INTERVIENEN:
HUGO V. ACUÑA FILIPELLI. Presidente de Arquitectos sin Fronteras-Cataluña
ALMUDENA EGEA. Miembro de Ingenieros sin Fronteras (Madrid)
RAFAEL COMAS ABAD. Teniente Coronel de Ingenieros de Estado Mayor
SANTIAGO PÉREZ TÉLLEZ. Teniente de Infantería del GOE Valencia III
SNEZANA KORDIC. Psicóloga infantil de Sarajevo
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
RECONSTRUIR LA CONVIVENCIA EN BOSNIA SERÁ UN CAMINO DIFÍCIL
J. M. P.
Una mujer serbia lloraba ante la tumba de su esposo, muerto durante la contienda. Todo el cementerio había sido profanado. A su alrededor, familiares y vecinos gritaban palabras de odio. Alzando la voz les dijo: «Callaos, porque no quiero mañana tener que enterrar también a mi hijo».
Testigo de lo anterior fue el teniente Santiago Pérez Téllez, del GOE de Rabasa, quien regresó de la zona central de Bosnia el pasado mes de mayo, después de formar parte durante seis meses de la Agrupación «Extremadura» de los «cascos azules» españoles. Con este testimonio esperanzado quiso reflejar, el final del coloquio al debate sobre «La reconstrucción en los Balcanes». Antes, durante su intervención, había enumerado con detalle la ayuda humanitaria prestada hasta ahora por las fuerzas de UNPROFOR, desde su experiencia en la zona de Mostar, y la nueva misión militar, de interposición e intervención, para garantizar los acuerdos de paz firmados en París, velar por los comicios electorales, el respeto a los derechos humanos y el retorno de los refugiados, que a partir del próximo martes, día 19, asumen el contigente de 60.000 soldados de la OTAN, entre los que habrá casi 1.500 españoles.
El teniente coronel de Estado Mayor Rafael Comas, del Arma de Ingenieros, participó en el mando de la ONU en una zona de 1.400 kilómetros cuadrados entre Sarajevo y la costa adriática. Bajo su responsabilidad estuvo el restablecimiento de las comunicaciones, con el objetivo principal de facilitar el transporte de la ayuda humanitaria, así como el de servicios tan básicos como los abastecimientos de agua, gas y electricidad. Relató, con el apoyo de diapositivas, las dificultades de estas tareas ante la destrucción de infraestructuras por los continuos combates. Y contó, con nombres que ya se nos han hecho familiares, la reconstrucción de puentes, aeropuertos, fábricas y tendidos ferroviarios, con la participación de empresas locales de construcción.
El teniente coronel Comas fue quien dijo que «la reconstrucción física es fácil, es cuestión de dinero y tiempo. La difícil será la moral: construir la confianza para que exista relaciones de convivencia entre las comunidades combatientes».
En esta misma línea estuvo la intervención de Snezana Kordic, psicóloga infantil de Sarajevo que llegó a tierras alicantinas a finales de 1992 con sus dos hijos, y que vive actualmente en El Campello con su esposo, refugiado más tarde. Emocionada por la firma de los acuerdos de paz unas horas antes de sus palabras, «he sido escéptica hasta el último momento», agradeció la ayuda de los españoles «aquí y allí», dijo. Para ella, la postguerra será difícil, porque «difícil es olvidar este sufrimiento que tantas personas han pagado con su vida», y puso especial hincapié en los niños, «a quienes es necesario mentalizar en la nueva realidad de la paz».
Almudena Egea, de Ingenieros sin Fronteras, relató su experiencia en Mostar, donde, con financiación de la Unión Europea, trabaja esta ONG, en colaboración con personal local, en la reconstrucción de viviendas destruidas así como en un hospital provisional en la zona musulmana de la otrora hermosa ciudad. «Quedé conmovida por la labor humanitaria de los soldados españoles, queridos por toda la población de Mostar», añadió.
Hugo Acuña, presidente en Cataluña de Arquitectos sin Fronteras, habló del papel de esta ONG en situaciones de emergencia o beligerancia, y de su trabajo en Tuzla tanto en la reconstrucción de la Facultad de Medicina como de un albergue infantil. Las dos ONGs colaboran en Mostar en la construcción de un centro ocupacional para niños discapacitados por la guerra.
