Con motivo del XX Aniversario del Club INFORMACIÓN, diálogo entre Joan Lerma y Eduardo Zaplana, ex presidentes de la Generalitat Valenciana
EL CLUB INFORMACIÓN CELEBRA SUS 20 AÑOS CON UN DIÁLOGO PÚBLICO ENTRE LERMA Y ZAPLANA
El Club INFORMACIÓN abrió por primera vez sus puertas el 8 de febrero de 1993. Veinte años después, el próximo viernes el foro de debate creado por este periódico se vestirá de gala para celebrar el aniversario y lo hará siendo fiel a algunos de los principios que le han caracterizado a lo largo de estas dos décadas: someter a análisis y reflexión los temas que más preocupan a la sociedad en cada momento, hacerlo desde el rigor y la sencillez y contar en cada actividad con personalidades de peso que puedan aportar visiones contrastadas de los asuntos que se tratan.
Por eso será la difícil situación por la que atraviesa España, una de las peores de su historia, y dentro de ella, el modelo de Estado vigente, puesto continuamente en cuestión, el tema a discutir en ese acto con que se celebrará el vigésimo aniversario del Club. Y los invitados para hacerlo serán los dos primeros presidentes elegidos por los ciudadanos para dirigir la Comunidad Valenciana: el socialista Joan Lerma, que fue jefe del Consell entre 1983 y 1995, y el popular Eduardo Zaplana, que le sucedió en el cargo tras ganar los comicios de aquel 1995 y ocupó la presidencia de la Generalitat hasta julio de 2002, cuando renunció al cargo.
Ambos cuentan con una dilatadísima carrera política ?actividad en la que Joan Lerma aún continúa, mientras que Eduardo Zaplana pasó a trabajar en la empresa privada en 2008?, forjada en la transición y en cierto modo paralela. Los dos no sólo coinciden en haber presidido el gobierno autonómico valenciano, sino que también ocuparon con posterioridad carteras ministeriales y puestos destacados en el Parlamento español. Joan Lerma fue ministro de Trabajo en los últimos gobiernos de Felipe González, y posteriormente fue portavoz del grupo parlamentario socialista en el Senado. Por su parte, Eduardo Zaplana también ocupó la cartera de Trabajo durante los últimos gobiernos de José María Aznar, en los que también desempeñó el cargo de ministro portavoz, y tras la derrota del PP en las elecciones generales de 2004 y hasta su retirada al final de esa legislatura fue el portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados. Tanto Lerma como Zaplana vivieron momentos políticamente muy difíciles, como la crisis de mediados de los noventa, los casos de corrupción de finales de esa década, la guerra de Irak o los atentados islamistas, desde puestos de primera fila, ya que ambos formaron parte de las direcciones federal y nacional del PSOE y del PP, respectivamente, lo que les confiere aún mayor experiencia para abordar la situación que sufre ahora España. También fueron líderes indiscutidos de sus partidos en la Comunidad Valenciana y mantienen todavía influencia sobre ellos.
Pese a todas estas similitudes, nunca han protagonizado un «cara a cara» fuera de las Cortes Valencianas, por lo que el acto que celebrará el Club INFORMACIÓN el día 8 será el primero en que los dos se sienten frente a frente a hablar de política en público sin las rigideces y cortapisas de los reglamentos parlamentarios. De hecho, INFORMACIÓN no les ha propuesto que protagonicen un debate al modo en que se entienden en las campañas electorales, lo que no tendría sentido, sino que dialoguen frente al público sobre los problemas de España, en un intento de que los asistentes puedan extraer conclusiones fructíferas de esa conversación.
El acto, primero de los que se celebrarán con el mismo formato y distintos protagonistas, también de primera fila, a lo largo de este año 20 del Club INFORMACIÓN, comenzará el próximo viernes 8 de febrero, a las 19 horas, en el salón de actos del Club, anexo al edificio del periódico sito en la avenida del Doctor Rico, número 17 de Alicante. El encuentro está patrocinado por el banco SabadellCAM, que de esta forma une su marca a la del foro de opinión de mayor relevancia que existe en la provincia, y la entrada, como es habitual, será libre limitada al aforo del local. El diálogo será moderado por el director de INFORMACIÓN, Juan R. Gil.
500.000 RAZONES PARA SEGUIR AHÍ
J. C.
La historia del Club INFORMACIÓN comenzó a escribirse hace este próximo viernes justamente 20 años, el 8 de febrero de 1993, con un debate sobre las comunicaciones en la provincia de Alicante que se celebró en el Auditorio de la CAM en el que intervinieron algunos de los pesos pesados de entonces, como el conseller de Obras Públicas, Eugenio Burriel; el gobernador civil, Alfonso Calvé; el presidente de la Diputación, Antonio Mira-Perceval; el rector de la Universidad de Alicante, Ramón Martín Mateo; el alcalde de Benidorm, Eduardo Zaplana; así como Luis Díaz Alperi, presidente de la Cámara de Comercio, e Isidro Martín, presidente de la Confederación de Empresarios.
Desde esa fecha han sido medio millón los asistentes a los más de 2.500 actos en los que han tomado parte más de 6.000 ponentes y actuantes, unas cifras a las que hay que añadir los más de cuatro mil socios de la web del Club (clubinformacion.com) y su presencia en Facebook.
