INTERVIENEN:
ANTONIO FUSTER GARCÍA. Alcalde de L´Alfàs del Pi
VICENTE PÉREZ DEVESA. Alcalde de Benidorm
JUAN AMORÓS VIDAL. Alcalde de Salinas
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
LOS AYUNTAMIENTOS DISCREPAN SOBRE EL PAPEL DE DIPUTACIÓN TRAS 18 AÑOS DE DEMOCRACIA
JORGE FAURÓ
Los alcaldes de Alfaz del Pi, Antonio Fuster (PSOE); Benidorm, Vicente Pérez Devesa (PP); y Salinas, Juan Amorós (IU), se remontaron la pasada noche 18 años atrás para relatar lo que fueron y lo que son sus respectivos municipios al cumplirse la mayoría de edad de los ayuntamientos democráticos.
Tres alcaldes para otros tantos puntos de vista muy diferentes sobre el proceso que condujo de las «crónicas de un pueblo», como no sin ironía se encargó de subrayar el alcalde de Salinas, al parque temático, de cuyo emplazamiento en Benidorm recibió Pérez Devesa la efusiva felicitación de sus compañeros de mesa.
A la pregunta de un miembro del público, los tres alcaldes iniciaron un debate sobre el papel que debe jugar la Diputación provincial respecto a los ayuntamientos. La propuesta más novedosa partió de Antonio Fuster, que abogó por la conversión de este organismo en una delegación territorial de los gobiernos autónomos. El edil de Alfaz del Pi justificó su tesis con la necesidad de que los ayuntamientos disfruten de «una verdadera independencia económica». Fuster ya se había referido anteriormente a este asunto en una intervención anterior, al reclamar una cuarta parte de los fondos del Estado destinada a las corporaciones locales. Abundó en la cuestión al calificar a las diputaciones de «pequeños reinos de taifas» y al hilo de ello intervino desde el público su compañero de corporación y diputado provincial Salvador Sanjosé, que defendió a la Diputación como «el organismo que se encarga de paliar las descompensaciones territoriales».
El alcalde de Salinas, confesó su «amor» a la Diputación, aunque consideró injusto el reparto de sus fondos. La entidad provincial «debe tratar a todos por igual, y no puede dejar a un municipio como el nuestro tres años sin planes provinciales».
Vicente Pérez Devesa se erigió en el defensor más vehemente del ente alicantino. «Quizá estén en un momento delicado, pero tienen (las diputaciones) una influencia espectacular en los pueblos pequeños». En todo caso, advirtió el alcalde de Benidorm, «yo abogo porque se ahonde más en los servicios mancomunados. De cualquier modo, las diputaciones tienen una influencia en los municipios pequeños superior a la de los gobiernos autonómicos».
