Entrada libre
Organiza: Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante
Colabora: Oficina de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Universidad de Alicante. Servicios Sociales de la Diputación de Alicante y Club INFORMACION
INTERVIENEN:
AMIT BAR-TZEDEK. Miembro activo del grupo pacifista israelí YESH GVUL
NOAH SALAMEH. Palestino. Director del «Center for Conflict Resolution and Reconciliation – CCRR» de Belén, Palestina
MODERA:
JUAN MORELLO. Responsable de Cooperación Internacional de Cáritas Española para el área de Medio Oriente y Norte de África
NOAH SALAMEH – PACIFISTA PALESTINO
«COMO ACTIVISTA DE LA PAZ, MI TRABAJO CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL»
C. R. F.
Los 15 años que vivió de niño en una tienda de campaña, viendo a sus compatriotas matarse con los israelíes, y los 15 siguientes que pasó en una cárcel semita, convencieron a Noah Salameh de que debía dedicar su vida a buscar la paz.
Como director del Centro para la Reconciliación y Resolución del Conflicto, mañana participa en una mesa redonda que se celebrará en el Club INFORMACION titulada «El conflicto palestino israelí: una respuesta disidente». También intervendrá Amit Bar-Tzedek, miembro del grupo pacifista israelí Yesh Gvul y actuará como moderador Juan Roselló, responsable de Cooperación Internacional de Cáritas Española para el área de Medio Oriente y Norte de África. El acto ha sido organizado por Cáritas Diocesana con la colaboración de la Oficina de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Universidad de Alicante y los Servicios Sociales de la Diputación.
Noah Salameh, quien se encuentra desde ayer en Alicante, afirma que es optimista respecto al conflicto palestino-israelí, pese a que en sólo dos años se han contabilizado cerca de 20.000 heridos y 1.781 muertos. Sin embargo, es consciente de que para lograr la paz «es necesario que haya más gente que la crea posible». Por este motivo intenta concienciar a su pueblo palestino a través de artículos en periódicos y hablando con los escolares para «enseñarles a no usar la violencia en la resolución de problemas e incrementar los valores de paz, justicia y no discriminación».
También mantiene encuentros con los isrealíes para tratar de convencerles de la necesidad de que respeten los derechos humanos. En este sentido, se lamenta de que Estados Unidos haga oídos sordos a la violencia o a los dictadores de aquellos países que les «obedecen», como Turquía, y que «muchos países europeos tengan miedo a decir no» al Gobierno de Washington.
Ante esta situación, que día a día complica la situación de Palestina, afirma «como activista de la paz cada vez es más difícil mi trabajo».