Pero estos números no significarían nada si no se pudieran traducir en términos de protagonismo ciudadano, algo que constituye la base fundacional de este espacio de encuentro. Como señala José María Perea, primer director del Club, en su artículo introductorio al Especial que publica este periódico el próximo viernes, «los asistentes a los actos han sido tan protagonistas como los innumerables ponentes que han ocupado la tribuna, aunque en muchos casos fueran anónimos ciudadanos. La apertura del Club a todo tipo de actividades, desde el mismo momento de su creación, reforzó la vinculación que siempre ha existido entre el diario INFORMACION y sus lectores. El Club siempre fue una parte del periódico, otra forma de seguir relacionándose con la sociedad alicantina. Otra manera de incidir en la actualidad con rigor, cercanía e independencia, como se pregonaba de los contenidos del diario. Para muchos lectores acudir a los actos del Club era una práctica permanente, tanto que se les podía acercar el micrófono, en los coloquios, identificándoles por su nombre».
¿Y qué han encontrado los ciudadanos para apoyar con su presencia y su participación la programación del Club? Sin duda, tal y como refrenda la encuesta que también publicamos en el Especial del viernes, la posibilidad de escuchar voces distintas entre los ponentes, que en numerosas ocasiones polemizaron desde la misma tribuna sin perderse en exabruptos, una forma de diálogo que cuajó en el público a la hora de sus intervenciones, como sucedió ya en los primeros meses con el respeto a la pluralidad lingüística de nuestra Comunidad, con la expresión libre de ponentes y público en las dos lenguas habladas en esta tierra. Y también en gran medida la política de apoyo al cine y al arte que ha llevado el Club desde sus inicios y con especial incidencia desde la apertura de su sala propia en 2001.
Este espíritu es el que pretende reflejar el Especial 20 Aniversario del Club INFORMACIÓN que los lectores del diario tendrán este viernes en su mano, donde a lo largo de 64 páginas a todo color se realiza un repaso pormenorizado de las actividades llevadas a cabo durante estas dos décadas y se valora su significado mediante opiniones de Francisco Esquivel, Juan R. Gil, Francisco Sánchez, Jesús Rodríguez Marín, Fernando Franco, José Carlos Rovira, Joan Iborra, Manuel Alcaraz, Rafael Ramos Fernández y Antonio Dopazo, así como entrevistas con monseñor Elías Yanes, Juan José Millás, Gabriela Bravo, Manuel Palomar, María Antonia Iglesias, Ana María Sánchez, Ricardo Ferré, Domingo Rodes, Adán Aliaga, Fele Martínez y José Luis Casanova, párroco de la Santa Faz, sin olvidar una carta-dedicatoria de Marilyn Rossner, todos ellos personas y personajes vinculados a la trayectoria del Club INFORMACIÓN durante estos primeros veinte años de presencia tanto en Alicante capital como en numerosas poblaciones de toda la provincia.
JOAN LERMA: «GRACIAS»
La ciudad y la provincia de Alicante vivieron con inusitada ilusión, intensidad y rica diversidad los años de la transición. El paso de la dictadura a la democracia fue una ebullición espontánea y esperanzada: recuperábamos nada menos que la capacidad para ser los sujetos de nuestra propia historia; esta vez el predicado lo elegíamos nosotros y elegimos gritar, para ser oídos por nosotros mismos, aquello de Llibertat, Amnistia, Estatut d´Autonomia. Se nos oía; teníamos el fuelle necesario y nuestra resolución, permítaseme escribirlo, era inquebrantable.
Y fuimos haciendo país, pusimos los cimientos para construir la sociedad democrática europea y avanzada que hoy, pese a todo, somos. No está de más recordar que durante los ochenta fuimos un ejemplo para el mundo. Entonces la política y la calle eran la misma cosa: todos éramos cómplices de un proyecto común.
Y llegaron los noventa, que se estrenaron con una crisis económica que nuestra adolescente democracia no tenía prevista. Habíamos sufrido algún que otro susto, pero aquel fue el primer escollo serio y hubo que pararse a pensar y hubo que rearmarse, especialmente de responsabilidad. Habíamos construido el estado de las autonomías, estábamos en Europa, disfrutábamos de lo que terminaría llamándose el estado del bienestar, se construían infraestructuras y crecíamos, llenos de optimismo. La crisis del 92 nos puso en el suelo y nos hicimos conscientes de que las cosas no siempre iban a ser fáciles, de que nuestros retos a superar no estaban sólo en el pasado.
En ese contexto, quizás más que nunca, en nuestra democracia y me atrevería a decir que tanto como ahora, había que abrir espacios para la reflexión, para el debate, para el acuerdo en la priorización de objetivos, para el consenso. En ese escenario nacía en febrero de 1993 el Club INFORMACIÓN. Nació porque era una necesidad: la sociedad civil alicantina debía dotarse de instrumentos objetivos para la participación, para la transparencia, para el diálogo, para la discrepancia y para la crítica, elementos todos constitutivos de la madurez social que esta ciudad y esta provincia se merecen.
El del Club ha sido un camino armado con miles de actos, miles de llenos, miles de éxitos. Cientos de miles de alicantinos han podido ser coprotagonistas de la actualidad compartiendo un rato y unas palabras con quienes mueven la realidad. Y siempre en el clima de respeto y escrupulosa imparcialidad que le han querido dar sus responsables.
El Club INFORMACIÓN es hoy un elemento indispensable que nos enriquece como sociedad. Por eso goza de la tenaz capacidad para la convocatoria que tiene y merece. El secreto quizá sea tan simple como hacer las cosas desde la honestidad, el afán de servir y el deber de comunicar sin dobleces.
Mi enhorabuena a los responsables de esta ilusión en marcha. Un lugar de encuentro donde un ciudadano cualquiera puede preguntar libremente a un ministro, a un científico o a un artista, es todo un patrimonio. Veinte años no es nada, pero formar parte ya imborrable de nuestra historia, es todo. Gracias.
