INTERVIENEN:
MARIO PARDO CASADO. Vicerector de Alumnado de la Universidad de Alicante, presidente de la Comisión coordinadora de las pruebas de acceso a la Universidad
GUILLERMO BERNABEU PASTOR. Director del Secretariado de pruebas de acceso a la Universidad
RAQUEL ROYO GARCÍA. Directora del Instituto Figueras Pacheco de Alicante
RAMIRO MUÑOZ HAEDO. Director del Instituto Bahía de Babel de Alicante
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista
LOS ALUMNOS PIDEN IGUALDAD EN LOS CRITERIOS DE LOS PROFESORES QUE CORRIGEN LA SELECTIVIDAD
Mario Pardo, vicerrector y presidente de la Comisión coordinadora de las pruebas de acceso a la Universidad, insistió en su intervención en el carácter no traumático de las mismas «cuya finalidad es ordenar al alumnado» en sus opciones de estudios superiores. «El noventa por ciento de los alumnos superan las pruebas. El año pasado fueron 6.570 los aprobados, de los cuales un 70 por ciento se matriculó en su primera opción y un 13 por ciento en la segunda. Es decir, aunque el problema sigue residiendo en obtener la nota necesaria para entrar en la carrera que se desea, las cifras anteriores prueban que cuatro de cada cinco estudian una de las dos primeras carreras solicitadas», añadió. Los mayores problemas residen en Medicina, por falta de plazas, y en las carreras técnicas, por ser limitado el número de titulaciones.
Pardo, que explicó el funcionamiento de la comisión interuniversitaria para la selectividad en el distrito único de la Comunidad Valenciana, anunció para este año en la provincia de Alicante un total de 16 tribunales de COU y 2 de LOGSE. De las 36 titulaciones existentes en la Universidad de Alicante, 32 tienen plazas limitadas de acceso (numerus clausus).
Primera selección
El director del Secretariado de las pruebas de acceso en la Universidad de Alicante, Guillermo Bernabeu, insistió en su intervención en lo que posteriormente, en el coloquio, sería la mayor preocupación de los asistentes al acto: que los mejor preparados estudien lo que desean. Tras referirse a la selección previa en institutos y colegios -pues sólo el 50 por ciento del alumnado de COU y LOGSE acceden a la selectividad- insistió en extremar que las notas sean lo más justas posibles, al jugarse muchas veces por décimas el acceso a la carrera elegida. «Por eso cada profesor tendrá que corregir un máximo de 200 exámenes, con unos criterios específicos de corrección que son conocidos por los centros educativos. El último día de las pruebas, el 19 de julio por la tarde, tras la prueba que se ha puesto para descargar las dos jornadas de exámenes del 17 y 18 de junio, cada uno de los 19 coordinadores de materias insistirán con los correctores en esos criterios de uniformidad a la hora de valorar el examen de cada aspirante», dijo.
La directora del Instituto Figueras Pacheco, Raquel Royo, centró sus palabras en los alumnos de la reforma, anunciando que en este mes de marzo se están reuniendo los profesores especialistas, que pondrán los exámenes, con los profesores de los distintos centros LOGSE. «Los alumnos y los padres deben estar tranquilo, porque las pruebas responden al tipo de estudios de la reforma. Con la experiencia que ya tenemos podemos decir que los resultados de estos alumnos que ya están en la Universidad son satisfactorios, porque son más autónomos en sus estudios», añadió.
Ramiro Muñoz, director del Instituto Babía de Babel, examinó las razones de este instrumento de selección. «La mayor presencia de la mujer en los estudios superiores, la incorporación a la Universidad de carreras que antes no lo eran, el fracaso de la Formación Profesional y la contracción del mercado laboral han hecho que la demanda sea superior a una oferta costreñida por la falta de recursos económicos».