Los bahá´ís de Alicante celebran su Año Nuevo
Más de 200 personas celebrarán el domingo 24 de marzo por la mañana en el Club de Información el inicio del año 170 del calendario bahá´í, una fecha que coincide con el equinoccio al que consideran símbolo de la llegada de un nuevo Mensajero sobre la tierra.
Naw-Rúz: Año Nuevo bahá´í
El año bahá´i empieza, según el calendario gregoriano, el día 21 de marzo, en el que los bahá´ís celebran su fiesta de Año Nuevo, llamado Naw Rúz. Esta celebración representa para los bahá´ís de todo el mundo ?más de 6 millones? algo más que cambiar el número del año en el calendario. Esta fecha simboliza la aparición de una nueva Manifestación de Dios en la tierra.
En una hora determinada entre el 20 y 21 del mes de marzo, se produce cada año un fenónemo único que sólo se repetirá el 21 de septiembre: el equinoccio, es decir, el sol aparece en el meridiano y brilla por igual en toda la tierra, teniendo el día y la noche la misma duración. Los bahá´is consideran que el equinoccio es el símbolo de la Divina Manifestación. Es como si el Sol de la Verdad se levantara sobre el horizonte y enviara sus rayos sobre toda la humanidad, al igual que el sol físico aparece en el equinoccio y hace que se inicie un nuevo ciclo transformador.
Así pues, el Año Nuevo bahá´í es un día sagrado que conmemora la aparición del Mensajero de Dios sobre la tierra y por tanto la llegada de un nuevo espíritu regenerador que como una “primavera espiritual” trae nuevas potencialidades y retos para la humanidad. El Naw-Rúz, es una fiesta de alegría y hospitalidad, en la que los bahá´ís de todo el mundo se reúnen con amigos, familiares y conocidos, para celebrar que Dios ha dotado a la humanidad con un nueva capacidad que le permitirá desarrollar una nueva civilización basada en la paz y unidad universal.
Un nuevo calendario
Los bahá´ís disponen de un nuevo calendario ?llamado Badi que quiere decir maravilloso? que no es un mero instrumento de planificación cotidiana, sino un símbolo de la realidad espiritual del hombre y de la relación de Dios con su creación. El paso del ciclo de las estaciones tienen su contraparte en los mundos ilimitados e inmortales del alma. Al igual que el paisaje cambia de aspecto con la alternancia de las estaciones, las almas también hacen progresos o retroceden. Los ciclos espirituales del Sol de la Realidad (las Manifestaciones de Dios o profetas fundadores de cada una de las religiones) son como los ciclos del sol físico: se suceden y se renuevan constantemente.
A pesar de que todos siguen los ciclos de un solo sistema solar, en el mundo coexisten varios calendarios, y esto es así porque no solo siguen la pauta de los ciclos físicos, sino también de los espirituales. Cuando los cielos divinos cambian, es decir, cuando Dios envía a la humanidad un nuevo mensajero, cambian los calendarios, de tal forma que cada Revelación divina, cada religión, o mejor dicho, tal y como entienden los bahá´ís, cada nueva etapa de la Religión, implica un calendario propio, creado por creyentes visionarios.
