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THE METROPOLITAN OPERA EN YELMO CINES
ÓPERA EN EXCLUSIVA DESDE NUEVA YORK EN ALTA DEFINICIÓN
DENTRO DEL CICLO WAGNER
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SINOPSIS
El oro del Rhin es la primera parte o prólogo de la tetralogía El Anillo del Nibelungo (Der Ring des Nibelungen), con música y libreto original de Richard Wagner (1813-1883), para éste último utilizó las leyendas medievales del Edda y del Nibelungenenlied como fuente de inspiración. El Anillo lo componen cuatro obras: un prólogo y tres jornadas tituladas El Oro del Rhin, La Walkyria, Sigfrido y El Ocaso de los Dioses.
El Oro del Rhin fue compuesto a partir de 1853, y estrenado el 22 de septiembre de 1869, en Munich. Por fin en el verano de 1876 se estrenó en su posición natural dentro de la tetralogía, en el primer festival de Bayreuth.
En las profundidades del Rhin, en una roca, está el oro, que custodian tres ninfas. Hasta allí llega el enano Alberich, que trata de atrapar a las ninfas y es burlado por ellas. Un rayo de sol atraviesa las aguas y hace brillar el oro. Se entera Alberich de que el que renuncie al amor y labre un anillo
con aquel oro, será dueño del mundo, y entonces renuncia al amor y coge el oro y huye con él. Las ninfas lo persiguen en balde. En efecto, Alberich labra el anillo y manda en el mundo.
Por otra parte, Wotan, el padre de los dioses, ha mandado a los gigantes Fafner y Fasolt que levanten en una noche el castillo del Walhala, para morada de los dioses. El premio de su trabajo será Freia, la diosa de la juventud y la belleza. Fricka lo siente por Freia; pero Wotan le dice que ha mandado a la tierra a Loge, el dios del fuego, para ver cómo se puede sustituir a Freia. Loge cuenta el suceso del anillo, y Wotan le encomienda la empresa de apoderarse del anillo y el resto del oro, para ofrecérselo a los gigantes en lugar de Freia. Los gigantes aceptan; pero se llevan de rehén a Freia.
Alberich es el señor de los Nibelungos, habitantes de Nibelheim. Con un azote obliga a Mime a que construya un mágico yelmo que tiene la virtud de hacer invisible al que lo lleva o de darle la forma de un animal. En una ausencia de Alberich se presentan Wotan y Loge, a quienes Mime explica la virtud del yelmo (el Tarrnhelm). Cuando vuelve Alberich y trata de mostrar el mágico poder del yelmo, a instancias de aquéllos, se convierte en un sapo, y entonces le ponen el pie encima y se apoderan del yelmo. El Nibelungo vuelve a su estado normal y, como precio de su libertad, da el oro que le exigen. Pero antes de dejarlo libre, le exigen el anillo, que Alberich entrega entre maldiciones y anunciando que sólo producirá desgracias durante el tiempo que tarde en volver a los Nibelungos.
Los gigantes reclaman tal cantidad de oro que pueda cubrir el cuerpo de Freia. Falta un trozo de oro para ocultarla totalmente. El hueco puede llenarse con el anillo; pero Wotan no quiere entregarlo. Los gigantes reclaman nuevamente a Freia, y Erda, la diosa de la tierra, se levanta para advertir a Wotan del peligro que corre con su negativa. Entre esto y el descontento de Freia por el mismo motivo, Wotan se ve forzado a entregar el anillo. Empieza el maleficio que predijo el Nibelungo. Los gigantes pelean por la posesión del tesoro, y Fafner mata a Fasolt y huye con el oro y el anillo. Donner, el dios del trueno, provoca una tempestad y, para que sirva de puente de entrada al Walhala, forma el arco iris. Pasan el puente los dioses, sobre el fondo de oro del ocaso? todavía se oyen, tenues y lejanos, los lamentos de las ninfas del Rhin.