Entrada libre
Organiza: Alianza Editorial
INTERVIENEN:
FRANCISCO MORENO SÁEZ. Historiador
JUAN MARTÍNEZ. Historiador
PRESENTA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
Miles de españoles y españolas, desde mediados de los años cincuenta hasta la llegada de la democracia, teníamos una cita semisecreta con las ondas para escuchar las noticias emitidas desde Londres, París o la misteriosa «Radio España Independiente», «Estación Pirenaica». Entre interferencia e interferencia, a través de esas emisiones, podíamos informarnos de lo que ocurría en aquella España tan celosamente vigilada por la censura de la dictadura franquista. Totalmente controlada la prensa hasta los años sesenta, y severamente contenida a golpe de multas y cierres después, en sus páginas apenas podían reflejarse los conflictos y las aspiraciones de la sociedad española, inmersa entonces en un proceso de aceleradísimos cambios. En la radio, la información seguía controlada desde Radio Nacional a través de los noticiarios a los que popularmente se denominaba «el parte», como en tiempos de la guerra. En cuanto a la televisión, ya iniciaba ese camino hacia la creación de un mundo propio que está culminando en nuestros días, pero con aún menos contactos con la realidad. En ese panorama desolador, donde la libertad de expresión era una quimera, como las demás libertades y derechos, la escucha de los programas informativos y culturales que emitían la BBC o la ORTF en sus emisiones en lengua española, o la constante crítica a la dictadura franquista que nos llegaba a través de «Radio España Independiente», eran una bocanada de aire fresco, porque en tiempos de dictadura decir la verdad era, como siempre, revolucionario.
A las once de la noche la cita era con Radio París, nombre con el que se popularizaron las emisiones en lengua española de la ORTF, pese a los recelos que tal nombre suscitaba en Francia por el recuerdo de una emisora que colaboró con los invasores alemanes en la Segunda Guerra Mundial. En ellas participó una notable nómina de periodistas, colaboradores y locutores, entre los que podemos citar a Francisco Díaz Roncero, Salvador Bacarisse, Ignacio Barrado, Eugenio Domingo, Luis López Álvarez o Ezequiel Endériz -además de Mario Benedetti, Severo Sarduy o Mario Vargas Llosa, en las emisiones para Hispanoamérica-. Pero para quienes vivimos aquellos años, eran las voces de Julián Antonio Ramírez y de su esposa Adelita del Campo las que identificábamos con esas emisiones que, en años de intolerancia, dictadura y silencio, suponían el retorno de la palabra democrática que había desaparecido de España con la derrota de la II República.
ICI PARIS
A mediados de los años cincuenta, escuchar Radio París era un pequeño y cotidiano acto de afirmación, de consuelo y de esperanza. Durante algunos minutos, éramos o nos sentíamos un poco más libres y, sobre todo, sabíamos que seríamos libres. Además de reportajes deportivos, culturales, turísticos y de todo tipo, así como del diario «Boletín Informativo», Julián Antonio Ramírez fue el responsable, con Adelita, de la sección «Quiosco de periódicos», que varias veces a la semana pasada revista a la prensa francesa para informarnos de los que ocurría en España, y de programas como «Tribuna Juvenil», «El correo del oyente», «Alma de la canción francesa», «Tarjeta de visita», etcétera. Las voces inconfundibles de Adelita y de Julián pertenecen a la historia de España y a la historia de la Radio, y las podremos ahora volver a escuchar en el CD-Rom incluido en este libro, que recoge una pequeña selección de sus programas y entrevistas. En él, junto a un impresionante relatos de un superviviente español de los Campos de exterminio nazis, la emoción de un testigo que vivió los últimos días de Antonio Machado en Colliure y de su desgarrador entierro, encontramos los magistrales reportajes sobre la «armada» de los vendimiadores españoles en el Languedoc y unas entrañables navidades de los trabajadores españoles en Francia. Las voces y opiniones de Santiago Carrillo, Joaquín Ruiz Jiménez, Enrique Tierno Galván, Felipe González, Pablo Picasso, Rafael Alberti, Tuñón de Lara y Miguel Delibes, junto con las noticias de la Huelga de los mineros asturianos y un vibrante «A cabalgar» en la voz de Paco Ibáñez, coreado por la multitud durante un homenaje a Picasso, constituyen un documento fundamental para ayudarnos a comprender mejor la España de hoy.