INTERVIENEN:
JAVIER CABO. Unión General de Trabajadores (UGT)
JOSÉ DE LA CASA. Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.)
LUIS MIGUEL MARTÍNEZ. Unión Sindical Obrera (USO)
CONCEPCIÓN BERROCAL. Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF)
JOSÉ CARLOS TRIGUEROS. Confederación General del Trabajo (CGT)
JOSÉ GRAN. Confederación Nacional del Trabajo (CNT)
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
LOS SINDICATOS APUESTAN POR UN FUTURO CON UNA MAYOR PARTICIPACIÓN DEL TRABAJADOR
ROSA ANA FRAILE
Tras la presentación de los ponentes a cargo del director del Club INFORMACION y redactor jefe de este diario, José María Perea, quien se encargó de moderar el debate, comenzó el turno de intervenciones el responsable regional de la Confederación Nacional de Trabajo (CNT), José Gran, quien pronosticó un «futuro bastante negro» al sindicalismo porque a su juicio «existe una práctica errónea al pasar de un sindicalismo revolucionario a uno de gestión sin participación de los trabajadores». Gran consideró que para «retomar a la clase trabajadora» hay que practicar un sindicalismo reivindicativo y de solidaridad organizado tal y como lo está haciendo a nivel internacional el capital. Igualmente destacó que «un sindicato no puede reivindicar si está sometido a las subvenciones del Gobierno».
El secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), José Carlos Trigueros, centró su intervención en la crítica a las centrales mayoritarias porque a su juicio no han sabido rentabilizar los esfuerzos que han pedido a los trabajadores y consideró que es por esta razón por la que «la sociedad está rechazando los planteamientos sindicales». En este sentido se mostró convencido de que «se tendrán que retomar los principios básicos del sindicalismo».
La secretaria provincial de CSI-CSIF, Concepción Berrocal, tras hacer un repaso, a su juicio negativo, de las actuaciones del Gobierno en los últimos 20 años por no haberse acometido una reforma laboral ni una política industrial correctas, pidió a «las centrales que se autoproclaman mayoritarias» que reflexionasen sobre su actitud. «Tengo esperanzas, dijo, de que el futuro de los sindicatos pasa por un sindicalismo independiente sin partidos políticos» al tiempo que achacó la escasa afiliciación sindical que existe a esta causa.
El secretario de USO, Luis Miguel Martínez, comenzó su exposición refiriéndose a que un dato que lleva al pesimismo sobre el futuro del sindicalismo es la escasa afiliación sindical a tiempo que lamentó que se esté extrapolando la corrupción política a los sindicatos. Más tarde se centró en la Ley de Elecciones Sindicales, sobre ella dijo que es una mormativa que cercena la libertad sindical.
El secretario comarcal de CC.OO., José de la Casa, apuntó que los sindicatos deben tutelar a los trabajadores en la búsqueda de trabajo y frente al desempleo y esforzarse por ampliar el derecho a la formación. Destacó que el binomio de CC.OO. ha sido: negociación-presión y resaltó la necesidad de la unidad sindical como algo coordinado y permanente de ámbito europeo. «En esto, lamentó, el capital se ha movido antes que nosotros». Señaló además que los sindicatos tienen que realizar una labor sociopolítica y «luchar por el salario directo e indirecto».
Según el secretario comarcal de UGT, Javier Cabo es necesario concretar los aspectos sociolaborales en la negociación colectiva. A su juicio la negociación en lugar de haberse enriquecido «ha ido perdiendo protagonismo». Señaló que el poder de maniobra y la participación de los sindicatos fuera de las empresas es «meramente decorativo».
Respecto al desafío europeo dijo que afecta a todos los sindicatos ya que el alejamiento de los centros de decisión amenaza con afectar incluso a los más influyentes. «Se correrá el riesgo de una americanización del sindicato».
Cabo finalizó diciendo que estamos entrando en la época «de la unidad sindical y de ser creíbles ante los trabajadores» por lo que calificó el futuro de «preocupante e ilusionante a la vez».
El debate tuvo su momento más tenso cuando Berrocal calificó a UGT y CC.OO. «de correas de transmisión de partidos políticos». Cabo y De la Casa negaron estas acusaciones y abogaron por la independencia sindical.