EDUARDO ZAPLANA: «LES PIDO QUE SIGAN»
Las buenas iniciativas que se ponen en marcha son sin duda meritorias. Pero sostenerlas en el tiempo y que veinte años después sigan conservando su vigencia y vigor son buena prueba del acierto de esas ideas y del talento de quien las alumbró y les dio continuidad. Por ello, después de haber tenido la oportunidad de participar en la inauguración del Club de Opinión del Diario Información en 1993 es para mí un motivo de profunda satisfacción poder regresar hoy a este ámbito de participación y debate ciudadano que ha contribuido de forma notable a hacer de nuestra provincia una provincia más moderna y avanzada.
En esa ya lejana fecha acababa de acceder a la Alcaldía de Benidorm en una situación política por todos conocida pero que fue el inicio de una de las etapas más intensas de mi vida. Hoy regreso a esta casa alejado de la política desde hace casi 5 años.
No soy nada nostálgico y tampoco creo que cualquier tiempo pasado fue mejor, aunque no puedo dejar de observar con mucha tristeza el presente que nos acompaña. Estoy seguro que como siempre seremos capaces de sobreponernos a la adversidad. Hay siempre que mirar adelante. Esta ha sido siempre mi actitud vital que me lleva a relativizar muchas cosas y a quedarme con lo importante y sólido y olvidar lo que no era más que la espuma de los días.
Pues bien, dentro de ese balance es justo reconocer que en estos 20 años, en la provincia de Alicante, el Club Información ha jugado un papel importante. Por algo es el Club del diario más leído desde hace décadas en esta provincia. Y a lo largo de estas dos décadas en las que el Club ha sido un centro del debate y discusión de ideas y de proyectos ?algo que tanta falta hace a nuestra provincia?, mi relación no ha sido siempre la del día de la inauguración, o la de esta tarde, sino que ha ido acompañada de tensiones que sería larguísimo y que no son el momento de relatar, pero que desde mi punto de vista se deben, como casi siempre ocurre en estos casos, a errores compartidos de los que yo acepto mi parte.
Aquí han encontrado una plataforma de expresión destacadas personas de dentro y fuera de nuestra provincia, colectivos sociales, asociaciones y representantes de la sociedad para expresar sus ideas, sus puntos de vista o para debatir. El balance es altamente positivo y los responsables de la idea que dio su origen al club y de cuantos han venido ocupándose de su actividad pueden sentirse satisfechos por el trabajo hecho a los largo de estos años.
Hoy es, más que nunca, una plataforma de expresión plural como requiere una provincia dinámica como pocas, pero que vive una de sus horas más bajas. Para superar esta situación son más necesarias que nunca las ideas e iniciativas que inspiren proyectos colectivos que nos ayuden a superar este etapa de dificultad e incertidumbre. En esta tarea, contar con una plataforma como esta es algo que no deberíamos dejar de considerar como una aportación de gran interés.
Quiero felicitar a los responsables del Club y agradecer el trabajo de estos en sus primeros veinte años y pedirles que sigan ofreciéndolo a la sociedad alicantina como herramienta para su futuro y oportunidad para su progreso.
LERMA Y ZAPLANA PIDEN LISTAS ABIERTAS Y TRANSPARENCIA PARA FRENAR LA CORRUPCIÓN
PERE ROSTOLL
Joan Lerma y Eduardo Zaplana, los dos primeros presidentes de la Generalitat elegidos en la democracia, reclamaron acelerar los cambios legales necesarios para intentar frenar la lacra de la corrupción. Durante un diálogo de más dos horas con motivo del veinte aniversario del Club INFORMACIÓN, Lerma y Zaplana se mostraron a favor de las listas abiertas, de medidas que incrementen la transparencia en la administración o de dotar de más medios a la Justicia para poder resolver las investigaciones de corrupción con mayor rapidez e intentar así cambiar un escenario que, admitieron ambos, actualmente es complicado. «Hay un cambio de ciclo. Una coyuntura nueva. Nada de lo que hemos hecho hasta ahora vale. Hay que adelantarse. O, de lo contrario, la sociedad devorará a los partidos y a la clase política», alertó Zaplana al tiempo que Lerma dejó claro que, en su opinión, la contundencia favorece, en estos momentos, la credibilidad de la que, a día de hoy, adolecen los dirigentes con cargo público.
Dentro de un tono, con algún matiz, de notable coincidencia, Zaplana y Lerma -moderados por Juan R. Gil, director de INFORMACIÓN- rechazaron acuerdos en esta materia ?algo que sí ha propuesto Mariano Rajoy después del estallido del caso Bárcenas? y apostaron por reformas legales que renueven el sistema. Para el socialista Joan Lerma, que conserva escaño en el Senado, existe una situación de «alarma social» con la corrupción que, además, se ha acrecentado a raíz de la crisis económica. En su opinión, las investigaciones judiciales contra las tramas corruptas son una «contramedida» y la evidencia de que el modelo funciona. Pero, sin embargo, se quejó de su lentitud. «En estos casos, la Justicia debe contar con más medios y funcionar de forma más ágil y rápida», apuntó Lerma que, además, reclamó más transparencia -pidió, por ejemplo, más medios para la Sindicatura de Cuentas, justo ahora que Alberto Fabra quiere reducirla- y, sobre todo, recalcó la necesidad de impulsar una reforma de la ley electoral para introducir las listas abiertas. «De esa manera, los ciudadanos tendrían la oportunidad de castigar al corrupto y de tachar los nombres que consideren de las candidaturas», afirmó antes de proclamar que la respuesta que, hasta ahora, ha ofrecido Mariano Rajoy a los casos de corrupción que afectan al PP es «claramente insuficiente».
