Con la colaboración del Institut Valencià de la Dona
INTERVIENEN:
SARA GLATTSTEIN. Directora de «Cosmopolitan»
TEODORO IZQUIERDO. Director de «Dunia»
JOANA BONET. Directora de «Woman»
JUANA GALLEGO. Profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona
MODERA:
PALOMA REVERTE. Directora del Diario «La Opinión» de Murcia
LA PRENSA FEMENINA CUENTA EN ESPAÑA CON UN TOTAL DE TRES MILLONES DE LECTORES
PIRULA ARDERIUS
Antes de iniciar su intervención, Sara Glattstein expresó su satisfacción por el hecho de que las revistas femeninas fueran incluidas en un foro de debate «como parte integral de la prensa nacional, por su cuantioso número de lectores y por su veteranía».
Reflexionó Sara sobre el hecho de la gran influencia que ejerce la cultura occidental en la prensa «que son copia de los poderes masculinos imperantes en materia de política, economía y religión, relegando a las mujeres como protagonistas de las páginas de sucesos», poniendo como ejemplo el hecho de que solamente cuatro mujeres estén al frente de la dirección entre un total de 147 periódicos que se editan en España.
Seguidamente y tras afirmar que «la prensa cambia con la sociedad», Sara aludió a la búsqueda de los huecos existentes por parte de los editores, siendo el de la mujer uno de los más relevantes «porque leen, ocupan puestos intermedios y votan», pugnando por seducirlas, conquistarlas y convencerlas a través de unas publicaciones, muy ricas en lectores, en las que no hay política, deportes ni violencia.
Después de realizar un repaso histórico de la prensa femenina, que en los años 60 empieza a cambiar abordando temas como los de la salud y el divorcio y cuidando más su diseño estético, la directora de «Cosmopolitan» -que aseguró contar con 800.000 lectores mensuales- aseguró que en la prensa femenina no es tan exigente el control como la rentabilidad de contenidos y tienen un talante más liberal.
Teodoro Izquierdo inició su intervención hablando también de los orígenes de la prensa femenina en Europa y de su despegue en España a raíz de la transición política, adaptando sus contenidos a los intereses de sus lectores «mantienen -afirmó- una actitud ideológica a favor de la libertad y con opciones paralelas al mundo en que se desarrollan. Consideró Teodoro que las mujeres se están que las mujeres se están cuestionando para qué sirve el poder y el grado de satisfacción que puede proporcionarles, situación que replanteará el futuro a través de la reflexión sobre si, alguna de las luchas que emprendieron, sirven para algo.
Por su parte Juana Gallego, profesora de la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona, comenzó afirmando que la esfera de lo público, gestionado por los hombres, genera discursos distintos a la esfera de lo privado, en la que el predominio es de la mujer. Hizo también referencia a la incidencia de las transformaciones sociales y políticas en la prensa femenina y afirmó que cada una de ellas plantea un modelo de mujer.
Aludió seguidamente a la saturación del mercado a partir de los 80, con la instalación en España de las multinacionales europeas y americanas, que encontraron un terreno virgen en nuestro país. Cuantificó en tres millones el número de lectores de estas revistas en España en un perfil de mujer en la que predominan las edades comprendidas entre los 15 y los 60 años, con estudios medios, y preferentemente solteras. Achacó su éxito al ámbito de espacio privado que abordaban, más próximo a las mujeres que sienten una cierta desconfianza por la esfera pública y las instituciones, amparándose en el hogar y en la intimidad y que encuentran en estas revistas hasta una guía moral, junto a los valores que propicia la sociedad, como juventud, belleza y culto al cuerpo. Aseguró que la aportan secciones culturales y reportajes interesantes de leer y no entorpecen su autonomía.
