INTERVIENE:
JOSÉ JOAQUÍN RIPOLL SERRANO Presidente de la Diputación Provincial de Alicante
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA Director del Club INFORMACION
RIPOLL OFRECE UNA CONFERENCIA EN EL CLUB INFORMACION SOBRE EL MODELO DE PROVINCIA
La conferencia de José Joaquín Ripoll abre en el Club el turno de las intervenciones políticas en un curso 2007-2008 marcado por la celebración el próximo mes de marzo de las elecciones generales. El presidente de la Diputación pretende, con su intervención, responder al interrogante planteado en el título de la conferencia sobre la situación actual y el futuro de la provincia de Alicante por lo que han anunciado su asistencia a la misma alcaldes de numerosas poblaciones, dirigentes de organizaciones económicas y la mayor parte de los miembros de la Corporación que preside.
José Joaquín Ripoll se incorporó a la política en 1979, en las Juventudes de UCD de las que llegó a ser secretario provincial en 1982. En 1987 ocupó su primer cargo público como concejal del Ayuntamiento de Alicante por la entonces Alianza Popular. Desde entonces ha sido, siempre en las filas del PP, diputado a Cortes Valencianas (1991, 1995 y 1999), senador por Alicante (1993), conseller de Administraciones Públicas, secretario del Gobierno y de la Generalitat Valenciana, conseller de la Presidencia y vicepresidente de la Generalitat en dos ocasiones, primero con Eduardo Zaplana y después con José Luis Olivas. Ha sido miembro de las ejecutivas local, provincial, regional y nacional del Partido Popular. En 2003 accedió a la presidencia de la Diputación, cargo en el que repite tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado 27 de mayo. Es la primera vez que interviene en el Club como presidente de la Diputación.
RIPOLL APOYA LA CREACIÓN DE UN «LOBBY» Y PIDE UNIDAD A COEPA Y MÁS INVERSIONES A LA CAM
El presidente de la Diputación emplaza a los sectores económicos a apostar por Alicante para seguir creciendo
JORGE FAURÓ
El presidente de la Diputación de Alicante y máximo dirigente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, respaldó ayer la creación de un «lobby» de empresarios que presione a los poderes públicos para que atiendan las necesidades de la provincia, sobre todo, las relativas a infraestructuras y transportes. Además, y en lo que sonó a reproches tanto a la patronal como a Caja Mediterráneo, a ésta última le reclamó que invierta más en la provincia y a Coepa le sugirió que ponga fin a sus disensiones internas.
José Joaquín Ripoll inauguró el curso político del Club INFORMACION con la conferencia titulada «Alicante, ¿un modelo de provincia o una provincia modelo?», en la que desgranó algunas propuestas de futuro y repasó las grandes cifras económicas y sociales de la provincia. Ante unas 250 personas (el aforo completo del Club más numerosos asistentes que escucharon la intervención desde los pasillos), Ripoll no desaprovechó la ocasión para enviar sendos recados a la patronal Coepa y la CAM. En ambas instituciones, y más aún tras la arrolladora victoria electoral de Francisco Camps en el mes de mayo, ha perdido toda influencia el sector zaplanista que representa el presidente provincial del PP.
A la CAM –cuyos órganos de gobierno dominan por amplia mayoría consejeros afines al jefe del Consell– le alabó su política de inversiones estratégicas fuera de Alicante. Incluso fuera de España. Pero Ripoll no pasó por alto (y en la sala estaban presentes el presidente y el director general de la caja) que la entidad de ahorro tiene su sede en Alicante y que es en su territorio natural donde «debería invertir más» y dejar patente el espectacular crecimiento de la caja en los últimos años. La cúpula de la CAM escuchó la sugerencia estoicamente.
Pero el comentario más severo se lo reservó Joaquín Ripoll para la organización de empresarios, con cuyo presidente, Modesto Crespo, ha alejado antiguas afinidades desde que el dirigente de Coepa aceptó convertirse en el hombre de Camps para liderar las negociaciones entre campistas y zaplanistas en pos de un consenso para renovar la CAM. Ripoll, además, dejó a la patronal malparada al contraponerla con otras organizaciones de empresarios.
Tras alabar los viveros de empresas impulsados por la Cámara de Comercio, Ripoll emplazó a Coepa a cerrar su división, convertirse en una organización «unificada» y «tener por fin un discurso propio que acabe con cuitas internas».
Para rematar esta parte de su intervención, el jefe de la Diputación apoyó la constitución de un «lobby» que influya en los gobiernos para conseguir reivindicaciones históricas desatendidas. Y ante Modesto Crespo y otros altos cargos de Coepa, el político puso de ejemplo a la entidad empresarial que más recelos genera en la patronal de Alicante: la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), un grupo de presión que aglutina a las empresas de más facturación de la Comunidad y que hasta ahora ha demostrado más querencia a la capital autonómica que a las otras dos provincias.
A pesar de ello, el dirigente popular recordó que la insistencia de este «lobby» fue determinante a la hora de conseguir el tren de alta velocidad, particularmente en el tramo de Valencia. El deseo expresado en voz alta de que Alicante disponga de un perfil empresarial similar no encandiló, precisamente, a la cúpula de la patronal, según constató este periódico. Tampoco a la CAM.
