INTERVIENEN:
RICARDO FERRÉ ALEMÁN. Candidato a la reelección
PEDRO GENÉ GARCÍA. Candidato a la Presidencia
PRESENTA Y MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
DEBATE ENTRE LOS CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA DEL COLEGIO DE MÉDICOS
ÁFRICA PRADO
El público que asistió al debate
celebrado en el salón
Almirante del hotel Meliá, fundamentalmente
médicos, siguió
con interés un cara a cara en el
que no faltaron enfrentamientos
entre los candidatos a la presidencia
del Colegio de Médicos y el
propio público. El aspirante Pedro
Gené dijo que competía «con
humildad» con un contrincante
«en el que institución y persona
se confunden», con intención de
«perpetuidad», al que acompañan
«el director de área o de hospital
en la campaña». El candidato a la
reelección, Ricardo Ferré, respondió
de una vez a este reproche:
«Yo no puedo evitar que la gente
me conozca, y me conoce».
Gené, médico de familia en Torrellano,
no escatimó críticas a la
actual gestión del colegio, del que
dijo que ha perdido la identidad y
la filosofía de amparo al médico
en beneficio de un planteamiento
de empresa de servicios, con Palacio
de Congresos incluido;
cuestionó la independencia del
colegio, que achacó en parte a
una excesiva personalización del
cargo con Ferré al frente y recriminó
la falta de atención del centro
a los colegiados de la periferia.
El candidato a la reelección y
especialista en Ginecología, Ricardo
Ferré, reprochó al aspirante
su desconocimiento del colegio
por no haberse acercado a éste
nunca; destacó los esfuerzos realizados
en la formación continuada
y en la mejora del resto de servicios
pese a haber simultaneado
las obras de reconstrucción tras
las inundaciones de 1997 y defendió
con orgullo el Palacio de Congresos
como apéndice indivisible
de la institución, que se sitúa, a
su juicio, con perspectivas de futuro
inéditas.
La inexperiencia de Gené, que
fue el primero en hablar, frente a
la larga trayectoria de Ferré en el
colegio -quien ya fue elegido presidente
en 1990 y reelegido en
1994- no fue impedimento para
que el primero arremetiera contra
la actual dirección y defendiera el
corporativismo como base de la
filosofía del colegio «para amparar
al médico cuando lo necesite y
ante cualquier problema, que sepa
que está detrás y en su casa, lo
demás es accesorio».
Gené se preguntó para qué sirve
el colegio hoy: «para nada, me
dicen muchos, sólo para pagar la
cuota, cada vez más cara, y cuanto
más periférica es la respuesta,
peor» y dejó en segundo plano el
Palacio de Congresos, «es algo
que ya está hecho, luego se verá
su rentabilidad». Defendió la independencia
del colegio indicando
que «no debe tener color político
ninguno» y criticó abiertamente
el uso del mismo en la
campaña electoral a la presidencia
a raíz de un artículo en la revista
colegial de la vicepresidenta
electa -«una oda al doctor Ferré
poco ética y estética»- de la que la
doctora en cuestión tuvo oportunidad
de defenderse en el coloquio.
Las críticas al uso de la revista
para la defensa de un candidato
fueron contestadas por el secretario
del colegio, el doctor Bellver,
que apeló a la libertad de expresión
de cada miembro, mientras
que Ricardo Ferré achacó las
«descalificaciones de Gené al colegio
y a mi persona» y al «desconocimiento
por no haber frecuentado
en absoluto el colegio; como
Gené no viene por el colegio, no
se entera de lo que pasa». Este reproche
lo repitió Ferré en sucesivas
intervenciones -a cuyo trapo
no entró Gené- e incluso comparó
el escaso interés de su rival por
el colegio con la participación activa
de su hermano, el también
médico José Ramón Gené, quien
a su vez sí recriminó a Ferré que
le nombrara en dos ocasiones.
Ricardo Ferré señaló, sin olvidar
los dos años de dificultades
por las obras del colegio, que su
programa «tratará de mejorar lo
que hemos venido haciendo» para
dar «atención prioritaria a los
colegiados y a la formación continuada,
en un colegio adecuado a
los tiempos y a las necesidades de
los profesionales». El candidato a
la reelección señaló que la razón
fundamental del colegio es «la
necesidad imperiosa de actualizar
conocimientos por los profesionales
para rendirlos a la sociedad
» y para ello enumeró algunas
de las actuaciones realizadas desde
la comisión de docencia en beneficio
de la formación de los médicos,
así como los logros conseguidos
con los talonarios de jubilados
o el seguro de responsabilidad
civil y los próximos servicios
que se ofrecerán a los colegiados,
como el acceso gratuito a Internet
desde el centro.
La mayoría de estos puntos, entendidos
por Ferré como un servicio
integral a los colegiados,
fueron considerados secundarios
por Gené, quien entendió que el
colegio debe «hablar y denunciar
situaciones» como los contratos
precarios de los médicos, mientras
Ferré consideró que el colegio
defiende «los deberes, los derechos
corresponde a los sindicatos
». Gené no incluyó al Palacio
de Congresos en sus prioridades,
del que por el contrario Ferré se
sintió orgulloso y rechazó que su
reconstrucción hubiese supuesto
«desatender a los colegiados con
un edificio grandilocuente».
