ntervienen
Mauro Gil-Fournier y Esaú Acosta. Estudio SIC. Madrid
Raúl Dolz y Martín Noguerol. Colectivo «Ábrete Séneca». Alicante
Rubén Bodewig y Alfredo Campello. Colectivo «Alicante Vivo»
Modera
José Ramón Navarro Vera. Catedrático de Urbanística en la Universidad de Alicante
La propuesta de intervención en el ámbito de la plaza Séneca (antigua Estación de Autobuses) por parte de un colectivo de estudiantes de Arquitectura de la Escuela de Alicante suscita varias reflexiones. En primer lugar por la naturaleza del proyecto que se desarrollará reutilizando materiales y otros elementos, reduciéndose el coste muy considerablemente .En segundo lugar porque supone una modalidad de participación pública inédita en nuestra ciudad. Y en tercer lugar, porque establece una nueva forma de relacionar la Universidad con la ciudad.
Esta idea forma parte de una cultura ciudadana emergente en otras ciudades españolas y europeas, por lo que se ha querido traer alguna de esas experiencias de participación en la gestión y construcción de los espacios públicos urbanos que aportan una buena dosis de esperanza en estos tiempos de crisis.
EXPERTOS RECLAMAN UN MAYOR PROTAGONISMO DE LOS COLECTIVOS CIUDADANOS PARA MEJORAR ALICANTE
S. ESCRIBANO
La iniciativa de un colectivo de estudiantes de arquitectura de la Universidad de Alicante para remodelar con materiales reutilizados y a un coste mínimo el solar de la vieja estación de autobuses conlleva, según los expertos reunidos ayer en el Club INFORMACIÓN, una modalidad «inédita» de participación ciudadana en Alicante que obedece a un modelo emergente en otras ciudades europeas y que plantean promover para dar un cambio radical al actual sistema.
En la mesa redonda organizada por el área de Urbanística de la Universidad de Alicante, el catedrático de Urbanística, José Ramón Navarro Vera, apuntó que el actual modelo de participación ciudadana, basado sobre todo en las asociaciones vecinales y en la mejora de los barrios, debe revisarse y ampliar las miras hacia otros colectivos con intereses que abarquen los problemas de toda la ciudad y contribuyan al diseño de los espacios públicos.
Navarro Vera incide en que si bien el modelo actual es «válido» debe revisarse porque «se funda en una estructura social que no se corresponde con la realidad». No sólo se trata, según explica, de integrar a más colectivos o plataformas ciudadanas en los procesos de participación, también en dar un vuelco al sistema: «Hay que darle la vuelta al camino tradicional, que se viene construyendo el espacio público urbano de arriba hacia abajo, dejando al ciudadano con un sujeto pasivo, para que sea de abajo a arriba y el ciudadano sea el protagonista del proceso».
La idea del grupo de estudiantes «Ábrete Séneca» llegó condicionada por la actual situación de crisis y la falta de fondos de la administración local para desarrollar con inmediatez un gran proyecto de rehabilitación. Sin embargo, para Navarro Vera, este tipo de movimientos ciudadanos «puede tener un efecto educativo a largo plazo» y debe perdurar en el tiempo, incluso en caso de que mejore la situación económica. «Hasta ahora hemos vivido en una cultura de nuevos ricos, en la que a nadie le importaba el coste de las cosas y quién las iba a pagar, pero es el momento de tener apego a las cosas, a su mantenimiento y a su rehabilitación». Para el catedrático, «está emergiendo una nueva cultura ciudadana» en esa línea y las administraciones deben tenerla en cuenta.
En ello coincidieron los representantes del estudio de arquitectura SIC de Madrid, que presentaron su proyecto de «Vivero de Iniciativas Ciudadanas» para recabar propuestas de diferentes colectivos en torno al espacio público urbano. Mauro Gil-Fournier y Esaú Acosta señalaron que, ante esta cultura de participación emergente, las administraciones deberían «rebajar su poder para convertirse en mediadores» teniendo en cuenta las propuestas de los colectivos ciudadanos.
Por parte de Alicante Vivo, Rubén Bodewig, abogó también por un cambio radical del modelo de participación ciudadana para la construcción de los espacios urbanos y la protección de los mismos. Bodewig aludió a diferentes proyectos llevados a cabo en otras ciudades europeas, como el desarrollado para gestionar el espacio vacío del aeropuerto de Tempelhof de Berlín a través de una comisión ciudadana encargada de seleccionar proyectos a corto o largo plazo que no precisan de una gran inversión para llevarlos a cabo.
Es precisamente la necesidad de austeridad la que está fomentando este tipo de iniciativas ciudadanas, como la del grupo de estudiantes de arquitectura en la plaza de Séneca. Raúl Dolz y Martín Noguero, miembros de este colectivo, explicaron la esencia de esta iniciativa, que permite recuperar espacios degradados a un bajo coste y de forma inmediata. Desde el grupo señalaron que están en contacto con el Ayuntamiento para poder llevar a cabo la remodelación provisional de este espacio al pasar Hogueras, si bien los estudiantes destacaron su intención de poder adelantar alguna actuación. La intención del colectivo es poder trasladar esta iniciativa a otros espacios degradados de la ciudad una vez que se acometa el proyecto definitivo de rehabilitación de la plaza.
Los expertos reunidos coincidieron en la necesidad de favorecer este tipo de iniciativas ciudadanas para construir el espacio público urbano en tiempos de crisis y de que se mantengan en el tiempo.