De FRUTOS MARÍA
Cuando un artista crea pero no cotiza en el mercado
del arte, la única obsesión es crear y disfrutar
con esa pulsión y coraje interior que todos los artistas
llevamos dentro. Yo creo que posiblemente sea
cierto que cuando no hay dinero las obras sean
mejores, de más calidad. Y sobre todo cuando uno
es creador con sus propias manos desde que se
empieza a diseñar hasta que se acaba; ese contacto
de tantas horas con la obra es cuando debería
tener mas valor.
Siempre he estado atraído por la abstracción, por
elementos geométricos de gran sencillez.
Para mi el arte no es una marca, es aquello que no
acabas de entender ni comprender nunca del todo.
Incluso pueden existir mejores creadores de arte sin
nombre, pero estos no tienen beneficio comercial.
Frutos María
Escultor
Frutos María es un artista autodidacta que cuenta
con una larga trayectoria, que hace tiempo evolucionó
hacia la abstracción, donde se siente más libre. Su
propuesta artística actual se centra fundamentalmente
en la práctica escultórica con hierro y acero.
Su obra es inseparable de su persona y por lo tanto
dice mucho de sí mismo, tanto de su carácter como
de su personalidad. Frutos es una persona que se ha
hecho a sí misma, sencilla, emprendedora, trabajadora
y vinculada a sus orígenes. Todo esto se manifiesta
tanto en el proceso creador como en la materialización
de su obra artística.
Su inquietud intelectual guarda relación con su afán
por conocer y aprender. Lo que le lleva a ser un
asiduo visitante de exposiciones, museos, ferias de
arte abstracto (con el que se siente identificado) y a
comprar numerosos catálogos y libros de arte de todo
tipo y más concretamente los relacionados con las
propuestas artísticas que le interesan en cada momento
determinado.
Su curiosidad y carácter emprendedor se manifiestan
en la continua experimentación, que en sus esculturas
se traduce en una gran diversidad formal, lo que dificulta
su clasificación y de alguna manera, podríamos
decir, enmascara las influencias a las que se encuentra
sometida su obra en conjunto.
Un material recurrente en la mayoría de sus esculturas
es el acero, en particular el acero corten, que tanto
por su textura visual como por su color nos sugiere y
remite a tiempos pretéritos, relacionados con el trabajo
manual del hierro y con los útiles de trabajo de la
tierra. Esto evoca de alguna manera sus orígenes y el
apego a los mismos.
Su afán de superación y su capacidad de trabajo se
manifiestan en su evolución artística, en el aprendizaje
y dominio de las distintas técnicas necesarias para la
realización y acabado de sus esculturas, teniendo en
cuenta que su actividad principal no está relacionada
directamente con el arte.
En general, sus obras son de distintos formatos (lo que
las hace aptas y adecuadas para su exposición y colación
en interiores) y de gran contundencia visual, debido
tanto a los materiales de que están hechas como a
la concentración de masas que presentan muchas de
sus obras.
Sus composiciones son muy heterogéneas, en lo referente
a elementos formales, y obedecen a un proceso
de creación basado básicamente en la intuición, la
continua experimentación y la elección entre las diversas
combinaciones que proporcionan las diferentes
posiciones relativas y de conjunto de los elementos que
componen sus obras.
En su trabajo escultórico en acero podemos considerar
tres formas principales de tratamiento del material
y maneras de componer:
– Podemos diferenciar una serie de obras bidimensionales
que obedecen a un cuidado diseño previo en
papel y que se materializan en chapas recortadas, a
veces agujereadas y otras unidas entre ellas, en las que
los elementos compositivos son formas geométricas
primarias: círculos, cuadrados, rectángulos y triángulos.
– Otras en la que se ensamblan piezas con forma
de paralelepípedo, generando composiciones muy
compactas y sugerentes.