En una carga de profundidad contra el argumentario que el PP ha articulado contra la corrupción, Zaplana criticó el «y tu más» -«es un error de bulto», advirtió- y apostó por la «ejemplaridad» de los políticos y la «generosidad» de los afectados. «Lo contario no lo va a tolerar la sociedad», dijo el expresidente de la Generalitat que, en todo caso, reclamó que «no se debe generalizar». Para Eduardo Zaplana, en este momento, sólo cabe ser «tremendamente escrupulosos». «Se tienen que tomar todas las medidas para garantizar más transparencia, objetividad y claridad», dijo. Entre las iniciativas que propuso para intentar dar un giro a la situación citó, por ejemplo, la posibilidad de primar en las adjudicaciones públicas el sistema de subastas por encima de los concursos, en los que se pueden introducir criterios más subjetivos; y, en materia de listas abiertas, puso sobre el tapete la elección directa de alcaldes y el nombramiento de los presidentes de la Diputación con el voto ciudadano frente al actual modelo de designación indirecta. Abogó por una «reforma» que se adelante a la petición social para combatir la percepción de que la política y la corrupción van ligadas. «Es injusto y falso», dijo Eduardo Zaplana que, en cualquier caso, entonó el «mea culpa» sobre la gestión que hacen los partidos de los casos de corrupción. «Hay situaciones que se están corrigiendo y otras -citó a modo de error- que las protegemos a veces», reflexionó.
Aunque discreparon en el desarrollo de su explicación, tanto Lerma como Zaplana, el primero siempre en un tono más pedagógico y el segundo con un discurso más pasional, alertaron de que la corrupción puede convertirse en «detonante» de un estallido social que, sin embargo, para el senador socialista estaría provocado, de producirse, por la mala gestión de la crisis. Para el exlíder regional del PP, por contra, «o hay una respuesta clara o la gente se va a hartar». Aunque, por contra, sobre los efectos del caso Bárcenas pidió «un mínimo de tiempo» para Rajoy, dijo desconocer si la contabibilidad del extesorero es real -«no tengo ni la menor idea», proclamó- e, incluso, defendió a miembros de la cúpula del PP a los que apuntan los focos por el supuesto reparto durante años de sobres con dinero negro. «Hay personas intachables incapaces de ninguna tropelía», detalló Zaplana, que ocupó la cartera de Trabajo con José María Aznar y fue también miembro de la cúpula nacional del PP.
¿Y cómo responder, en general, a los casos de políticos imputados y, especialmente, a la situación de las Cortes Valencianas, donde el PP acumula en su bancada nada menos que nueve imputados en los sumarios de Gürtel, Brugal y Cooperación? En una propuesta que, al menos en su planteamiento, sonó a cierta novedad, Lerma apuntó como opción la dimisión de los cargos políticos imputados. «Si todos dimitieran -reflexionó el dirigente socialista-, no llegaría a parecer que el que dimite está asumiendo su culpabilidad. Sería saludable para el sistema y para los propios imputados», aseveró el senador del PSOE que, de todas maneras, dejó claro que, en su opinión, «aquellos que estén imputados por malversar, no deben seguir ni un minuto más».
Para Zaplana, sin embargo, la apuesta de Lerma sólo podría tener sentido en la actual coyuntura, marcada en los últimos meses por los casos de corrupción que afectan, especialmente, al PP. «Hay imputaciones e imputaciones», subrayó. Aunque reconoció que es una cuestión subjetiva, el exdirigente del PP, ahora directivo de Telefónica, marcó una línea de tolerancia en «todo aquello que se pueda explicar razonablemente». «Hay veces que no hay argumentación y entonces sí se pueden aplicar medidas de esta naturaleza», zanjó el exlíder del PP.
El papel de Fabra
En opinión de Joan Lerma, la situación de los populares en las Cortes es «insostenible». A su juicio, el gobierno de Alberto Fabra saldría reforzado con una decisión que corte de raíz el problema. «No saldría más perjudicado, al contrario. La sociedad valora la valentía», aseveró. Eduardo Zaplana, por su parte, valoró los pasos que ha dado Fabra en la línea de dejar sin imputados la dirección del grupo en las Cortes o las ejecutivas del PP. «El presidente de la Generalitat se ha encontrado con una situación endemoniada. Podría haber sido más audaz o menos. Es un escenario muy difícil y está haciendo cosas. Yo le apoyó», dijo el exministro de Trabajo que rechazó, además, de plano, meter a todos los imputados del PP en un mismo saco.
De todos, sin embargo, sólo citó un único nombre: el de la exconsellera de Turismo Angélica Such, para la que Anticorrupción pide nueve años de inhabilitación por las contratas con la trama Gürtel para Fitur. De los cargos del PP imputados, en la sala sólo estaba el presidente del Puerto, Joaquín Ripoll, encausado en la operación Brugal. «Me cuesta hacer un saco común», insistió antes de reconocer, sin embargo, que Fabra, en clara referencia a la posición de los imputados, «desearía que se lo hicieran más sencillo».
NI DE VUELTA A LA POLÍTICA, NI CANDIDATO DEL PSPV
J. E. MUNERA
Después de un intenso debate de más de 90 minutos, el momento más distendido -junto a la mención del aeropuerto de Castellón por parte de Zaplana- se vivió en el tramo final cuando el moderador preguntó al exdirigente popular si tenía intención de volver a la política tras casi cinco años alejado de la misma por voluntad propia y a Joan Lerma si se planteaba volver a encabezar la candidatura del PSPV a la Presidencia de la Generalitat, cargo en el que estuvo desde 1983 a 1995. La negativa fue tajante por partida doble.