Cifras y letras
Durante más de media hora de intervención previa al coloquio, José Joaquín Ripoll aludió a las grandes cifras sociales y económicas relativas a la provincia de Alicante durante los últimos años: población, crecimiento económico, creación de empresas y los distintos tipos de modelos industriales que caracterizan a la provincia. «Nuestra actividad económica sigue mostrando un comportamiento más dinámico que el resto de la Comunidad y del conjunto de España», dijo el ponente, que atribuyó parte de este «mérito» no sólo a los ciudadanos, sino también a la administraciones locales, autonómica y provincial. No al Gobierno central.
Después de destacar la diversidad de actividades económicas de Alicante y subrayar que no sólo la construcción y el turismo tiran de la economía, Ripoll se mostró convencido de que «nuestro modelo autonómico ha sido positivo para Alicante», que, según Ripoll, «ha liderado y continúa liderando el crecimiento de la Comunidad Valenciana».
Frente al positivismo de este discurso, el presidente de la Diputación recordó que la provincia mantiene el «déficit» en recursos e infraestructuras, en concreto, el agua y las comunicaciones. Tal como viene haciendo su partido, volvió a reivindicar el trasvase del Ebro y la alta velocidad ferroviaria. Aludió a la competencia de países emergentes en la economía y en el propio entorno de la provincia. De hecho, alertó de la posibilidad de que la Región de Murcia se convierta en un «competidor serio» debido a su desarrollo turístico y la construcción del futuro aeropuerto, que «detraerá pasajeros de El Altet y viajeros a nuestra provincia».
Ripoll también habló de inmigración, tanto de la que acude a la provincia sólo para residir como la que viene a trabajar. En ese sentido, aprovechó para significar que tal realidad «no es tenida en cuenta a efectos de una mayor financiación del Gobierno». «Los problemas han surgido de una mala política migratoria que ha generado no sólo una llegada masiva de personas, sino, que a mi entender es más grave, un desbordamiento de nuestra capacidad para atenderlas», aseveró. Al hilo de esta circunstancia, Ripoll exigió que la financiación que precisa el aumento de población vaya directamente a ayuntamientos y diputaciones.
Por último, el dirigente popular propuso promover lo que denominó «proyectos estratégicos» que incidan en aspectos claves para el desarrollo local y provincial, aprovechando sinergias entre las distintas comarcas y animando a los ciudadanos a superar el que dijo conforma uno de los grandes defectos de los alicantinos: la resignación. «Confiemos en nosotros mismos y en nuestras posibilidades», concluyó.
AMPLIA REPRESENTACIÓN DE DIRIGENTES Y CARGOS PÚBLICOS DEL PP Y EMPRESARIOS
NADIA IGLESIAS
La intervención del presidente de la Diputación Provincial de Alicante, José Joaquín Ripoll, para inaugurar el nuevo ciclo de actividades del Club INFORMACION, concentró ayer a un nutrido grupo de representantes de la actividad política, empresarial y social de la Comunidad Valenciana. La ponencia del dirigente popular sirvió asimismo para dar comienzo a la nueva etapa política en la provincia a través de una intervención en la que analizó el modelo actual de gestión que impera en la provincia y sus retos de crecimiento para el futuro.
El acto, que reunió a más de 250 personas en las instalaciones del Club, convocó a un amplio abanico de dirigentes y cargos públicos del Partido Popular, entre los que se encontraba el senador territorial, Julio de España; los diputados autonómicos, Gema Amor y David Serra; el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi; la alcaldesa de San Vicente y diputada provincial, Luisa Pastor; la alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente; la primera edil de Villena, Celia LLedó; la alcaldesa de Ibi, Maite Parra; el alcalde de Alcoy, Jorge Sedano; y los máximos representantes de los ayuntamientos de Santa Pola y El Campello, Miguel Zaragoza y Juan Ramón Varó, respectivamente.
Entre el elenco de autoridades relacionadas con la actividad política también arroparon ayer la intervención de José Joaquín Ripoll miembros de la corporación municipal alicantina, como los ediles, Miguel Valor; Juan Zaragoza; Juan Seva; y Andrés Llorens, entre otros.
La ponencia del máximo representante de la Diputación y presidente provincial del Partido Popular consiguió convocar a personalidades de diferentes instituciones alicantinas, como la Autoridad Portuaria, con la asistencia de su presidente, Sergio Campos y referentes de la vida académica de la provincia como el rector de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), Jesús Rodriguez Marín; el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Miguel Ortiz Zaragoza, así como a destacados arquitectos, entre otros, Juan
Antonio García Solera y Roberto Pérez Guerra.
El análisis de oportunidades y la evaluación de resultados ofrecido por José Joaquín Ripoll en su intervención, consiguió despertar, de una manera destacada, el interés del sector empresarial alicantino, que respondió a la cita de ayer con una amplia representación y se perfiló como uno de los más activos en el debate posterior a la exposición del presidente de la institución provincial.
