Jornadas «Alicante contra el racismo»
INTERVIENE:
JAVIER DE LUCAS. Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia
PRESENTA:
MANUEL DESANTES. Rector en funciones de la Universidad de Alicante
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
EL CATEDRÁTICO JAVIER DE LUCAS CRITICA LA INTOLERANCIA DE LA ADMINISTRACIÓN COMO UNA MUESTRA PRÁCTICA DE RACISMO
«Racismo es pagar salarios bajos por el lugar de procedencia del trabajador, poner trabas al acceso al sistema educativo o a la vivienda. En el ámbito público no se ve la tolerancia, desde estas instancias sólo se va al terreno de las recomendaciones y la buena conciencia», manifestó el catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia en su conferencia bajo el título «Racismo y Sociedad».
Para el catedrático, «establecer legalmente la expulsión no tiene justificación. Esto debía ser objeto de crítica y no ser respaldado por los partidos políticos que en muchos casos representan con estas acciones el 80 por ciento de los votantes. Después son los mismos políticos quienes se dan codazos por aparecer en primera fila en una manifestación contra el racismo, siendo incongruentes con sus programas».
De Lucas pretendió con exposiciones dar un giro radical a la postura social actual haciendo «una llamada a la complejidad» que pasa por no respaldar las acciones que se llevan a cabo desde las instancias públicas y exigir una transformación de la normativa actual. También considera que a nivel de la vida cotidiana «la palabra la tenemos nosotros y también la voluntad de actuar». La expresión más clara de esta postura es la labor que están desarrollando diversos colectivos y ONGs.
Dentro de este llamamiento para recuperar «el sentido activo de la ciudadanía», Javier de lucas manifestó al público que «la lucha frente a la persecución del otro es la garantía de que nosotros no seremos los siguientes».
Campañas inútiles
El catedrático de Filosofía del Derecho planteó el error que supone a su juicio difundir campañas institucionales contra el racismo y la xenofobia «que nos recomiendan comprensión. Porque lo más grave es el discurso diferencialista ya que afecta al sistema de derecho. Eso nos lleva a cavar nuestra propia fosa. El error es pensar que es una cosa de ellos y que les tenemos que ayudar, ya que es en realidad un problema nuestro». En base a este argumento añadió que «cuando toleramos medidas jurídicas que imposibilitan la presunción de inocencia nos atacamos a nosotros mismos. Cuando creamos centros para extranjeros que en realidad son cárceles, lesionamos nuestro sistema de derecho, cuando aceptamos la expulsión infringimos los compromisos internacionales de derechos humanos y aceptamos el retroceso en la práctica de refugio y asilo». Además, como veía alternativa para dar un vuelco a estas actitudes racistas llevadas a cabo desde los organismos públicos propone «luchar contra la discriminación».
Una reflexión planteada en el foro de la conferencia fue exponer «quién saca beneficio del discurso identitario», mientras se desmantela «el modelo del estado de bienestar y se refleja la falta de vínculo social para participar en las decisiones». Uno de los beneficios por los que claramente apuesta Javier de Lucas «es el económico al parecer una nueva esclavitud».