«No vuelvo. Mi olfato político sólo lo recupero hasta las nueve de esta noche», bromeó Zaplana. «Y menos aún, en esta coyuntura», añadió entre las risas apenas contenidas del abarrotado auditorio del Club INFORMACIÓN.
«Y no es por egoísmo personal, que también», prosiguió el que fuera alcalde de Benidorm cuando se puso en marcha este foro de debate hace justo 20 años. «Es que hacen falta nuevas ideas, un refresco de las personas,… Y si esto no se hace, nos lo harán a nosotros», abundó Zaplana en su argumento recurrente de que los dirigentes públicos deben anticiparse a los acontecimientos antes de que sean arrollados por éstos.
«No tengo ninguna intención ni voluntad de volver, a pesar de que me encanta y me apasiona la política, pero la vivo desde fuera y ahí pienso seguir», concluyó el expresidente de la Generalitat entre 1995 y 2002, exministro de Trabajo y portavoz del último Gobierno de José María Aznar y portavoz del PP en el Congreso de los Diputados en la oposición, amén de alto dirigente del PP nacional y presidente regional.
Por suparte, Lerma fue más breve, pero igual de concluyente acerca de la posibilidad de volver a aspirar a la presidencia autonómica como candidato de los socialistas valencianos: «No. Seguro que no. Para ayudar en lo que pueda, sí que voy a estar, pero en ese sentido mi tiempo ya pasó».
EL EX LÍDER DEL PP VINCULA EL DECLIVE DE LA COMUNIDAD «A LA FALTA DE LIDERAZGO»
PERE ROSTOLL
Joan Lerma y Eduardo Zaplana, durante el diálogo que protagonizaron en el acto organizado con motivo del 20 aniversario del Club INFORMACIÓN, analizaron la crítica situación de la Comunidad Valenciana. Fueron duros con la pérdida de las entidades financieras pero, especialmente, el exdirigente del PP que, al tiempo que se mostró optimista sobre las alternativas para enfocar la salida de la crisis, vinculó el declive de la Comunidad con la falta de liderazgo, en una alusión velada, aunque sin citar a nadie, a Francisco Camps. Los dos primeros presidentes de la Generalitat elegidos desde que hace más de 30 años se aprobará el Estatuto defendieron el modelo de autogobierno como un acierto que ha facilitado el progreso y, aunque Joan Lerma lo pidió con más énfasis, exigieron un sistema de financiación que otorgue a los valencianos el mismo trato que tienen el resto de las autonomías.
La visión de Zaplana coloca a la Comunidad, en su opinión, en unas «condiciones inmejorables» para, tomando el rumbo adecuado y con mayor cohesión, salir adelante. «Tenemos condiciones para salir pero las políticas no dan igual. Hace falta un proyecto político y un poco de optimismo», desgranó el expresidente de la Generalitat y antiguo líder del PP en la Comunidad, que descartó la posibilidad de que haya un modelo económico alternativo. «Nadie me lo ha explicado. Inversión en I+D+i? Por supuesto. Pero quitar importancia al turismo es un suicidio y el ladrillo debe tener su sitio», dijo Zaplana que abogó, en su primera alusión a la pérdida de las cajas de ahorro, a llegar a pactos con entidades financieras ?«nos hemos quedado sin cajas de ahorro», apostilló? para que fluya el crédito.
Joan Lerma, por su parte, se quejó de las políticas financieras que, en su opinión, originaron la burbuja, y apostó, por encima de todo, por la cualificación y la formación para reactivar el mercado de trabajo. «El turismo es muy importante para la Comunidad y la construcción debe ser clave. Cada cosa en su medida», sugirió el dirigente socialista que, en todo caso, también se lamentó de la caída de las cajas de ahorro. «Bankia no nos entendió. En Madrid no hay la iniciativa empresarial de aquí. No nos atendieron correctamente. Le pido al Sabadell que procure entendernos. Venimos de un trauma», desgranó el senador que, en todo caso, dejó claro que la debacle de las cajas de ahorro de la Comunidad tenía remedio. «No era inevitable. En absoluto», concluyó.
«Coincido y voy a ser más duro», clamó Zaplana. «Es una catástrofe. No volverá a ser lo mismo», aseveró el antiguo líder del PP. «¿Culpables de esta situación? El diseño político, el organismo regulador, la falta de liderazgo político y la labor de los gestores», relató Eduardo Zaplana que también cargó, por ejemplo, contra la última etapa socialista en el gobierno de Madrid e, incluso, contra la gestión del PPCV. «Faltó liderazgo político en la Comunidad», aseveró Zaplana en clara referencia a Francisco Camps, del que también criticó, eso sí aunque sin mencionarlo en ningún momento, su iniciativa para impulsar la última reforma del Estatuto, aprobada en 2006. «Subieron los diputados y ahora no sólo no quieren volver a los que habían sino dejar menos», ironizó el exministro de Trabajo que para sacar a la Comunidad de su asfixia económica dio importancia a las decisiones económicas y no sólo a la mejora de la financiación. «Es necesaria pero no lo único», dijo. Lerma, por su parte, sí se mostró más reivindicativo y defendió, en cualquier reforma, que la Generalitat tenga el mismo trato que el resto de autonomías. «Que cada uno se organice, pero con los mismos derechos», cerró el senador.
