Entrada libre
INTERVIENEN:
ANTONIO FERNÁNDEZ VALENZUELA. Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Alicante
JUAN ANTONIO GARCÍA SOLERA. Arquitecto, autor del proyecto técnico
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
La Cámara presenta esta tarde la recreación virtual de su futura sede
El arquitecto Juan Antonio García Solera y el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela, presentan hoy a partir de las 20 horas en el Club INFORMACION (Avenida del Doctor Rico, 17 -Alicante-) el proyecto de recuperación del hotel Palas como futura sede de la organización empresarial.
García Solera presentará por vez primera la recreación completa en tres dimensiones de lo que serán las instalaciones, que la Cámara prevé sean plenamente operativas en 2005.
El proyecto de rehabilitación del antiguo hotel Palas contempla la recuperación integral del edificio, manteniendo su estructura de tres plantas más un ático, y recuperando la fachada original que tenía en un principio, diferente de la actual. La idea, sin embargo, pasa por no conservar apenas nada del interior, cuya escalera se haya incluida en el catálogo de bienes protegidos. Las primeras prospecciones sobre la fachada han revelado que el color original era azul celeste.
Según el proyecto, el patio interior del inmueble se cubrirá para ser utilizado como un vestíbulo de dimensiones considerables, aunque se habilitarán diversas claraboyas en el techo que permitirán la continua entrada de suficiente luz como para iluminar de forma natural toda la estancia.
La planta baja albergará diversas oficinas de empresas, además de una sala de reuniones que estará semisoterrada con respecto al resto de las dependencias, con capacidad para 160 personas, además de 700 metros cuadrados de espacio dedicado a la formación, algo menos de un tercio de la superficie total del edificio.
La primera planta contará también con varias oficinas de empresas, separadas únicamente por tabiques bajos, de forma que se pueda reestructurar la distribución de las instalaciones cuando se estime oportuno, mientras que la segunda planta se dedicará ya al área de Presidencia, además de contar con una sala de prensa y otras para las distintas comisiones.
Por último, en el ático se situarán las dependencias específicas de los altos cargos de la Cámara, como los despachos del presidente y el vicepresidente. la organización empresarial ha destacado del proyecto su «brillantez y claridad», así como «la definición de líneas que presenta». El coste global de la obra se ha cifrado en unos seis millones de euros.
El proyecto cuenta con pleno respaldo de la Generalitat, para la que «las nuevas instalaciones de la Cámara de Comercio de Alicante permitirán desarrollar de manera más eficaz los servicios que presta habitualmente esta institución».
La Cámara pretende que su futura sede sea patrimonio de todos los alicantinos
El futuro edificio de la Cámara nace de la necesidad física y estructural de la institución de «una reforma profunda de sus servicios, de una fórmula moderna, ágil y eficaz de dar respuesta a nuestros empresarios, que reclaman lo que les pide el mercado», sentenció el pasado martes el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela, durante la presentación en el Club INFORMACION del proyecto de recuperación del hotel Palas como sede de la institución empresarial. En el acto también intervino el arquitecto autor del proyecto, Juan Antonio García Solera, que presentó por primera vez la recreación virtual en tres dimensiones de lo que serán las futuras instalaciones.
El inicio de la intervención del presidente de la institución se basó en la exposición de una urgencia real para justificar el cambio y la construcción de la futura sede. A la intrínseca vocación y función de la institución se une la necesidad de dar servicios, asesoramiento y ayuda a los sectores productivos alicantinos, especialmente a las pequeñas empresas. Por sí solo este deseo justificaría la nueva sede, «ya que la estructura actual no tiene capacidad para responder con dinamismo a los servicios que demandan las empresas», añadió Valenzuela.
Y en un anticipo de réplica a potenciales críticas desde distintos sectores, el dirigente empresarial se adelantó con este mensaje: «Ya sé que históricamente a las empresas no se les da la importancia que tienen y merecen. Pero hay que tener en cuenta que son creadoras de riqueza y de estabilidad en una provincia como Alicante».
