Lectura de fragmentos, juegos y canciones
Acto especialmente indicado para niñas y niños de 6 a 14 años
INTERVIENE:
LUIS MARÍA PESCETTI. Escritor y diplomado en Musicoterapia. Premio «Casa de las Américas» de novela. Autor de los libros infantiles «El pulpo está crudo», «Los mejores relatos de humo», «Caperucita, tal y como se lo contaron a Jorge» y «La tarea, según Natacha».
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
UNA TARDE DIFERENTE
PINO ALBEROLA
Se olvidaron
por
unas horas de
televisiones, videojuegos
y consolas para pasar
una tarde diferente en
compañía, únicamente, de la
palabra y la música. El Club
INFORMACION dedicó ayer
su última actividad del año
2000 a los más pequeños con
la actuación de Luis María
Pescetti. Este polifacético artista
argentino deleitó en los salones
del Hotel Meliá a decenas
de niños con canciones,
relatos, juegos y adivinanzas
creadas por él.
Si bien en un primer momento
se mostraban tímidos y
reservados ante la situación, el
artista supo conectar al instante
con los pequeños gracias,
sobre todo, al uso de expresiones
y palabras propias del lenguaje
infantil.
Pescetti, quien actualmente
dirige un programa propio en
México y fue galardonado en
1997 con el Premio Casa de las
Américas por su novela «El
ciudadano de mis zapatos»,
narró varios de los relatos incluidos
en dos de sus libros
«El pulpo está crudo» y «Natacha
».
Estas historias, cargadas de
humor verbal, lograron enganchar
desde el principio a los
pequeños gracias a que recrean
situaciones y conversaciones
habituales entre ellos.
Unas vacaciones en un campamento,
la visita inesperada de
una tía lejana o lo «aburrido»
que puede resultar el amor
son algunos de los temas elegidos
por el artista argentino
para introducir a los niños en
sus relatos.
Pero donde más se divirtieron
los pequeños, y de paso
también los padres que les
acompañaban, fue con las canciones
compuestas e interpretadas,
guitarra en mano, por el
propio Luis María Pescetti. En
estos temas musicales los niños
se desinhibieron por completo
gritando a todo pulmón,
dando palmas, bailando y poniendo
sonidos imposibles a
los estribillos de las canciones.
Incluso hubo temas en los que
los que los más pequeños pudieron
dar rienda suelta a su
expontaneidad haciéndose cosquillas
entre ellos, cambiándose
el sitio con sus compañeros
y despeinando a los adultos
allí presentes.
En la era de la imagen y la
comunicación en la que nos
encontramos los niños que
ayer por la tarde asistieron al
espectáculo ofrecido por el
Club INFORMACION en el
Hotel Meliá supieron divertirse
gracias, únicamente, a la
transmisión oral, una costumbre,
como asegura el artista,
«que hoy en día se ha perdido
en los hogares y que sería importante
recuperar como método
pedagógico».
Para Pescetti sus relatos y
canciones tienen la principal
virtud de hacer que el niño se
divierta y participe y lograr, de
paso, que se rompa «esa relación
tan acartonada que a veces
se da entre el adulto y el
niño».