ZAPLANA VE UNA SALIDA A LA CRISIS EN 2014 Y LERMA CREE «INTOLERABLE» EL PARO JUVENIL
J. E. MUNERA
Además del debate sobre la corrupción, la situación económica y sus efectos sobre el estado de bienestar fue la otra gran «idea fuerza» del encuentro entre los dos expresidentes de la Generalitat. Mientras Eduardo Zaplana se mostró optimista sobre una posible salida de la crisis en el horizonte de 2014 y aplaudió las medidas del Gobierno ?saneamiento del sistema financiero, ajustes en la Administración y reforma laboral?, Joan Lerma alertó sobre el peligro que acecha a los derechos sociales «por los recortes» del Ejecutivo y calificó de «intolerable» que el paro juvenil en España supere el 50%.
Sostuvo Zaplana que el actual Gobierno heredó de los socialistas una situación económica «imposible y endemoniada» y que ha sido «un milagro» que España no fuera intervenida por las autoridades comunitarias. Cuestionados ambos por el primer aniversario de la reforma laboral y el galopante incremento del paro, el exministro de Trabajo del PP recalcó que el escenario económico nacional «empieza a cambiar» por la aplicación de tres recetas del Ejecutivo: el saneamiento del sistema financiero, «que nos llevaba a la quiebra inmediata»; los ajustes en la Administración Pública, «aunque esa reforma aún sigue pendiente»; y la reforma laboral, «por la que se ha despedido a menos gente que se hubiera quedado sin trabajo sin la aprobación de la norma». Conforme se consoliden estas tres medidas, Zaplana vaticina una suavización de la prima de riesgo «en torno a los 300 puntos» y una mayor fluidez del crédito a resultas del saneamiento del sistema financiero. «Estamos aún en el avispero, en el filo de la navaja, pero el horizonte es optimista porque los deberes fundamentales se han cumplido bien», recalcó.
Menos optimista, Lerma no descartó que se pueda producir una recuperación a medio plazo, pero enfatizó «la intolerable» situación del paro juvenil en España, «donde más del 50% de sus jóvenes no tienen expectativa de empleo». El exministro socialista mantiene que la principal causa de un posible estallido social en el país no es el creciente rechazo a la corrupción, sino «la situación económica y las soluciones» que plantea el Gobierno. A su juicio, el Ejecutivo ha convertido en «prioritaria» la austeridad, «pero la gente percibe que no hay un reparto proporcional de las cargas y que los menos responsables de la crisis son los que más cara la están pagando». Además, Lerma reprochó al equipo de Rajoy su «despotismo ilustrado» por su incapacidad para el pacto, el retorno al decreto-ley y por no dejar hablar a los ciudadanos ni a los interlocutores sociales.
El senador planteó como solución a la crisis el cumplimiento en la contención del déficit, «respetando los plazos sin ahogar la economía» y la consiguiente aplicación de políticas de crecimiento y competitividad una vez que baje el coste de la financiación por el citado cumplimiento de los compromisos. Será entonces, «cuando se pacten esos compromisos con todo el espectro social», el momento en que los ciudadanos percibirán una distribución más justa de las cargas de la crisis.
Más adelante, Lerma dijo ver en «bastante peligro» el estado de bienestar «porque el Gobierno no aplica reformas, sino recortes» y vinculó el aumento del paro directamente con la reforma laboral: «Si en una etapa de recesión se abarata el despido, la gente despide. Si una reforma laboral no se acuerda, siempre será una mala solución».
Por su parte, Zaplana negó que los derechos sociales básicos estén amenazados y abogó por pactar para «racionalizar el estado de bienestar». En este punto también apeló a un acuerdo de los dos grandes partidos, PP y PSOE, para que se entiendan sobre «asuntos de Estado» y defiendan un «proyecto nacional».
EDUARDO ZAPLANA: «EL ERROR MÁS GRAVE HA SIDO LA REFORMA DE LOS ESTATUTOS AUTONÓMICOS»
En un debate de «guante blanco» y muy calmado, Eduardo Zaplana elevó el tono cuando se abordó el modelo territorial y la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana para señalar que «de todos los errores cometidos en España en los últimos años, el más grave ha sido poner en tela de juicio el pacto constitucional de 1978 con la modificación de los estatutos de autonomía, que tiene mucho que ver con la crisis económica». De modo que el exportavoz del PP en el Congreso criticó con acidez las reformas estatutarias que se pusieron en marcha a partir de 2004 con la llegada de Zapatero a la presidencia del Gobierno y las vinculó con la recesión por medidas tales como la ruptura del techo de gasto de las Comunidades o exigencias «a la carta». «Todos querían ser los primeros y los más nacionalistas», añadió, «y ahora estamos pagando esa carrera por no reflexionar. Por su parte, Lerma abogó por corregir las desigualdades que aún existen en la financiación de las Comunidades y destacó que todo «lo envenenó» el cupo vasco, más adelante reclamado por Cataluña.
DE INTERÉS POLÍTICO Y EMPRESARIAL
ROCA CARRIZOSA
Un numeroso público llenó ayer el salón de actos del Club INFORMACIÓN para asistir al debate entre los expresidentes de la Generalitat Joan Lerma y Eduardo Zaplana, que moderó el director de INFORMACIÓN, Juan Ramón Gil. Y debido a la afluencia constante de asistentes tuvo que habilitarse otra sala contigua para que pudieran seguir el acto a través de un circuito cerrado de televisión.
