Intervienen
Armando Ortuño. Profesor de Urbanismo y Transporte de la Universidad de Alicante
Vicente Alcaraz Mira. Portavoz de la Plataforma Comarcal de la Movilidad (PCM)
Manuel Ríos Pérez. Profesor de Transportes de la Universidad de Alicante
LA UNIVERSIDAD REVELA QUE LA L-2 DEL TRANVÍA NO ES RENTABLE POR SU DEFICIENTE RECORRIDO
FRANCISCO JOSÉ BENITO
«Una infraestructura fallida». Así de rotundo se mostró ayer el profesor de Transportes y Ordenación del Territorio de la Universidad de Alicante, Manuel Ríos, tras denunciar en un debate celebrado en el Club INFORMACION, los problemas de diseño y operatividad que presenta la Línea 2 del tranvía, que lleva casi dos años terminada pero sin entrar en servicio y, de la que no se ha producido una noticia nueva desde que en mayo el Consell abriera el proceso administrativo para adjudicarla tras dejar desierto en febrero el primer concurso. Básicamente, los expertos consideran que la línea no puede ser una alternativa al autobús, lo que provocaría unas pérdidas anuales de explotación de 5,6 millones de euros.
El profesor Ríos, al igual que su colega Armando Ortuño, ambos defensores del tranvía como medio el transporte, cuestionaron el trazado de la red en Alicante y dudaron, en el caso del corredor Alicante-San Vicente, que la línea tenga un futuro viable por los errores de su diseño, que el restan capacidad para captar viajeros del autobús.
Según sus cálculos, el trazado no da buen servicio ni a San Vicente ni a los barrios del norte de Alicante, y no puede ser rentable sólo facilitando la conexión a los 28.000 alumnos de la UA. ¿Por qué? Hablamos de un curso con sólo 140 días lectivos al año y de un colectivo de universitarios en el que el 50% reside fuera de Alicante. Armando Ortuño, profesor de Transportes y Urbanismo, apuntó una solución global. Con un 2% de inversión adicional sobre el gasto ya realizado en la implantación del tranvía (1.000 millones de euros), este medio de transporte llegaría a la estación del ferrocarril y futura del AVE, a la plaza triangular de Benidorm y cubriría todo San Vicente. Veinte millones de euros de coste con los que la línea del TRAM ganaría un 20% de pasajeros nuevos.
El tranvía volvió a Alicante a finales de los 90 cuando ya todo estaba urbanizado y no había sitio para un trazado integral en superficie. Se optó la fórmula mixta metro-tranvía y esto lo condicionó todo. Máxime cuando la primera línea subterránea por la avenida de Alfonso El Sabio hubo que meterla a veinte metros de profundidad por debajo de un aparcamiento. Avenida, ésta última castigada, además, por los urbanistas, según lamentó Ríos. «La van llenando de todo y lo único que han conseguido es que cruzarla sea una carrera de obstáculos para los peatones». El trazado subterráneo de Alfonso El Sabio impidió, por tanto, la prolongación del tranvía en superficie por las avenidas de Xixona y Alcoi hacia San Vicente.
La Conselleria de Infraestructura, se decidió, según los expertos, por un trazado que no es operativo. «Empezando por el Bulevar del Pla nos encontramos con que las paradas están a 900 metros. A partir de ahí va subiendo hacia San Vicente pero sin solucionar la accesibilidad a zona como Colonia Requena, plaza de Argel, 400 Viviendas o Gran Vía, donde las paradas quedan a veinte minutos caminando y no suplen, por tanto, a las líneas de los autobuses. Se planificó mal y no constituye una alternativa», subrayó el profesor Manuel Ríos. Este experto apuntó que con el trazado construido la Linea 2 podrá alcanzar un millón de usuarios al año. Cifra muy alejada de las previsiones del Consell que llegó a apuntar que la Línea 2 tendría un poder de captación inicial de 6 millones de pasajeros. Hoy, no salen las cuentas a tenor del retraso que lleva su adjudicación y el rechazo de la consellera Isabel Bonig a que la línea sea pública asumida por FGV, la empresa pública abocada a un ERE que dejará en la calle a 450 trabajadores. Vicente Alcaraz, de la Plataforma por la Movilidad lo tiene claro. «Gestión pública ya y sin despidos».