– Y otras, mucho más libres, en la que trabaja con barras,
piezas diversas, recortes y otros elementos encontrados
de acero, que a veces mezcla con otros materiales,
con los que crea composiciones de diferentes tipologías
y clasificación formal. En definitiva, podemos
concluir diciendo que Frutos es realmente interesante,
desde el punto de vista personal como del artístico.
Martín Gracia
Licenciado en Bellas Artes
ESCULTURAS INÉDITAS DE FRUTOS MARÍA EN EL CLUB INFORMACIÓN
ÁFRICA PRADO
Frutos María (Brugos, 1959) se enfrenta a la primera exposición individual de su obra esta tarde en el Club INFORMACIÓN, donde se exhibirán 26 de sus piezas elaboradas en los últimos diez años, fundamentalmente en acero corten y madera.
«Nunca he querido exponer, tampoco he vendido nunca mi obra, ni quiero hacerlo de momento. No soy un artista muy comercial, la verdad», señala este escultor y artista plástico autodidacta afincado en Alicante desde hace años, que ahora exhibe al público cerca de la mitad de su obra en la muestra Eclosión de la forma, un título que responde a «algo interno que expulso un poco ahora con la exposición», apunta.
Frutos María no es un artista profesional ni convencional, es empresario, pero lleva quince años pintando y haciendo esculturas y fueron sus amigos, entre ellos Juan Guardiola y Eduardo Lastres, quienes le animaron a seguir en el camino del arte y a exponer su obra. «De pequeño ya hacía mis juguetes pero yo siempre me he tomado esto como un hobby. Ahora noto que tengo que hacer más obras, que estoy atrapado por el arte», señala el escultor, que muestra su preferencia por el arte abstracto y le gusta «que la gente piense» cuando ve una obra suya porque, a su juicio, «el arte es aquello que no acabas de entender ni comprender nunca del todo».
Frutos María considera que el público que acuda a la exposición podrá contemplar «una obra muy fuerte, con mucho coraje», mientras el especialista Martín Gracia explica que su obra es «inseparable de su persona» y añade que «su curiosidad y carácter emprendedor se manifiestan en la continua experimentación, que en sus esculturas se traduce en una gran diversidad formal».
UN LARGO CAMINO A LA CREACIÓN ABSTRACTA
ÁFRICA PRADO
Frutos María, empresario de la construcción de 52 años, se olvidó ayer de su profesión para disfrutar de la primera exposición pública de su obra como artista, inaugurada ayer en el Club INFORMACIÓN bajo el título de Eclosión de la forma.
«Me ha costado muchos años dedicirme por hacer una exposición pero ahora lo tengo claro y seguiré haciendo más», señaló ayer el artista, que ha credo medio centenar de piezas artísticas en madera y acero corten en los últimos quince años «por el solo disfrute de tenerlas en casa y verlas». De hecho, nunca ha vendido una obra, ni piensa hacerlo a corto plazo, aunque sí ha regalado una a la Fundación Pedro Cavadas, donde le reconstruyeron una mano que se seccionó por accidente.
El director del Club, Jordi Navas, destacó de Frutos la «libertad expresiva» de este artista autodidacta «que no depende del mercado y eso le permite ir más allá que otros, más constreñidos por los circuitos comerciales». El comisario de la exposición, Eduardo Lastres, incidió también en este aspecto «virgen» de Frutos María, al que considera que «le gusta el arte per se y se le ve esa ilusión por trascender. Vive el arte con una ilusión de principiante, muy propia de los artistas, para revolver su mundo y sacar nuevas ideas».
A juicio de Lastres, el escultor encuentra en la abstracción geométrica el modo perfecto de expresar sentimientos y fruto de ello es su obra, «un trabajo íntimo y personal en el que ha puesto su vida», tras indicar que sorprenderá a muchos artistas que alguien desconocido tenga tanto conocimiento para tratar el acero.
Frutos, que no quiso pronunciar ningún discurso, apuntó que a todas sus piezas les quitó el título «para que cada uno piense lo que quiera al verlas».