Al inicio del acto se proyecta el documental «Esperando a Godot en Sarajevo», rodado por Nicole Stéphane en el verano de 1993 durante el montaje de la obra teatral de Samuel Beckett por Susan Sontag
INTERVIENE:
HERMAN TERTSCH. Periodista, autor de la obra «La venganza de la historia»
«LA GUERRA EN LOS BALCANES SERÁ LA GRAN PRUEBA PARA EL SALTO DE ÉPOCA EN EUROPA»
PIRULA ARDERIUS
Con la afirmación de que «Los Balcanes son en estos momentos la gran prueba para el salto de época en Europa y creo que podríamos estar realmente al borde de una catástrofe sería, como no afrontemos con decisión, con presencia de ánimo y decisión política, este asunto tan terrible que nos está dando realmente las claves de lo que puede ser el enfrentamiento de los próximos años o de las décadas» inició Hermann Tertsch su análisis enlazando los acontecimientos en los Balcanes y las últimas noticias de Rusia con los hechos del 89, con la victoria de las élites pensantes en los países del Este. «Volvemos a ver -dijo- lo que es la reconquista por parte de las fuerzas más antioccidentales, más tenebrosas y más hostiles a una sociedad abierta en el Este, especialmente en Moscú, después de su victoria rotunda en Belgrado, que nos debemos achacar a nosotros mismos por tolerar lo que ha pasado allí».
Centrando el tema en Bosnia, en Sarajevo ante todo, el conferenciante significó que desde el principio ha sido no una lucha de guerra civil donde hay tribus que se matan por afición, sino que estamos asistiendo al resurgir del fascismo impuesto a través de métodos militares y de su tolerancia en Europa.
Aludió seguidamente a la confusión creada en el debate internacional y que ha impedido que hasta hace quince días la OTAN, después de muchos errores, consiguieran poner un ultimatum con cierta credibilidad, planteando también la cuestión de la aceptación de que nuestros líderes y políticos, asumieran este conflicto en los Balcanes, entre dos conceptos de vida, entre las gentes abiertas de las ciudades y las gentes tribales de las montañas que no tienen acceso al cruce de las culturas.
Tras ofrecer una serie de datos sobre las características personales de los personajes que intervienen en el conflicto y de las características históricas y sociales de las ciudades donde se desarrollan los combates (claves de la situación), el periodista pasó a exponer su opinión de que «ha sido el nazismo lo que empezó pasando en Serbia; la vuelta al ordenamiento social que había en el nazismo «y nosotros dejamos que eso pase. Yugoslavia no se liquida porque se vayan unos separatistas, sino porque hay una serie de pueblos que ven que, una vez roto el equilibrio montado por Tito en su momento, no quieren ser otros albaneses. Todavía en junio del 91, Eslovenia y Croacia piden una intervención para que se acepte la Confederación que hubiera permitido que ellos evitaran que el bloqueo de la presidencia yugoslava les impusiera automáticamente el hegemonismo serbio y la segregación. Y Europa no hizo caso».
En el transcurso de su intervención, Hermann Tertsch criticó duramente las gestiones de Lord Owen, el enviado comunitario a la antigua Yugoslavia «que está intentando que no pase nada y que la realidad creada con las armas se consagre y legitime» y, en cuanto a la intervención militar, afirmó que ésta se debía haber producido antes, evitando con ello la pérdida de 300.000 vidas humanas y no hubiera colocado a la comunidad internacional en el papel de debilidad y escarnio.