ORGANIZA: IMAGINARTE. Gabinete de Prensa del Hospital San Jaime de Torrevieja
INTERVIENE:
JERÓNIMO FORTEZA VILLA. Jefe del Servicio de Anatomía Patológica Oncológica. Hospital San Jaime de Torrevieja. Catedrático de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela
PRESENTA:
JOSEP FARRÉ ALEGRE. Director Médico y Jefe del Servicio de Cirugía. Plataforma Oncológica. Hospital San Jaime de Torrevieja
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Director del Club INFORMACION
DATOS MOLECULARES PARA EL DIAGNÓSTICO Y PRONÓSTICO DEL CÁNCER
El diagnóstico del cáncer ha sido en la mayor parte del siglo XX, un diagnóstico microscópico, con un técnica sencilla: la hematoxilina y eosina. Con ella se ha podido no solo diagnosticar el tipo de cáncer, sino conocer su pronóstico y poder indicar la terapéutica.
A finales del siglo XX, los oncólogos han visto que no se han cumplido las expectativas de curación del cáncer que se esperaban con las nuevas pautas terapéuticas y se ha cuestionado si el diagnóstico microscópico, es la mejor opción o este debe ser sustituido por el diagnóstico genético.
La segunda parte del siglo XX, ha sido la época de la Biología y sobe todo del conocimiento de la estructura y síntesis del ADN. A principios del siglo XXI, hemos conocido el genoma.
Este escenario, de exigencia de éxito terapéutico y de aumento del conocimiento científico, ha hecho que tengan que incorporar nuevos conocimientos y metodologías al diagnóstico del cáncer. Hay neoplasias como los linfomas que quedan definidas muy específicamente por marcadores moleculares y lo mismo ocurre con algunos sarcomas, sobre todo en la infancia.
Otros cánceres son más complejos y tienen una sumación de diferentes alteraciones genéticas que son comunes entre muchos de ellos.
Los estudios con «micro-arrays», que ha permitido estudiar un amplio espectro de genes en un determinado tumor se correlaciona con el tipo histológico, con el pronóstico y con la respuesta terapéutica. Los resultados de los «micro-arrays», han sido a veces esperanzadores y otras veces frustrantes.
El descubrimiento de los anticuerpos monoclonales, ha permitido tener dianas terapéuticas, y terapéuticas biológicas, más específicas que la quimioterapia. Por otra parte hay técnicas inmunohistoquímicas que permiten predecir la respuesta, por ejemplo al Tamoxifen en relación con la presencia de receptores hormonales en el carcinoma de mama, respuesta al transtuzumab cuando hay sobre-expresión del Her2-neu, o respuesta al Glivec en los tumores del estroma gastrointestinal, en función de que haya expresión del c-Kit.
Los datos moleculares, informan de la extensión de la enfermedad y sobre todo de la existencia de enfermedad mínima residual que es información de gran valor para la terapéutica.
El diagnóstico molecular del cáncer, tiene dos vertientes, el diagnóstico en línea germina, que se relaciona con el cáncer hereditario y el dato diagnóstico en línea somática más relacionada con el tipo de tumor y su evolución.
Tenemos un gran conocimiento básico molecular, que se relaciona con el cáncer, pero este conocimiento solo en parte se ha aplicado a la clínica, por lo que es necesario incrementar la investigación translacional, para que el conocimiento adquirido en el laboratorio, pase a la clínica y se aplique al paciente.
LOS EXPERTOS PIDEN MÁS INVESTIGACIÓN PARA APLICAR NUEVAS TERAPIAS ONCOLÓGICAS
R. A. FRAILE
La investigación molecular del para diagnosticar cáncer ha experimentado grandes avances aunque sólo se aplica una pequeña parte a nivel terapéutico, razón por la que los expertos reclaman la necesidad de «incrementar la investigación para que el conocimiento adquirido en el laboratorio, pase a la clínica, se aplique al paciente y mejore su pronóstico de curación».
Esta fue la principal conclusión de la conferencia sobre «Datos moleculares para el diagnóstico del cáncer» que impartió el miércoles Jerónimo Forteza, jefe del servicio de Anatomía Patológica Oncológica del Hospital San Jaime de Torrevieja y catedrático de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. En el club INFORMACION, donde se han celebrado esta semana dos jornadas sobre tratamientos oncológicos, el doctor Forteza explicó que la exigencia de mejorar el éxito de los tratamientos de cáncer ha movido a los especialistas a incorporar nuevos conocimientos y metodologías al conocimiento de tumores. En este sentido se refirió al diagnóstico microscópico, al genético y más recientemente al molecular en dos líneas: la hereditaria ? que se relaciona con el cáncer hereditario? y la somática ?relacionada con el tipo de tumor y su evolución?. «Los datos moleculares informan sobre la extensión de la enfermedad y sobre todo de la existencia de patología mínima residual, una información de gran valor para la terapéutica», explicó Forteza tras insistir en la necesidad de aplicar estos conocimientos.