Entre los rostros ligados a la actividad ocuparon su asiento en las instalaciones del Club el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela –quien no dudó en formular sus tesis sobre la situación actual y las perspectivas de la economía alicantina–; el presidente de la Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (Coepa), Modesto Crespo; y el vicepresidente de la patronal, Rafael Martínez Berna; el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante, Manuel Peláez, que también intervino en el debate; el presidente de la CAM, Vicente Sala; el vicepresidente de la entidad, Armando Sala; y el director general de la misma, Roberto López; el presidente del Terciario Avanzado, Enrique Martín Álvarez; el presidente del Consejo Regulador del Turrón de Jijona y Alicante, José Enrique Garrigós; y Antonio y Joaquín Arias, del Grupo Subús.
El sector estuvo asimismo representado por rostros conocidos de la actividad, como el constructor, Enrique Ortiz; el presidente del Casino, Manuel Rodríguez Murcia; y el empresario y ex presidente del Etosa, Luis Castillo.
EL ÁRBITRO IMPOSIBLE
JUAN RAMÓN GIL
El presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, virrey aún de los zaplanistas en las Tierras del Sur (al norte no quedan), inauguró el jueves el curso político con una conferencia en el Club INFORMACION. En un foro al que el último jefe del Consell que acudió fue Eduardo Zaplana, dicho sea sin ánimo de ofender, Ripoll trató de responder durante tres cuartos de hora a la pregunta, expresada en el título que eligió para su conferencia, de si Alicante es una provincia modelo o puede ser un modelo de provincia, y entre disertación y coloquio logró hablar más de una hora sin mencionar ni una sola vez las palabras Generalitat, Consell o Gobierno autonómico, no se sabe si porque no le encajaban en el texto o en el concepto.
Hubo el jueves en el Club una singular mezcla de intentos de reconciliación y ajustes de cuentas. Ripoll no mencionó a la Generalitat, pero el Consell tampoco envió ninguna representación al acto. Los campistas de la ciudad de Alicante, encabezados por el alcalde Alperi, acudieron en formación a la conferencia, pero los del resto de la provincia optaron mayoritariamente por quedarse en casa. Coepa envió a su presidente y la Caja del Mediterráneo al suyo y a su director general, pero el gesto no les evitó ni a Modesto Cresponi a Vicente Salay Roberto Lópezrecibir de parte de Ripoll la consiguiente admonición, evidenciando que las relaciones entre las cúpulas de la patronal y de la primera entidad financiera de la provincia y la Diputación siguen estando presididas por la desconfianza, los ecelos y el recuerdo de las confrontaciones que se produjeron meses antes de las últimas elecciones a cuento de la renovación del consejo de la CAM. Ripoll está en una difícil situación, que no tiene visos de aclararse, sino todo lo contrario, en los próximos meses. Es el presidente más maniatado por las circunstancias de cuantos han pasado en democracia por el Palacio de la avenida de la Estación. Como cabeza visible del sector del PP que ha perdido todas las batallas en el último lustro, no le ha quedado más remedio que convertir la sede de la Diputación en el último refugio de todos los desheredados del régimen, lo que, además de inflarle los presupuestos y llenarle los pasillos y las oficinas de gentes con mucho ánimo de revancha y muy poco trabajo que hacer, le lastra a la hora de diseñar y ejecutar una estrategia propia. Pero, del otro lado, es consciente, también, de que haga lo que haga Campstiene puesto precio a su cabeza, que será probablemente la última que caiga pero que, tarde o temprano, si del jefe del Consell depende, caerá. Así que su margen es estrechísimo: puede hacer, y de hecho hasta aquí la ha hecho bien, gestión, pero casi no tiene espacio para hacer política y lo uno sin lo otro pierde sentido. Obligado por la situación, va de escaramuza en escaramuza. Ahora habrá algún tiempo de tregua, seguramente, porque empieza una nueva campaña electoral, la de las generales de marzo. Pero en cuanto pasen éstas, vendrá la vorágine de los congresos y él sabe que Camps intentará arrebatarle la presidencia provincial. Quizá por todo esto, Ripoll no pudo en realidad responder en concreto a la propia pregunta que daba pie a su conferencia. Definió con bastante claridad la ventaja que, bien manejada, proporciona a Alicante el hecho de ser una provincia sin una capital preponderante, sino con una panoplia de ciudades de mucho peso poblacional y económico. Señaló también los retos y amenazas que la coyuntura actual presenta para un territorio como éste, plural pero al mismo tiempo indefinido y entre ellos aludió a uno del que se habla poco pero que cada vez resulta más relevante: la entrada con fuerza de la ciudad de Valencia en el mercado turístico, sector hasta aquí monopolio de Alicante, lo que puede resultar incentivador y beneficioso, o muy perjudicial, dependiendo de que Alicante sepa o no redefinir su propio camino. Subrayó, en definitiva, Ripoll
que Alicante es una provincia rica por su diversidad pero necesitada por ello mismo de mecanismos de articulación política, social y económica muy complejos. Pero se quedó ahí. No se atrevió a proponer a la institución que él mismo preside como eje de esa articulación. ¿Por qué? Seguramente porque miró a la sala y comprendió que nunca le dejarán serlo.