Valenzuela presentó la opción del Palas como la más factible frente a las otras dos posibilidades contempladas como sede -la antigua capitanía militar y el edificio de Ruralcaja en Vistahermosa- porque en estos dos casos la Cámara no hubiera recibido «las ayudas necesarias».
Una vez despejada la incógnita de la elección, Valenzuela enfatizó que, además de prestar servicio «a más de 90.000 empresarios de la provincia», la futura sede cameral será «un patrimonio de todos los alicantinos». «Queremos defender, proteger, cuidar y usar el poco patrimonio que nos queda».
En este punto añadió su intención de que el proyecto de recuperación del hotel Palas se convierta en la imagen del «impacto» de lo que quiere ser la Cámara en el mundo económico y empresarial de la ciudad y la provincia. «Pretendemos trasladar la idea de que la empresa no sólo debe dedicarse a ganar dinero, que también, sino que debe comprometerse con el entorno en el que vive y del que vive».
El dirigente empresarial asumió como «un reto y una ilusión» la recuperación del edificio del Palas «para prestar un servicio a los ciudadanos como algo vivo». También agradeció a INFORMACION la acogida en su Club de «nuestras ideas, no sólo sobre el Palas, sino también del funcionamiento de la Cámara».
Desde los condes de Soto Ameno
El nuevo edificio del Palas será dentro de dos años, en 2005, la sede de la Cámara de Comercio de Alicante, después de que su último uso fuera el de establecimiento hotelero. Pero siglos antes de esta transformación, este emblemático inmueble para la ciudad de Alicante, de planta cuadrangular y ubicado en el meollo comercial y de tránsito de la capital y con fachada prácticamente litoral, ya aparecía en la cartografía histórica del XVIII.
El edificio perteneció, entonces, a los condes de Soto Ameno. El máximo representante de esta noble familia, Manuel Soler, también fue el primer alcalde de Alicante, después de la Constitución de 1812. Tras destinarse en el siglo XIX a ser parte de la sede del Cuerpo de la Puerta del Mar, a finales de este siglo inició su andadura como establecimiento hotelero, acogiendo a tradicionales y conocidas denominaciones como las de «Hotel Simón», «Hotel Iborra» y, el último, «Hotel Palas». Éste cerró a finales de los noventa y desde entonces se puso en marcha una sucesión de cambios de propiedad y un progresivo abandono hasta la actual operación, por un montante de unos 15 millones de euros, cofinanciada por la Generalitat, Ayuntamiento de Alicante y Cámara de Comercio para que en 2005 se convierta en sede de ésta.
García Solera: «El valor del edificio está en el espacio urbano que ha conformado»
El presidente de la Cámara de Comercio disipó al término de la charla-coloquio en el Club INFORMACION cualquier duda sobre la titularidad y la viabilidad del proyecto de nueva sede para la institución. «El Palas está pagado al contado y es propiedad de la Cámara», afirmó, tajante, Antonio Fernández Valenzuela. «La restauración cuesta seis millones de euros, y ese dinero lo tiene la Cámara para hacer la obra sin endeudarse en absoluto. No son promesas ni discursos. Son hechos».
Previamente intervino el autor del proyecto de reforma del Palas, el arquitecto Juan Antonio García Solera, que precisó que el objetivo de la actuación consiste en la recuperación de la fachada original del edificio de principios del siglo XIX y en la adecuación de su interior como oficinas de la Cámara. Frente al «academicismo» de la fachada, García Solera dijo que la arquitectura interior se basará en la «simplicidad» de las líneas y los materiales para dotar al inmueble de la necesaria funcionalidad que requiere la prestación de servicios.
García Solera reiteró que el interior del edificio carece de relevancia arquitectónica y que su valor global es más «urbanístico» que histórico-cultural. «Lo importante son las vivencias y el espacio urbano que ha conformado», añadió. De hecho, durante el coloquio con el público se puso de relieve la ausencia de restos de valor arqueológico en la zona de actuación de las obras, que abarca una superficie de 3.500 metros cuadrados.
Entre los asistentes al acto estuvieron el ingeniero y profesor universitario Florentino Regalado, el catedrático de la Universidad de Alicante Francisco Ruiz Beviá y el escultor Jorge Castro.