Editorial Anaya
INTERVIENE:
FRANCISCO LÓPEZ-SEIVANE. Autor del libro. Ha dedicado más de 25 años al estudio de la mente y a la práctica del control emocional. Experto en Yoga, disciplina en la que ostenta el grado máximo de Magisterio (Acharia), fue pionero en la enseñanza de esta sabiduría en España
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
FRANCISCO LÓPEZ-SEIVANE
De la multitud de ponentes que afirman ayudar a controlar las emociones y el estrés, pocos ofrecen la fiabilidad de Francisco López-Seivane, quien ha dedicado más de veinticinco años al estudio de la mente y a la práctica del control emocional. Experto en Yoga, disciplina en la que ostenta el grado máximo de magisterio (Acharia), fue pionero en la enseñanza de esta sabiduría en España, dónde abrió el camino a las nuevas formas de crecimiento personal que florecen en la actualidad.
Difícil de clasificar intelectualmente, al haberse formado de espaldas al academicismo, Francisco López-Seivane renunció muy joven a todo lo que no fuera la búsqueda del conocimiento, evolucionando rápidamente hasta convertirse en un pensador sazonado, dotado de una mente prodigiosamente lúcida y una sólida formación humana. Así pareció percibirlo el finado Horacio Saenz Guerrero, Premio Príncipe de Asturias de Humanidades, cuando escribió refiriéndose a él: «Admiro la luz con que Francisco López-Seivane proyecta sus conocimientos sobre la vida y el universo, de manera tan penetrante e inteligente».
Francisco López-Seivane fascina a los oyentes con un estilo coherente, claro, preciso y directo. Reconocido internacionalmente, con frecuencia es invitado por instituciones y universidades de todo el mundo, entre las que cabe mencionar el Parlamento de Porto Alegre (Brasil), la Universidad Rice, de Houston o la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
COSAS QUE APRENDÍ DE ORIENTE
El autor ha vivido mucho y nada le arredra. Frustrado con un mundo que ha perdido sus valores y el sentido de trascendencia, arremete en este libro contra las verdades establecidas, contra el discurso dominante, contra el acomodo maniqueo de las religiones y contra la caterva de charlatanes y predicadores que pescan en las aguas revueltas de la confusión. Pero lo hace muy documentadamente, de manera metódica y racional, apelando en todo momento al buen juicio y a la lógica dialéctica, hasta el punto de que sus afirmaciones y planteamientos resultan muchas veces inapelables.
La obra es, en realidad, una colección de ensayos sobre los asuntos mas trascendentes de la vida: el amor, el sexo, las emociones, la voluntad… El autor parte de la premisa de que nuestra existencia está apoyada en falsas convicciones, al haber degenerado los principios básicos establecidos en conceptos espurios que falsean el sentido del esfuerzo humano. No libra de culpa a las Instituciones religiosas, grandes o pequeñas, que a lo largo de la historia han fabricado realidades de conveniencia y mantienen a sus seguidores en una permanente adolescencia espiritual, estimulando la fe ciega, antes que la búsqueda personal. En este sentido, su mensaje es inequívoco: «¡Basta de supersticiones, dogmas y manipulaciones!. El hombre ha de asumir la responsabilidad de su propia vida y convertirse en protagonista de su evolución, sin miedos ni apriorismos».
Al mismo tiempo, el libro contiene una interesante serie de capítulos que tratan del cuidado del cuerpo y de la mente, donde se revela la extraordinaria importancia de la dieta, la respiración o la concentración en la salud humana.
Hay, además, ácidas críticas hacia aquellos que presumen de poderes sobrenaturales o de capacidades milagrosas, así como a quienes se dejan embaucar por los charlatanes de turno. Ahí, se mezclan una punzante ironía y una mal disimulada compasión.
Toda la obra está impregnada de gran intensidad, reveladora de la intención del autor de calar en sus lectores. Cada capítulo provoca, desconcierta e incita a la reflexión. Al final, uno tiene la impresión de que ha recibido una soberana lección de vida. En definitiva, se trata de un libro original, llamado a abrirse hueco por méritos propios en el panorama literario español.
LÓPEZ-SEIVANE PRESENTA HOY «COSAS QUE APRENDÍ DE ORIENTE» EN ALICANTE
El escritor Francisco López?Seivane charlará esta tarde a partir de las 20.30 horas en el Club INFORMACION de Alicante sobre su más reciente libro, «Cosas que aprendí de Oriente», una obra que pretende, en sus propias palabras, aportar a la sociedad occidental «la savia fresca de la sabiduría oriental».
El libro es, explica su autor, «una obra de sabiduría, de pensamiento, en el que trato de aportar a una civilización decadente (la occidental) todo lo que Oriente viene enseñando al mundo desde hace milenios».
Con este fin, López-Seivane ha hecho una serie de ensayos seleccionando sesenta de los temas más «candentes» e «importantes», como Dios, el amor, la religión, el sexo, la frustración?
En cuanto a la religión, el escritor adopta una posición crítica. «Admito que las religiones son muy importantes, pero también las acuso de tratar de someter más que de liberar al individuo y de atrapar en el dogma a la gente, mientras que en Oriente las religiones son muy abiertas; no importa lo que uno crea, sino el comportamiento ético que se tenga», explica.
UNA VISIÓN PERSONAL DE LA VIDA EN ORIENTE
Francisco López-Seivane, pionero de la enseñanza en España del yoga, donde ostenta el grado máximo de magisterio («acharia») pronunció el martes en el Club INFORMACION en Alicante una conferencia sobre «Cosas que aprendí de Oriente», título de su último libro editado por Anaya.
López-Seivane, desde su experiencia de treinta años de aproximación al pensamiento milenario de Oriente, analizó las diferencias en conceptos como la vida, el amor, la religión y la cosmogonía con la civilización occidental.
«En Occidente la medida del éxito es conseguir satisfacer nuestros deseos, mientras que en Oriente el éxito estriba en la realización, la paz interior, mediante la atenuación o superación de los deseos. En definitiva, alcanzar la felicidad haciendo uno la existencia, el conocimiento y la dicha», concluyó.
En el coloquio posterior se abordó, entre otros temas, la tendencia en buena parte del mundo oriental de hacer suyos los valores occidentales.