PRESENTA:
JOSÉ CARLOS SAMPEDRO. Vicario general de la Diócesis Orihuela-Alicante
INTERVIENEN:
FEDERICO SALA SEVA. Canónigo de la Concatedral de San Nicolás
ENRIQUE CUTILLAS BERNAL. Historiador
JOSÉ LUIS LASSALETTA CANO. Historiador
ELIÍAS JUAN. Capellán del Monasterio de la Santa Faz
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
HISTORIADORES Y CLERO RESALTAN EL VALOR DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR HACIA LA SANTA FAZ
PIRULA ARDERIUS
Después de que José Carlos Sampedro, vicario general de la Diócesis, iniciara el turno de palabra para presentar a los ponentes en el debate, Federico Sala, canónigo de San Nicolás, ofreció una referencia histórica de los lugares donde se ha venerado el velo de La Verónica: Jerusalén, Chipre, Constantinopla, oratorio del Papa Sixto IV en el Vaticano y Venecia, dos años antes de que el entonces cardenal, Rodrigo Borja, se la entregara al sacerdote de la entonces aldea de San Juan mosén Pedro Mena. Federico Sala habló también de la primera salida, en rogativa, de la Reliquia, del milagro de la lágrima y de los orígenes del Monasterio.
El historiador Enrique Cutillas abrió un capítulo interesante haciendo referencia a la historia del Patronato, desde las negativas de las Clarisas de la Trinidad de Valencia a hacerse cargo del Monasterio, en el año 1496, hasta el actual sistema de patronato municipal.
José Luis Lassaletta centró su intervención en los cambios establecidos a partir de 1979 en que preside la Corporación municipal, haciendo un repaso de las ocasiones en que salió la Reliquia del Monasterio a lo largo de este siglo.
Por su parte el capellán del Monasterio, Elías Juan, ofreció un testimonio de primera mano, tanto del creciente fervor del pueblo alicantino por la Santa Faz, como de su extensión por otros países «por lo que no se trata -afirmó- de una cuestión histórica o sociológica, sino de fe en el signo de Cristo, de expresión de la religiosidad popular».
En el coloquio, donde intervinieron, entre otros, el abogado Martín Menor, el ex concejal Francisco Sala, y el teniente de alcalde Pedro Romero, se produjeron momentos polémicos al discrepar de algunas de las explicaciones dadas por Lassaletta para justificar los cambios introducidos en 1979 en la participación del Ayuntamiento en La Peregrina. Martín Menor aludió al artículo que escribió en aquella época criticando los argumentos que trascendieron de la decisión tomada por el equipo de gobierno municipal (PSOE y PCE). Francisco Sala, que en aquella fecha era concejal por UCD, recordó su postura contraria de entonces, y Pedro Romero dijo que respetando aquella decisión él era partidario de mantener la tradición sin modificaciones, a lo que respondió el ex alcalde que algunas de aquellas prácticas eran fruto del nacional-catolicismo de postguerra, lo que levantó protestas entre una parte del público.
Fue Federico Sala, entonces presidente del Cabildo de la Concatedral de San Nicolás, quien explicó la conveniencia de algunos de aquellos cambios, como el traslado desde La Goteta de autoridades y cabildo en coche hasta la Finca de Lo de Die, y el refrigerio que allí les era ofrecido.
Entre el público se encontraban el vicario episcopal Carmelo Dávila, feligreses de las parroquias del Corpus Christi, San Agustín, Barrio Obrero y Virgen del Remedio, del caserío de Santa Faz y los pueblos de San Juan y Muchamiel, así como Manuel L. Caballero, José María Martínez-Tercero, Benjamín Marino, José Mira Galiana, Alfonso Garrigós, José Juan Rovira, Joaquín Meseguer Valls, Francisco Pérez Baldó, Antonio Albert y José Juliá, entre otros.
