INTERVIENEN:
MANUEL OLIVER NARBONA. Antropólogo
JOSÉ LUIS BERENGUER RICO. Profesor universitario y escritor
JUAN JOSÉ SÁNCHEZ FUSTER. De «La tripa del moro»
ENRIQUE LÓPEZ GOSÁLVEZ. De «La tripa del moro»
JOSÉ ANTONIO CARNERO PEÓN. De «Carnestoltes»
MICHEL COIMANS. De «Carnestoltes»
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
DEBATE SURREALISTA Y SIN PROPUESTAS SOBRE EL FUTURO DEL CARNAVAL ALICANTINO
PIRULA ARDERIUS
A pesar de la excelente disposición del antropólogo Manuel Oliver Narbona, quien se ajustó un gorro de papel para poner sobre la mesa los muy lúdicos resultados -prioridades de música, sexo y alcohol- de un sondeo opinático realizado entre tropecientos mil jóvenes, y quizás por la sorprendente intervención del escritor José Luis Bernabeu, que descolocó al personal con una profunda reflexión en torno al «vestuario de la anhelada sociedad», la exposición previa al debate se fue camino de los cerros de Ubeda en relación a la propuesta del debate.
Juan José Sánchez Fuster y Enrique López Gosálvez, de «La tripa del moro», disintieron de la oficialidad y del pragmatismo, se quejaron de la escasez de medios y de financiación y defendieron un Carnaval integrado, abierto, democrático y participativo.
Por su parte, José Antonio Carnero Peón y Michel Coimans, de «Carnestoltes» defendieron las actuales características del Carnaval, nada que ver con el espectáculo, disfraces en personas y en entorno, libre paso a la creatividad, abajo la convencional y arriba la transgresión.
Tras un cruce de palabras entre ambos colectivos por el protagonismo organizativo, que quedó zanjada con la intervención de un espontáneo «los que me conocéis sabéis de dónde vengo, aunque yo no sé dónde voy», quién apuntó que «a la audiencia se la suda vuestros problemas internos», se produjeron una serie de intervenciones relacionadas a las opciones entre el sentido medieval o nuevas propuestas, autogestión, improvisación, convocatoria participativa y de nuevo los agravios comparativos entre colectivos a falta de locales adecuados para la preparación de la infraestructura de la fiesta.
Una alusión a las Hogueras provocó la intervención de uno de los miembros de una comisión fogueril, quien alegó que mientras ellos trabajan duro para conseguir ingresos, al Carnaval le daban los dineros servidos.
Poco se sacó en claro del debate, que contó con la fugaz presencia del concejal Bernicola, a tiempo de afirmar que ni era tan exiguo el presupuesto, y que el Ayuntamiento estaba dispuesto a organizar otra mesa donde se polantearán nuevas alternativas.