En primera fila se encontraban el subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, y el delegado del Consell en la provincia, Juan de Dios Navarro, junto a Juan Merino, director regional de SabadellCAM en Alicante; el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González; el de la alicantina Coepa, Moisés Jiménez; el mandatario de la Cámara de Comercio, José Enrique Garrigós, Ximo Puig, secretario general del PSPV-PSOE, y Joaquín Arias, presidente del grupo Vectalia. Todos ellos se sentaron junto a Juan Antonio López Ruiz de Zuazo, director general de gestión de Editorial Prensa Alicantina, Francisco Esquivel, director general de contenidos de Editorial Prensa Alicantina y Juan Ramón Gil.
Igualmente, se encontraban entre los asistentes el primer director del Club INFORMACIÓN ?que ayer cumplía sus veinte años de trayectoria? el periodista José María Perea, también presidente de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas (PIC), y el actual, Francisco Sánchez, director del CEU en Elche.
La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, estuvo presente en los primeros momentos, si bien tuvo que marcharse por un compromiso municipal. La primera edil acudió acompañada por parte de su equipo de gobierno como Marta García Romeu, Carlos Castillo, Oti García Pertusa, Juan Seva o Juan Zaragoza.
Entre el nutrido grupo que conformaban la representación empresarial también acudieron el presidente de la patronal de la construcción provincial Fecia, Ramón Jerez, y la secretaria general de la entidad, Mercedes Girón, así como el responsable de la Asociación de Artes Gráficas, Antonio Alonso, además del de la patronal socio-sanitaria AERTE, Alberto Giménez, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, José Joaquín Ripoll.
Por parte del grupo alicantino Vectalia también acudió el consejero delegado, Antonio Arias. Asimismo, fueron muy puntuales al debate el empresario Manuel Peláez, presidente del consejo de administración de la constructora alicantina Ecisa, así como Ricardo Regalado, también del sector de la construcción. Del ámbito turístico, estuvo José Bonet, consejero-delegado de Viajes Hispania. Luis Consuegra, director provincial de relaciones externas de Mercadona, acudió, asimismo, al acto, al igual que representantes del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca). Entre el atento público que siguió el debate entre los dos expresidentes de la Generalitat, también se vio al empresario Fernando Casado y al abogado, Rafael Simón.
Del ámbito de los estamentos sociales acudió Ricardo Ferré, presidente del Colegio de Médicos de Alicante, así como el responsable de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Alicante, Pedro Hernández. Del mundo cultural se vio, entre otros, al consejero delegado de Aguamarga ?gestora de Ciudad de la Luz?, Javier González, así como a la directora general, Amparo Castellano. Y de los representantes universitarios, acudió Aránzazu Calzada, secretaria general de la Universidad de Alicante. Tampoco se perdió el acto el exsecretario general de UGT en l´Alacantí, Javier Cabo.
Desde las filas del PP, acudieron César Sánchez, alcalde de Calp y vicesecretario general del PPCV, así como el diputado por Alicante en el Congreso José López Garrido y Gerardo Camps, también parlamentario popular y presidente de la Comisión Mixta para la Unión Europea. Igualmente, entre los primeros que llegaron al Club INFORMACIÓN se vio al veterano dirigente popular y exsenador Miguel Barceló, además del alcalde de Altea, Miguel Ortiz; Julio de España, que actualmente ocupa un escaño en el Senado, o a Juan Manuel Cabot.
Otros representantes populares que no se perdieron detalle de las reflexiones de Lerma y Zaplana fueron la parlamentaria nacional por Alicante Macarena Montesinos o los diputados provinciales Enrique Ponsoda, José Joaquín Ferrando o Juan Molina. Asimismo, el desembarco popular lo conformaban la alcaldesa de Biar, Magdalena Martínez, el de Daya Vieja, Rafael Vives o la de Alcocer de Planes, Sonsoles Silvestre.
También siguió muy de cerca las intervenciones Gema Amor, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Benidorm en representación del CDL.
Por otra parte, entre la representación socialista, que encabezaba Ximo Puig, se encontraban el vicepresidente segundo de la Mesa de las Cortes Valencianas, Ángel Luna, Julián López Milla, vicesecretario de economía del PSPV-PSOE; Gabriel Echávarri, secretario general de los socialistas alicantinos o Miguel Ull, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Alicante. Y, entre otros ediles del PSOE, se vio también a María José Adsuar o al coordinador comarcal del PSOE en l´Alacantí, Manuel Marín. Con el mismo cargo orgánico del partido en el Baix Vinalopó y portavoz del PSOE en la Diputación siguió el debate Alejandro Soler, al igual que el alcalde socialista de Benidorm, Agustín Navarro, el edil ilicitano Antonio Rodes o la senadora Encarna Llinares.
Tampoco se perdieron el acto Antonio García Miralles, que fue presidente de las Cortes Valencianas durante la etapa de Gobierno de Joan Lerma, los exsenadores Ángel Franco y Juan Pascual Azorín, así como el diputado en el Congreso por Alicante Herick Campos o el diputado provincial Edmundo Seva. También se vio a Manuel Alcaraz, militante de Compromís.
El salón de actos se llenó antes de que comenzara el acto y la mayoría de los asistentes esperó el comienzo del debate entre los expresidentes de la Generalitat leyendo la edición especial publicada por este periódico con motivo del XX aniversario del Club INFORMACIÓN.
TÓCALA OTRA VEZ, SAM
SUSANA ABIA
Sólo les faltó besarse, porque se trataron con tanta exquisitez que hasta se pedían permiso mutuamente para discrepar. Ni sangre, ni tan siquiera pullas sarcásticas; al contrario, un respeto extremo hacia el otro para huir de la polémica. Como dijo Zaplana, «de guante blanco». Les iba al pelo la frase final de Casablanca: «Éste es el principo de una gran amistad».
