INTERVIENEN:
ANTONIO BERNABÉ. Director del Institut Turístic Valencià (ITVA)
JOSÉ JOAQUÍN MOYA. Presidente del Patronato Provincial de Turismo
PEDRO HERNÁNDEZ MATEO. Alcalde de Torrevieja
JOSÉ VERDÚ CENTENERO. Presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hospedaje
JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ. Vicepresidente de la Asociación Provincial de Agencias de Viajes
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
EL DEBATE SOBRE PROMOCIÓN TURÍSTICA DESCUBRE EL DIVORCIO ENTRE EL SECTOR Y LA ADMINISTRACIÓN
F. J. BENITO
La proximidad de la feria Fitur hizo que el debate sobre la promoción turística despertara una gran expetación en toda la Costa Blanca, hasta el punto de que en el Auditorio de la CAM se reunieron representantes del sector llegados desde todos los puntos de la provincia. Tras una primera intervención de José Verdú, presidente d ela Asociación Provincial de Hospedaje, quien lamentó la poca maniobra de trabajo que tiene el hotelero independiente en Fitur y de José Manuel Hernández, vicepresidente de la asociación provincial de agencias de viaje, quien pidió que los organismos públicos contaran con los profesionales para organizar las ferias, el debate entró en su parte más «caliente» de la mano del alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo; el presidente del Patronato Provincial de Turismo, José Joaquín Moya y del director del ITVA, Antonio Bernabé.
Hernández Mateo defendió la presencia de los ayuntamientos en Fitur, «pues somos los que ofrecemos la posibilidad de que acuda el sector». El edil popular hizo un símil entre lo que significa estar en Fitur y la Coca-Cola. «Es una bebida que la conoce todo el mundo, pero no por ello deja de anunciarse. Lo que hay que analizar es cómo se debe ir a Fitur. El sector privado debe estar pero resulta que esta feria es la única en la que los empresarios no se deciden a montar por su cuenta un stand. En turismo todo está descubierto, lo que hace falta es trabajar en ello».
La intervención del alcalde torrevejense tuvo inmediata réplica en el socialista José Joaquín Moya, quien con la vehemencia que le caracteriza acuso a Mateo de olvidarse de lo que representará el año 2000 para el turismo». Moya pidió a continucación que se «desacralice Fitur. Es una feria de imagen en la que se debe estar y punto», para después decir que «lo que el sector no puede permitirse es dormirse en los laureles y debe profundizar en al calidad y la profesionalización, expulsando a los especuladores», Moya terminó su intervención «suspirando por encontrar interlocutores válidos y organizados entre los empresarios», afirmación que suscitó la inmediata respuesta del público -muchos empresarios- quienes le recriminaron el que nunca se había puesto en contacto con ellos para dialogar. El diputado acabó por pedir disculpas.
Por su parte, Antonio Bernabé, destacó la oportunidad de Fitur como un instrumento más de promoción del turismo y proclamó la viabilidad de la feria como «la oportunidad de encontrarnos con los productos turísticos y las ofertas de 130 países, lo que hace inexcusable nuestra presencia». Bernabé basó su intervención en dos ejes centrales: la importancia de la promoción y de la comercialización, que dejó en manos de los empresarios.
Marcas
Los momentos más álgidos del debate se vivieron con las preguntas salidas desde el foro y por la petición hecha por uno de los ponentes, José Verdú, quien reclamó al ITVA, en base a un acuerdo del pleno de los hoteleros del municipio, para que la conselleria dé a Alicante rango de marca turística. Bernabé contestó que la discusión no tenía mucho sentido porque el mercado demanda ahora productos y no marcas, para sentenciar que «desde el punto de vista de un turismo determinado ya considero a Alicante como una marca diferenciada y como tal tendrá trato preferente en el stand del ITVA en Fitur».
Martínez Monge, vicepresidente de la Asociación Mundial de Escritores de Turismo, criticó que los municipios pequeños acudieran a Fitur, pues según él donde tienen que promocionarse es en las grandes localidades turísticas de la Costa Blanca -léase Benidorm-. Moya y Bernabé basaron la defensa de los pequeños en la autonomía municipal.
Por último, hoteleros representativos de Alicante, como los directores del Meliá y el Sidi-San Juan, censuraron la falta de seguridad y de limpieza de la capital de la Costa Blanca, lo que provocó la intervención más «exótica» del propio foro, cuando el edil alicantino de Turismo, Alejandro Bas, sugirió la posibilidad de crear un impuesto turístico, que los empresarios del sector paguen más como sucede en Calviá.
