El CENID arranca con más de 50 investigadores de la UA y la UMH para acelerar la digitalización de ayuntamientos, empresas y sociedad – La empleabilidad, el Derecho, la educación y el acceso a la red centran la estrategia para la transformación de la provincia.
«Una herramienta general en su planteamiento y concreta en su ejecución para no ser víctima del aceleramiento digital que viene, sino impulsarlo, controlarlo y aplicarlo en dos ámbitos fundamentales, el municipal y el económico y social». Así resumió ayer el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, el Centro de Inteligencia Digital de Alicante (CENID) que ya es una realidad fruto de la alianza entre las dos universidades de la provincia, la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) con la Diputación.
El CENID está llamado a ser el catalizador de la transformación digital de la provincia en todos los ámbitos, desde el municipal hasta el empresarial pasando por la sociedad. Para ello aprovecha el conocimiento de los grupos de investigación de ambas universidades que ya trabajan en distintas líneas de digitalización a los que se irán sumando más y que captarán proyectos europeos que tengan que ver con la digitalización para redirigirlos al avance provincial.
El Club INFORMACIÓN acogió la puesta de largo del centro, cuyos detalles desgranaron Mazón y los rectores Manuel Palomar (UA) y Juan José Ruiz (UMH) con asistentes presenciales y virtuales. A la cita asistieron alcaldes, como el de Alicante, Luis Barcala, el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Bautista Riera, diputados provinciales y un nutrido grupo del ámbito académico de ambas universidades. Entre ellos, los aspirantes al Rectorado de la UA, los catedráticos Amparo Navarro y José Vicente Cabezuelo. También el director del CEU de Elche, Francisco Sánchez.
Este «ambicioso proyecto», como lo calificó Mazón, se abordará desde una perspectiva holística, explicó Palomar. Esto es, desde todos los frentes: el cultural, el educativo, el económico, el empresarial y el social.
La recuperación económica depende en gran medida de la digitalización, de impulsarla y aprovechar sus ventajas. De ahí que Mazón también «lanzara el guante» a la Cámara de Comercio para coordinarse en esta estrategia provincial, de la que, en su opinión, «debemos ser protagonistas y no víctimas».
El CENID trabaja en varias estrategias a la vez que, según incidió Ruiz, «deben ir acompasadas». Por un lado, acelerará la digitalización de los ayuntamientos de la provincia tras conocer su estado, que ya está estudiando. «Vamos a acompañarles en el proceso adaptándonos a la velocidad de cada uno y acelerando a los que van más lentos», indicó el presidente de la Diputación, quien incidió en que «es un derecho de los ciudadanos». Esta necesidad entronca con el desarrollo de las infraestructuras de las comunicaciones porque, como recordó Ruiz, «la provincia es la tercera más montañosa de España y tenemos aún zonas oscuras con problemas de acceso a internet que impiden su digitalización». En este ámbito también está trabajando ya el CENID.
El derecho digital también es una rama fundamental del engranaje. «¿Cómo nos defendemos en el mundo digital? CENID va a ser partícipe de la Carta de Derechos Humanos Digitales. La indefensión, la huella digital, la propiedad intelectual, el comercio son aspectos clave, no podemos ser víctimas de lo digital. Es necesario estar bien formados para conocer y ejercer nuestros derechos», observó Mazón.
La detección de bulos en internet es otra de las cuestiones que abordará el Centro de Inteligencia Digital. «Es un tema trascendente. Ya tenemos desarrolladas herramientas que ayudan a detectar las fake news en las redes sociales. Es algo en lo que llevamos tiempo trabajando en las universidades, que ya está maduro y que es el momento de aplicar», indicó el rector de la UA. A lo que su homólogo en la UMH añadió que «en la era de la información sufrimos un exceso informativo en el mundo digital al que acceden ciudadanos sin competencias digitales. La forma de luchar contra los bulos es detectarlos y contrarrestarlos ofreciendo más información veraz de fuentes fiables».
La reducción de la brecha digital es otro de los objetivos. Ruiz precisó que la brecha que hay que reducir es doble, la de la falta de acceso por las condiciones geográficas y la de los recursos económicos que garantizan el acceso. Para estudiarlo y ofrecer soluciones existe un proyecto concreto en el centro. No olvidó el rector la brecha de género. «Debemos incorporar a la mujer a la digitalización porque el porcentaje de mujeres que acceden a grados directamente relacionados con la digitalización es del 12%, algo lamentable. Estamos perdiendo el talento y la inteligencia del 40% de la población», alertó.
Para trabajar en todas estas líneas el CENID ya cuenta con más de 50 investigadores de ambas universidades que trabajan en estas líneas y que van a coordinarse y a establecer sinergias. A ellos se irán sumando más para proyectos presentes y futuros, de manera que se puedan crear grupos que colaboren de cara a captar proyectos europeos que reporten fondos, resumió Palomar. El 80% de la investigación española está en las universidades, recordó Ruiz y en el caso de las de la provincia hay decenas de investigadores de excelencia acostumbrados a preparar y captar este tipo de proyectos. En este sentido, Mazón aseguró que es uno de los motivos por los que «no nos hemos ido a buscar el talento fuera. Lo tenemos aquí».
Por su parte, Palomar avanzó un proyecto concreto, de los que se presentarán en las próximas semanas. La digitalización de 750 kilómetros de la montaña alicantina gracias a un acuerdo con Google y a la colaboración del área de Medio Ambiente de la Diputación y asociaciones de senderistas. Así, los visitantes tendrán acceso a la información de las distintas construcciones de los parajes, así como de la fauna y flora que se puede encontrar en cada tramo del camino.
El CENID dispone de 250.000 euros para empezar su andadura, pero Mazón adelantó que prevé destinar más del doble en los próximos presupuestos. No obstante, la idea es que por una parte los proyectos europeos que se capten y, por otra, la colaboración privada que ya tiene interés en participar, propiciarán que en un futuro el CENID sea capaz de ser rentable y autofinanciar su estructura.
