Nota: Entrada por invitación. Sólo para socios del Club INFORMACION
En colaboración con la distribuidora ALTA CLASSICS GRUPO ALTA FILMS
Una película de MICHEL OCELOT y BÉNÉDICTE GALUP
SINOPSIS
El abuelo, en su trono de la gruta azul, nos cuenta cómo Kirikú se convierte en jardinero, detective, alfarero, comerciante, viajero y médico y cómo el más pequeño y valiente de los héroes tendrá que buscar en su interior para encontrar el valor, la astucia y la generosidad necesarias para triunfar sobre el mal.
CINE-CRÍTICA
ANTONIO DOPAZO
Siete años después de «Kirikú y la bruja», aunque en España se estrenó con tres de retraso, el entrañable personaje de animación creado por el veterano cineasta galo Michel Ocelot regresa a las pantallas con una historia que tiene el mismo poder de fascinación. Es curioso que un producto tan aparentemente infantil y destinado a los más pequeños, desprenda alicientes que atraen también a los adultos, tanto en lo que atañe a un dibujo esquemático pero muy rico, original y vinculado al entorno cultural africano, como en relación a un argumento tan simple como ingenioso.
Presentado en el Festival de Cannes, fuera de concurso, y vendido a más de 50 países, este largometraje mantiene las premisas del anterior, prosiguiendo las peripecias de este minúsculo niño, nacido en una aldea africana y que no lleva ropa alguna, que se ha convertido en un héroe para sus vecinos tras impedir que la maldición de la bruja Karabá surtiese efecto. Eso sí, a costa de que el poblado se haya quedado sin hombres. Ahora protagonizará cuatro episodios que le llevarán a enfrentarse a unas bestias salvajes que destruyen las cosechas y a la propia Karabá, que ha provocado un envenenamiento colectivo de las mujeres, y a su ejército de fetiches, sin olvidar su éxito en el arte de la alfarería y un paseo realmente apasionante sobre la cabeza de una jirafa.
Presentados por el anciano de la tribu, los «sketchs» están perfectamente ensamblados y denotan esa armonía con el entorno, sobre todo a nivel de diseño.
