo es que la sociedad se tiene que dar cuenta de que los artistas son fundamentales. Y también pido a los responsables culturales que el concepto del arte no es tener los museos simplemente llenos, porque a las obras hay que dotarlas de vida. Hay un claro maltrato hacia el arte.
¿Y cuánto tiempo lleva hacer un libro así?
Este libro me ha costado a mí 60 años. Yo empecé con cuatro, en la finca de Los Molinos de San Vicente del Raspeig, cuando mi padre me vendaba los ojos y me hacía tocar las esculturas del jardín. Y ahí empezó una enfermedad que no se ha vuelto a marchar. Porque soy un inmortal, y mis obras son inmortales, y quiero que sean reflejo de la sociedad donde vivo.
El libro es el presente, y ¿qué hay del futuro más inmediato?
Pues el próximo 17 de marzo, en el Salón Internacional del Libro de París, a la que asistirá el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, y el ministro de Cultura, se podrán ver varias de mis obras allí expuestas, llamadas «La serie del hombre de la luz».