INTERVIENEN:
JOSÉ MARÍA JIMÉNEZ DE LA IGLESIA. Presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV)
ERNESTO COLOMER LLORET. Ingeniero de Caminos, autor del estudio «Aportación empresarial a la política de infraestructuras»
PRESENTA:
JOSÉ LUIS MONTES TALLÓN. Presidente de COEPA (Confederaciones de Organizaciones Empresariales de la Provincia de Alicante) y de CIERVAL
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
«SI QUEDAMOS FUERA DEL ARCO MEDITERRÁNEO SERÍA COMO TRASLADAR LOS PIRINEOS AL EBRO»
CARMEN LIZÁN
En el transcurso del debate sobre las infraestructuras y su incidencia en la competitividad fueron poniéndose de manifiesto algunos aspectos, que en opinión del máximo representante de los empresarios de la Comunidad Valenciana, son cruciales para lograr que las empresas trabajen en las mismas condiciones que las de los países del reto de Europa, y además lograr que la Comunidad sea un territorio apetecible para la ubicación de nuevas industrias. Jiménez de la Iglesia fue tajante al demandad que la Comunidad Valenciana esté dentro del Arco Mediterráneo «ya que de lo contrario estaríamos trasladando los Pirineos del Ebro. Por lo tanto, si nuestra Comunidad está en el Arco Mediterráneo tiene que estar atravesada por todas las vías de comunicación europeas, y cuanto más al sur vayan mejor».
En la vertebración de la Comunidad Valenciana mediante unas buenas vías de comunicación entre todas las comarcas, Jiménez de la Iglesia destacó tres factores fundamentales. «Por una parte, no se puede hacer ni un sólo proyecto de infraestructuras sin tener en cuenta el medio ambiente. El tema ecológico es fundamental. También es necesario crear corredores de infraestructuras y por último, la financiación tiene que ser privada o mixta, pero no se puede seguir contando con el dinero público».
No perder el tren
En cuanto al debate sobre la conveniencia del tren de alta velocidad o el de velocidad alta, el presidente de la CEV hizo una apuesta clara por la alta velocidad, «al ser un aspecto crucial para el tren de la competitividad». Sobre este aspecto, el ingeniero de Caminos Ernesto Colomer hizo una exposición sobre las repercusiones de contar con el tren de alta velocidad, «lo que supondría una reducción de tiempos espectacular». A pesar de que Jiménez de la Iglesia reconocía que para el sector turístico y para el transporte de mercancías era más ventajosa la velocidad alta, «nuestra apuesta es clara por la alta velocidad, pues no me resigno a ser menos que el resto de países de Europa».
La intervención de Jiménez de la Iglesia se centró en las dotaciones de infraestructuras, pero entendiendo como tales no sólo los transportes, sino también los recursos energéticos, equipamientos deportivos, educativos o sanitarios, además de la calidad medioambiental o los recursos hídricos. En este sentido, el presidente de la CEV indicaba que «las organizaciones empresariales llevamos años interesándonos por el entorno de las empresas». Así, ya en el año 1989 hubo una primera toma de contacto con la cumbre de Orihuela, «donde se hizo un repaso general de todas las carencias y desde entonces hemos ido haciendo un seguimiento».