DATOS DEL EVENTO

  • EMPIEZA
    21-11-2014
  • TERMINA
    01-01-1970

Horario: de lunes a viernes, de 17.30 a 21.30 horas; sábados, domingos y festivos, de 11 a 14 horas. (Abierta hasta el 11 de enero de 2015)

Óleos y acuarelas de Francisco Urruela Salazar (Gallarta, 1910-Alicante, 2002) cuya mirada recorrió desde Las Alpujarras a los caseríos vascos; desde las marinas al barrio de Santa Cruz alicantino. La luz del Mediterráneo iluminó, especialmente en los últimos treinta años de su vida, de color a sus flores, a sus rincones urbanos y a sus paisajes rurales. Hoy día, aún parece en vida como su pintura.

URRUELA, UN PINTOR
Artículo escrito por ADRIÁN ESPÍ VALDÉS el 19 de octubre de 2002

Es -era- de esos hombres, de esos artistas hechos, realizados a golpes de trabajo callado y seguido, ininterrumpido, que daba gusto hablar con él. Un hombre bueno, amable, parlanchín, generoso, que disfrutaba enseñándote «sus» cosas: dibujos y apuntes, acuarelas de todos los formatos posibles. Y te aclaraba cuestiones, sus puntos de vista sus enfoques personales. Y es bien verdad que el artista te ataba a la silla o al diván en esa conversación amplia y hasta caudalosa, con sus palabras cálidas pronunciadas a semitono, con voz casi baja, pero palabras robustas y rotundas.
Quizá, y sin que nadie lo señalara así, era Urruela el pintor decano entre todos los artistas nuestros. Dígase de otra manera: el más viejo. Acaba de fallecer a los noventa y dos años de edad, y residía en Alicante hacía más de cincuenta. ¡Toda una vida! Nacido en Gallarta -Vizcaya- en 1910, Alicante le atrajo, tiró de él, y en Alicante descubrió muchas cosas. Quizá la plenitud de color y esa luz -a veces cegadora- que todo lo envuelve, dibuja y desdibuja a la vez.
A Francisco Urruela Salazar se le conoce por sus acuarelas, esto es bien cierto. Unas acuarelas alegres como un pasodoble madrugador, amables como una amanecida tibia, líricas como una canción de amor… Pintaba jardines, tapiales repletos de buganvillas, pintaba caseríos y casonas con portalones de piedra, pintaba azules mares y puertos plácidos cuajados de veleros, pintaba paisajes nevados, blancos como natas almidonadas…
Pintaba acuarelas lúcidas, lúdicas, transcon credencial bien planteados, con pasta y generosidad cromática. Y quizá esta otra vertiente suya sea la menos conocida o divulgada. Y realizó, además, muchas exposiciones en Bilbao, Barcelona, Valencia, Santander, Valencia, Dénia, Benidorm y, por supuesto, Alicante.
Viajero en Roma, Pisa, Florencia, Venecia, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania o Portugal, se traía de sus excursiones apuntes y trabajos acabados, como parentes, dotadas de un ritmo interior exquisito, casi musical. Unas acuarelas limpias que texturaba gracias a un gran oficio y dominio de la técnica.
Pero también Paco Urruela Salazar pintaba, y con autoridad, óleos, unos óleos
testimonio de admiración por y para tantos escenarios espléndidos, de luces distintas y matices diferentes.
Ilustró cuentos y narraciones, poemas y textos de variada índole, así como diseñaba las portadas de aquella revista titulada «Idealidad» que aún hoy se echa de menos. Se nos ha ido en silencio, como en toda su vida fue norma de vida, este pintor de buen bagaje, de fino pincel, de delicada sensibilidad. Urruela Salazar ya en historia en la vida cultural de Alicante.

