INTERVIENE:
JOSEP BORRELL. Diputado en el Congreso y candidato a las primarias del PSOE
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
BORRELL AFIRMA QUE UNA NUEVA VICTORIA DEL PP DESTRUIRÍA EL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES
F. J. BENITO
Josep Borrell, invitado por el Club INFORMACION a pronunciar una conferencia en Alicante, basó su intervención en un discurso económico y social que sustentó sobre siete puntos. Antes había tenido que atender a más de quinientas personas que por razones de espacio y seguridad no pudieron entrar al auditorio, completo una hora antes del comienzo de la conferencia. La aparición de Borrell en Alicante fue espectacular. Trescientas personas le esparaban desde una hora antes dentro del auditorio y setencientas más le aclamaron fuera e incluso obligaron al candidato a improvisar un mitin callejero aupado sobre una silla, que, al quite, le había facilitado Antonio Mira-Perceval, vicesecretario general del PSPV. Borrell incluso llamó al subdelegado del Gobierno, Luis Garrido, para reclamar que los servicios de seguridad de la CAM, en cuyo auditorio se celebraba el acto, permitieran la entrada de más personas de las que acoge el aforo, cosa que, en parte, logró. La conferencia empezó con mucho retraso por este motivo y también porque el vehículo que condujo a Borrell desde Elche, donde participó antes en un acto del partido hasta Alicante, se perdió.
El ex ministro de Obras Públicas señaló en su conferencia que a su entender la democracia está en crisis y «los socialistas, la izquierda debemos hacer que la sociedad recupere la confianza en la política y el éxito de las Primarias responde, precisamente, al descontento de cómo se está haciendo política».
Tras reconocer los errores pasados, Borrell señaló que el objetivo de la izquierda «no debe ser sólo reconquistar el poder; no ganar por ganar. Queremos ser la palanca de transformación social; criticar a la derecha y autocriticarnos para no volver a equivocarnos. No proclamar la utopía inalcanzable que permite gobernar a la derecha como dice Felipe González». Después de la introducción pragmático/idealista, Josep Borrell entró al campo económico demostrando que se mueve como pez en el agua. «La izquierda debe ser la voluntad de impedir que el mercado marque los derechos, lago que ha sucecido en Estados Unidos y ahora hay 40 millones de pobres».
El aspirante a la candidatura del PSOE recalcó la necesidad de asegurar la transferencia de renta entre las generaciones, defendiendo con vehemencia el sistema público de pensiones. Borrell clamó por el pacto político en este asunto, rechazó los sistemas basados en la supuesta rentabilidad económica de dejarlo en manos de la iniciativa privada, algo «que ni los banqueros pueden asegurar» y fue rotundo al afirmar que «lo importante no es cuanta gente, trabaja, sino el rendimiento que genera. El problema de la Seguridad Social es político, no financiero y la política del Partido Popular en este sentido es forzar la máquina para que explote y dentro de dos o tres años anuncie la quiebra del sistema. Otra victoria del PP supondría la quiebra de las pensiones públicas».
Como solución a la generación de empleo, Borrell apostó por un mejor reparto del trabajo. «Repartir el tiempo de empleo como lo hacemos con la renta. Hay cantidad de tareas interesantes que no son rentables actualmente desde la lógica del mercado pero que pueden cambiarse, sólo hace falta pensar. Crear una sociedad donde todo el mundo sea necesario. Ahí tenemos a Jospin -primer ministro de Francia- y Blair -Gran Bretaña- que han lanzado sus propuestas. En el mundo cada día se mueve un billón de dólares y sólo un 10% en cosas productivas, el resto es especulación».
Borrell no desperdició la oportunidad para transmitir su idea de Europa. «Implantar mecanismos de regulación de las políticas económicas. El trabajo no es sólo una mercancía, es también un derecho. Se puede acabar con el paro, como al parecer se ha hecho con la inflación. La Europa sólo monetaria no puede sobrevivir». Por último, habló de la necesidad de una España «solidaria y cohesionada, sin perder su identidad cultural».
