Del director JAUME BALAGUERÓ
Con la asistencia del actor alicantino FELE MARTÍNEZ
Colabora: La empresa exhibidora Vicente Espadas, S.A. y la distribuidora Filmax
SIPNOSIS
En esta casa hay algo… Algo oscuro y muy antiguo que permanece inmóvil, escondido y en silencio. Sólo espera, agazapado en la penumbra durante años, trazando planes. De hecho, su medio es la oscuridad. Sólo en ella puede manifestarse y desplazarse. E incluso toma su nombre.
Y vive aquí desde que alguien trató de invocarlo hace más de 40 años. Porque esta casa guarda un secreto, un pasado abominable, un acto de maldad inconcebible… Siete niños, gente sin rostro, un círculo que debe ser completado. Y sangre, mucha sangre…
FELE MARTÍNEZ DICE QUE «LA TAQUILLA NO TE LA GARANTIZA SÓLO UNA CARA CONOCIDA»
J. A. GIMÉNEZ
El actor alicantino Fele Martínez cree que el futuro del cine español, con el flanco abierto de la fusión de las plataformas digitales, es «incierto» y apunta que, de momento, «este año hay muchas menos películas que el pasado». Asimismo, el actor declaró ayer a este periódico que «una cara conocida no te garantiza la taquilla porque en España no existe el «star system», si acaso sólo con algunos directores». El joven intérprete ha regresado al género del terror en la última cinta del director Jaume Balagueró, «Darkness», a cuyo preestreno organizado por el Club INFORMACION en los cines Aana de Alicante asistió anoche.
Tras su anterior incursión en el cine de miedo con «El arte de morir», título que esta noche casualmente emite La 2 de TVE y al que el joven encasilla más bien como «un thriller psicológico con pinta de terror», Fele Martínez aceptó participar en «Darkness» porque la historia «me enganchó rápidamente y era un gran reto para mí la oportunidad de interpretar en un idioma distinto al mío».
«Darkness» abunda en el clásico tema de la casa maldita, aunque el alicantino está «segurísimo de que va a sorprender porque es una vuelta al terror puro», en un tiempo en el que en España «el género ha tendido a derivar hacia el terror-suspense», añadió.
La película del autor de «Los sin nombre» se rodó en inglés en Barcelona, con un reparto internacional integrado por Anna Paquin, Lena Olin, Ian Glen y Giancarlo Giannini, además del propio Fele, que encarna a Carlos, un amigo español de la protagonista, la hija de una familia americana, que «al principio asiste escéptico a una serie de fenómenos paranormales que ocurren en la casa de ella pero que finalmente acabará ayudándola». La originalidad de «Darkness» reside, según el actor, en «el tratamiento de la imagen y, sobre todo, en un personaje que no es de carne y hueso pero que interactúa con el resto: la oscuridad, que genera ansiedad y nerviosismo constante».
«Es una pena que con tanta sala haya tan poca variedad»
«La Ciudad del Cine ya se oye más por Madrid, la gente habla del proyecto», comentó Fele Martínez, que acaba de concluir el rodaje de la comedia «Dos tipos duros», del debutante Juan Martínez, en la que comparte cartel con Antonio Resines, Elena Anaya y Jordi Vilches, entre otros. El intérprete, que dijo que «yo cobro menos que muchos actores», manifestó que «se pueden hacer grandes películas con poco dinero». Además, el joven lamentó que en Alicante «haya tanta sala de cine y tan poca variedad, sin ninguna que emita en versión original».
FELE MARTÍNEZ ASISTE AL PREESTRENO EN ALICANTE DE LA PELÍCULA «DARKNESS»
El actor alicantino Fele Martínez acudirá esta noche al preestreno en Alicante de «Darkness», la última cinta de Jaume Balagueró, en la que él participa. La proyección, organizada por el Club INFORMACION en colaboración con la empresa exhibidora Vicente Espadas y la distribuidora Filmax, tendrá lugar en el cine Aana A (calle Pascual Pérez, 44), a las 22.30 horas.
«Darkness» abrió el pasado 3 de octubre el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges y, según el director también de «Los sin nombre», es una película en la que indaga en dos conceptos aparentemente tan contradictorios como el amor y el mal. «Me interesa el ocultismo y las cosas esotéricas. Soy escéptico, pero quisiera creer en ellas. Me gustaría ver un vaso volando. Daría lo que fuera por verlo y reconocer que estaba equivocado».
En esta cinta, que ha contado con un presupuesto de más de 12 millones de euros, la oscuridad se convierte en un personaje con entidad propia. La trama se desarrolla en una sola semana y arranca con la llegada de una familia de clase media norteamericana a España, donde reside el abuelo. Sus cuatro miembros se instalan en una destartalada casa que oculta un terrorífico misterio, secreto que Regina (papel interpretado por la oscarizada Anna Paquin), con la ayuda de Carlos (Fele Martínez), se encarga de ir desentrañando.
«Darkness» se rodó en inglés en Barcelona. De hecho, además del alicantino sólo está el español Fermí Reixach en cabeza de cartel. Les acompañan la sueca Lena Olin y el escocés Iain Glen.
CRÍTICA: SONIDOS QUE ASUSTAN
ANTONIO DOPAZO
Sedimenta el buen hacer del cineasta catalán Jaume Balagueró en el ámbito del terror, aunque no es tan brillante y sugestiva como su «opera prima», la espléndida y sorprendente «Los sin nombre». Presentada en el Festival de Cataluña-Sitges, en la sesión inaugural, «Darkness» intenta generar el miedo a través de los sonidos estridentes y elevados de tono y de los planos-impacto, en perjuicio de un argumento, más frágil, que plantea cosas pero que deja buena parte de su contenido sin respuesta. Su magnífico e internacional reparto, con Fele Martínez en un cometido secundario pero de peso, permitirá que atraviese muchas fronteras ajenas habitualmente al cine español.
Huyendo de los lugares comunes de la especialidad, rechazando de plano los relatos de casas embrujadas que generan los más insospechados terrores gratuitos, Balagueró ha tratado de centrar su atención en los personajes y en las reacciones que experimentan ante situaciones que les sobrepasan. El escenario, sin embargo, tiene mucho de mansión gótica, aunque esté ubicada en las afueras de Barcelona. Es un lugar en el que 40 años atrás acaecieron unos trágicos sucesos que ahora vuelven a tomar cuerpo cuando una familia que viene del extranjero se instala en el mismo. Desde los primeros minutos de proyección el proceso de enrarecimiento de la atmósfera se va haciendo progresivo, canalizado a través del recrudecimiento de la enfermedad del padre y del temor a la oscuridad del hijo pequeño. Si el sustento del guión hubiese sido más sólido estaríamos ante una aportación notable al «thriller» de terror. Así, con un final abierto que constituye un recurso muy fácil, la cosa queda algo desdibujada y a menudo da la impresión de que se trataba de compensar carencias argumentales con una banda sonora que chirría a niveles desmesurados. Balagueró, con todo, sigue teniendo un crédito evidente en estas parcelas que tanto sabe abonar y puede mejorar los resultados presentes con solo cimentar más sólidamente los pilares de la historia.