FRANCISCO URRUELA SALAZAR

Nació en Gallarta barrio de Abanto y Ciervana, pueblo minero de la provincia de Vizcaya, el 29 de enero de 1910. Desde muy joven, apenas cumplidos los diez años, su ilusión la constituían las pinturas por las que se sentía verdaderamente atraído, de aquí que todos los regalos que pretendía hacerle habían de consistir en lapiceros, colores y, sobre todo, acuarelas.
Ya en el Colegio de la Doctrina Cristiana donde permaneció hasta los 14 años y bajo la experta dirección de un profesor que también lo era de dibujo, se fue formando al tiempo que se animaba dando consistencia a sus inclinaciones por la pintura y con el que comenzó a emborronar sus primeros papeles con cuyas enseñanzas llegó a superar a niños de cursos superiores.
Y estas aficiones que al principio eran solamente un motivo para aplacar una vocación, se fueron convirtiendo, poco a poco en una especie de idea obsesiva haciendo que la práctica de la pintura significara para «Urruela Salazar» -que ya comenzó a firmar así sus obras- una auténtica necesidad.
En plena contienda Nacional fue herido, en Sierra Espadan, durante un bombardeo, y trasladado a Pamplona donde fue operado, para recuperarse de las heridas fue trasladado a Santiago de Compostela e internado en un Covento-Hospital, al dar a conocer sus habilidades pictóricas le montaron un pequeño estudio, econmendándole realizar la copia de uno de los cuadros que existía en el Convento, copia que realizó tan magistralmente que le sirvió para ganarse la confianza y la admiración de la Comunidad. Necesitado de nuevos paisajes y motivos para pintar recorrió prácticamente toda Galicia principalmente la provincia de Pontevedra, de la que él mismo ha dicho: «Me enamoré de Pontevedra, su belleza, su luz cambiante, cosa que no hallé en otros lugares». En esta misma época colaboró en programas de radio, en los cuales cantaba, que es otra de sus aficiones, junto a un barítono asturiano. Reclamado por su familia regresó a Gallarta en el año 1940. Necesitado de ampliar sus conocimientos, y al mismo tiempo de mostrar su arte dejó su Gallarta natal y se trasladó a Barcelona, instalándose en una pequeña pensión de la calle Lauria.
Estábamos en el año 1941 y sabía perfectamente, porque era consciente de sus actos y de los momentos actuales en que se vivía, las vicisitudes por las que había que atravesar y las muchas dificultades que tendría que enfrentarse, pero su temperamento de artista nato, emprendedor y decidido se antepuso a cualquier adversidad, venciendo el optimismo y la ilusión. Por eso no le fue difícil entablar amistad con muchos y muy buenos pintores que no hicieron sino incrementar su desmesurada afición que iba alimentando a través de las reuniones que en uno u otro estudio se celebraban y de las que era asiduo componente, así como en el café-salón Rigal situado en plena plaza de Cataluña, centro de reunión de artistas de todos los géneros, también fue asiduo de un estudio de pintura donde, con modelos practicó el dibujo rápido, en estos mismos años se especializó en el diseño y la decoración colaborando con un industrial alemán, que utilizaba sus diseños en la fabricación de marroquinería, que luego exportaba al resto de Europa.
El que verdaderamente le cautivó con sus trabajos fue Ceferino Olivé a quien conoció a su vuelta de Inglaterra después de sus grandes éxitos como acuarelista y a quien vio pintar en muchas ocasiones entablando una gran amistad.
Durante esta época en la ciudad condal realizó diversas exposiciones colectivas junto con otros artistas, así como una individual en la sala La Cocina, obteniendo gran éxito.
Su gran afición por la música y el canto le llevaron en múltiples ocasiones al Gran Teatro del Liceo, donde conoció a figuras del canto de la época.
En el año 1948 vino a Alicante, con la idea de pasar unos días de vacaciones con unos familiares, y maravillado por el encanto de esta tierra y sus gentes decidió quedarse definitivamente a vivir en esta ciudad.
Al principio de su estancia en la ciudad formó un grupo de jóvenes alumnos, a los cuales les impartía clases de acuarela y óleo, una de éstas, Concha Poveda, consiguió un premio nacional con uno de sus cuadros. En la misma época impartió clases de dibujo en el colegio de los Padres Franciscanos de la capital.
Urruela-Salazar ha recorrido prácticamente toda Europa, en el año 1953 visitó Italia (Florencia, Roma, Pisa), dos años después en 1955 repitió viaje a Italia (Génova, Venecia) en este mismo año estuvo en Austria (Viena). En 1962 visitó Francia, Bélgica y Holanda, recorriendo prácticamente todos los centros neurálgicos del arte de los tres países. En 1964 repitió viaje a Francia y Bélgica y también visitó Alemania. En 1969 recorrió Portugal de Norte a Sur.
En todos estos viajes fue haciendo acopio de luces, colores y ambientes, al mismo tiempo que visitaba museos y galerías de arte, y daba a conocer su obra, que fue aceptada con gran interés, como lo demuestra la gran cantidad de su obra que se encuentra repartida por estos países, lo mismo que en parte de la América Látina (Méjico, Argentina, Venezuela y otros).
Naturalmente pinturas de Urruela-Salazar están diseminadas por la geografía española, el País Vasco, Madrid, Barcelona y principalmente en la Comunidad Valenciana, siendo Alicante y su provincia el lugar donde se encuentra el grueso de su prolífica obra.
Urruela-Salazar compaginó su labor pictórica además de con la enseñanza con su trabajo como decorador en la Caja de Ahrros del Sureste de España durante casi cuarenta años, donde colaboró intensamente en Revista Idealidad, siendo el artífice de sus ilustraciones.
Esta época fue la menos prolífica del artista, al tener que compaginar el trabajo cotidiano con la pintura, no obstante las vacaciones, los fines de semana y cualquier momento disponible lo utiliza para pintar.
Entre sus aficiones estaban la música, en todas sus vertientes, y el canto coral, que según el propio pintor había tenido el placer de practicar desde muy niño.
La principal característica en la obra del pintor es su sinceridad, condición que anteponía a cualquier otra a la hora de realizar un trabajo, cuando se enfrentaba a sus temas y preferidos cuales son una chabola, un pueblo abandonado y semidesnudo, un árbol seco, todo lo humilde, en una palabra, que encontraba a su paso en ese continuo y constante deambular por entre la naturaleza.
Su admiración por el paisaje le hacía que una y otra vez rastrease todos y cada uno de los rincones que encontraba a su paso hasta dejar completamente agotados los temas que le resultaron sugestivos y válidos para trasladar al pastel y convertirlos en cálidos y atractivos cuadros. Urruela-Salazar seguía pintando, a sus más de 90 años, con la misma ilusión y frescura que en sus años mozos, y reflejando en sus acuarelas y óleos un saber y maestría incomparables.

Datos informativos

Fecha inicio : 21-11-2014

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