TELEVISION ESPAÑOLA (TVE) : «Uno de los mentalistas más prestigiosos de España»
Después de recorrer toda España, por fin llega al Club INFORMACIÓN la noche más mágica, sorprendente y fascinante del año
Uno de los mejores y más afamados magos de la mente de nuestro país, nos trae su espectáculo que te dejará con la boca abierta y que recordarás para siempre
¿Se puede contactar con los espíritus?
¿Se puede adivinar el número de lotería?
¿Pueden doblarse tenedores con la mente?
¿Se puede leer la mente de las personas?
ONG MAKUA
MAKUA, Nació en 1996 para combatir la miseria en los países del tercer mundo. Un grupo de voluntarios se reunió para formar Makua a partir de la inquietud de las Religiosas Franciscanas de la Purísima. El colegio Franciscanas de Alicante agradece vuestra solidaridad con nuestra ONG MAKUA
EL CABALLERO OSCURO: «NO TENGO MÁS PODER QUE EL DE SABER ENTRETENER A LA GENTE»
Entrevistado por ANDRÉS VALDÉS
¿Qué tipo de cosas hace un mentalista, adivinar cosas analizando a la gente, estilo Sherlock Holmes?
Me hablaban tanto de la serie El Mentalista que puse en mi web que no todos los que hacemos esto somos «altos, rubios y salimos en La Sexta». Sólo la he visto una vez. Como dice una foto que circula por Facebook, un libro se suicida cada vez que enciendes la tele (ríe). Sí, él se basa en la psicología y en la deducción, y es uno de los efectos que hay en mi show. El lenguaje corporal te dice si una persona está mintiendo o no: ves si se tapa la boca, si mira al suelo, si parpadea… Pero hay que saber interpretar el gesto en contexto, apoyarte en varias pistas.
¿Lo que hace es magia?
Pertenezco al Semicírculo Mágico de Elche, donde casi todos son magos. Es una rama de la magia, pero nuestra baraja es la cubertería (ríe). El mentalismo es la rama de la magia a la que menos gente se dedica y es un mundo muy cerrado, aprender cuesta una infinidad. Los mentalistas somos gente muy reacia a compartir, pero si compartiéramos las cosas y los trucos, no tendría gracia.
También hace telequinesis.
Puedo doblar objetos con la mente, puedo moverlos… Pero en este escenario no puedo mover objetos porque no se vería bien en todos los sitios. Pero sí podré doblar cucharas. Como Uri Geller. Pero él las doblaba y las rompía. Yo las doblo, las rompo y las retuerzo.
¿Estudió algo concreto, o combinó disciplinas?
Bueno, como carrera estudié Relaciones Laborales en Elche. Había una asignatura que era Habilidades Sociales. Siempre sacaba un diez. Se parecía a lo que me gustaba desde pequeño: psicología, análisis grafológico y ese tipo de cosas.
¿La gente quiere ver magia, con la que está cayendo?
Yo me dedico a ello profesionalmente, pero son tiempos difíciles para todo. Hago shows en cafeterías, restaurantes, espectáculos privados y en teatros de diversas ciudades de España… En Elda me cancelaron una actuación aunque había público, en Novelda y Pinoso hice varios llenos… En uno de esos pubs me llegaron a preguntar que si sanaba a los enfermos (ríe). Una vez me contaron que una niña no había soltado en toda la noche la cuchara que yo había doblado en un show. Fue muy bonito. Que te paguen no es lo mejor, sino que haya gente que aprecie tu trabajo.
Algo así le ocurrió a usted con un mentalista de la televisión.
Sí, era Anthony Blake. De niño vi cómo hacía estallar un vaso con el poder de la mente. Me quedé toda la noche pensando en eso. ¡Y para colmo decía aquello de «no le dé más vueltas, no tiene sentido»!
¿Y su frase?
Bueno, me gusta mucho escribir e incluyo una parte narrativa que es muy importante en el espectáculo. Elegí «no se trata de ver para creer, sino de creer para ver». Creo que me identifica muy bien.
¿Hay que ser creyente para dedicarse a esta profesión?
Hay que ser creyente en lo que trabajas. Ensayar, ensayar y ensayar. Cuando voy en coche, voy repitiendo el espectáculo… Me despierto por la noche para apuntar ideas, absorbe muchísimo. Pero quien no cree en algo, no llega a nada. El mentalista se hace.
¿Es lícito usar el mentalismo para ligar?
(Ríe) Bueno, cada uno tiene sus armas, pero no me gusta alardear de ello.