El novedoso formato escogido por INFORMACIÓN para que, por primera vez, los ex presidentes de la Generalitat Valenciana se sentaran frente a frente a dialogar sobre temas tan delicados como la corrupción o la situación de la Comunidad, dejaba expuestos en el escenario a los protagonistas del acto.
Dos sillones y dos hombres, separados únicamente por una mesita. Nada les ocultaba de la visión del público.
Eduardo Zaplana, a la izquierda, adoptó una actitud relajada desde que subió al estrado. Las piernas abiertas, los brazos apoyados en el sillón, las manos relajadas y el gesto sonriente. El lenguaje corporal de Joan Lerma, sin embargo, transmitía rigidez. Envarado, con las piernas cruzadas, las manos entrelazadas, el cuerpo tenso y esa expresión estática que le hizo ganarse el alias de «la esfinge».
Lo cierto es que esa entrada fue un aperitivo de lo que vino después. Zaplana continúa siendo un encantador de serpientes, un seductor profesional que pretendía conquistar al respetable y a la vez crear un clima de proximidad con su compañero de reparto. Y a pesar de que, con falsa modestia, dijo que estaba «más oxidado que Juan, porque llevo cinco años fuera de la política» consiguió despertar y mantener el interés del público y, lo que parecía aún más difícil, que Lerma se relajara lo justo para que pudiera entablarse un diálogo entre ellos.
Desde la primera intervención, Zaplana hablaba al público y a Lerma alternativamente, e incluso le citaba por su nombre en un intento de provocar una conversación. Lerma, por su parte, argumentaba sus opiniones mirando en dirección hacia el moderador, situado en la primera fila de butacas, pero actuaba como si ignorase a Zaplana. Ni posaba sus ojos en él, ni le nombraba, ni lo incluía de ningún modo en sus comentarios.
Pero Zaplana, erre que erre, no se desanimó y poco a poco fue llevándoselo a su terreno. Lerma, con peor puesta en escena pero un discurso más didáctico, comenzó por asentir con la cabeza cuando compartía la opinión de lo que Zaplana estaba diciéndole y ¡por fin! tres minutos antes de que se cumpliera una hora del inicio del evento, Lerma manifestó «aprovechando que está aquí Eduardo Zaplana…» y a partir de ahí, el señor del sillón frente al suyo pasó a ser Eduardo y lo integró en sus intervenciones.
Los imputados en las Cortes
El cambio de actitud de Joan Lerma fue paulatino, porque a medida que transcurría el tiempo iba sintiéndose más cómodo y relajado, pero el clic se produjo cuando estaban hablando sobre la Comunidad Valenciana.
Curiosamente, Zaplana sonó más contundente que Lerma al tratar el tema de la corrupción, a pesar de de que fue condescendiente con la postura que ha adoptado el presidente Fabra. En lo tocante a los diez imputados que el PP mantiene en sus filas en las Cortes Valencianas, el ex dirigente popular insistió en que «hay casos y casos, no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco. Yo no puedo creer que Angélica Such haya cometido una tropelía económica» y así, salvando a una, sin pestañear y con cara de no haber roto un plato, puso en evidencia que por los demás no pone la mano en el fuego.
El primero de los acuerdos que tuvieron ambos ex presidentes y ex ministros, fue el defender las listas abiertas como una de las medidas para atajar la corrupción.
Tal vez por su formación en Economía, Lerma se mostró mucho más en su salsa al tratar temas como la crisis, o la reestructuración del sistema bancario español. De hecho, llegó a destacar que la mala gestión de la crisis es más importante que la corrupción y criticó -sin ninguna saña- la política del Gobierno central al respecto, sin llegar a mencionar claramente que lo está haciendo mal. Lo insinuó, pero sin decirlo expresamente. Con el cuerpo hacia adelante, sonriendo, las piernas abiertas apoyadas en el suelo, un Joan Lerma mucho más seguro y tranquilo, a su estilo dominó el terreno al explicar su posición sobre temas económicos.
A ambos se les notó a gusto al abordar la situación de la Comunidad Valenciana. Y, sorprendentemente, fue en este bloque temático donde más repitieron el uno y el otro, pero especialmente Zaplana, frases como «totalmente de acuerdo», «coincido contigo» o «así es». A Lerma le costó más verbalizar sus coincidencias con quien fue su principal rival político, pero acabó haciéndolo y, cuando no lo expresaba con palabras, asentía con movimientos de cabeza.
Vamos, que hasta confraternizaron recordando lo que habían logrado para esta Comunidad con menos recursos que actualmente. Lo que de paso le vino de perlas a Zaplana para soltar otro rejonazo contra su sucesor, Francisco Camps. Sin mencionarlo, al analizar lo sucedido con las cajas valencianas, el actual directivo de Telefónica no se cortó ni un pelo en afirmar que las había llevado al desastre, como a la Comunidad.
La anécdota más divertida de la noche se produjo precisamente cuando Zaplana estaba enumerando las condiciones, a su juicio «inmejorables», que se dan en esta tierra. «Tenemos estabilidad, buenas infraestructuras, el AVE, autopistas extraordinarias, unos aeropuertos…» No pudo seguir porque del público surgió una primera risa contenida, a la que siguió otra que fue el detonante de una carcajada general. Encajó bien, y riéndose matizó, «bueno, el aeropuerto de Valencia y el de Alicante».
Se despidieron asegurando que no deseaban volver a la primera línea de la batalla política. De la sinceridad de Lerma dudaban algunos de los suyos, de la de Zaplana, pese al énfasis que le puso, la mayoría de la sala. En apenas dos horas recuperó el olfato político que, según él, desaparecería en cuanto se levantara para marcharse.