Mesa redonda
Entrada libre
ORGANIZA: UPUA (Universidad Permanente Universidad de Alicante). Vicerrectorado de Extensión Universitaria.
INTERVIENEN:
BERNABÉ SARABIA HEYDRICH. Asesor de la Secretaría de Estado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
RAFAEL PINEDA SORIA. Coordinador General del Plan Gerontológico Nacional del IMSERSO.
ESTHER MARTÍN LÓPEZ-BERDINOS. Jefe del Servicio de Formación Especializada del IMSERSO.
JOSÉ Mª ARNAY PUERTA. Secretario de la Comisión Nacional de Programas Universitarios para Mayores.
CONCEPCIÓN BRU RONDA. Directora de la Universidad Permanente Universidad de Alicante.
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista.
ESTUDIOS CON PROYECCIÓN
PINO ALBEROLA
Analizar los programas universitarios para mayores y abordar modelos marco que lleven a la homologación de los mismos. Con estos objetivos básicos la Universidad de Alicante acoge desde ayer y hasta el miércoles el VI Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores.
Hasta 400 personas implicadas en programas tanto nacionales como internacionales se darán cita en este encuentro que ayer fue inaugurado en el Paraninfo de la Universidad de Alicante. El acto contó con la presencia del rector de la Universidad de Alicante, Salvador Ordóñez, la directora de la Universidad de la Experiencia, Concepción Bru, el director General de Universidades, Salvador Forner, el conseller de Bienestar Social, Rafael Blasco, el concejal de Cultura, Pedro Romero y la jefa del Servicio de Formación del Imserso, Esther Martín. Según puso de manifiesto la directora de la Universidad de la Experiencia y coordinadora del encuentro, Concepción Bru, en los últimos años «hemos asistido a un vertiginoso crecimiento de programas para mayores fruto de la creciente sensibilización de las instituciones por el bienestar de estas personas». En la actualidad, según sus datos, «más de 50 universidades españolas desarrollan programas de este tipo», por lo que es necesario aunar esfuerzos para «obtener el reconocimiento institucional y social de estos programas». En este sentido, el futuro de este tipo de estudios es «alagüeño», si las instituciones «continúan apoyándolos».
El concejal de Cultura, Pedro Romero, abogó por la necesidad de buscar «puntos de encuentro comunes» entre Ayuntamiento y Universidad para sacar el máximo rendimiento a este tipo de programas. En este sentido, Romero se refirió a los cursos de Aulas Abiertas, en los que la mayor parte de los 5.000 alumnos son personas mayores. Esta iniciativa, a juicio de Romero, puede ser tenida en cuenta como «complementaria» a los programas universitarios para mayores.
Por su parte, el conseller de Bienestar Social afirmó que las Universidades para Mayores ofrecen nuevas expectativas, «tanto formativas como de ocio» para las personas de la tercera edad que, tras la jubilación, «no tienen porque convertirse en individuos dependientes sino enriquecerse y seguir actuando como personas activas». Blasco ha asegurado que en la Comunidad Valenciana, más de 140.000 personas han participado en los 127 programas de formación impartidos en los centros Especializados de Atención a los Mayores durante el año 2000-2001 «en especial los relativos al manejo de las nuevas tecnologías, programas de salud, así como programas de entrenamiento de memoria».
Por su parte, Salvador Forner defendió el derecho de las personas mayores a mantener su actividad productiva hasta que ellos decidan».
Ponencias y mesa redonda en el Club INFORMACION
Las sesiones de trabajo del VI Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores se desarrollarán en el aulario II y en el Paraninfo de la Universidad de alicante. En este encuentro tomarán parte 400 participantes, entre ponentes nacionales e internacionales. Hoy por la tarde, a las 20 horas, el Club INFORMACION acogerá una mesa redonda sobre «Los programas para mayores en España: retos y oportunidades», en la que intervendrán Bernabé Sarabia, asesor de la Secretaría de Estado del Ministerio de Educación, Rafael Pineda, coordinador general del Plan Gerontológico Nacional del Imserso, Esther Martín, jefe del Servicio de Formación Especializada del Imserso, José María Arnay, secretario de la Comisión Nacional de Programas Universitarios para Mayores y Concepción Bru, directora de la Universidad Permanente de la Universidad de Alicante.
RECLAMAN CONSOLIDAR LOS ESTUDIOS PARA MAYORES AL MARGEN DE CAMBIOS POLÍTICOS
VICTORIA BUENO
Que los programas universitarios para mayores son un germen que precisan consolidarse al margen de «veleidades políticas», a tenor del empuje demográfico que implica una mayor esperanza de vida; que hacen falta recursos tanto materiales como humanos para atender las inquietudes sobre la ampliación del conocimiento y el saber de los mayores; y que estos estudios deberían integrarse con normalidad en el resto del sistema educativo, fueron algunas de las conclusiones que aportaron en el Club INFORMACION los cinco ponentes que esta semana debatieron sobre los retos y oportunidades de los programas universitarios para mayores.
A la directora de la Universidad Permanente de la Universidad de Alicante, Concha Bru, se debe la primera de las reflexiones. Advirtió que estos programas cubren actualmente una demanda que irá en aumento «con pronósticos inquietantes», porque son ya «800 los que lo cursan en Alicante». Y añadió que «aunque nacieron espontáneamente por necesidades tanto sociales como demográficas, queremos consolidar los programas al margen de veleidades políticas, que se traduzca en una formación sólida y respaldada por las instituciones educativas».
El secretario de la Comisión Nacional de programas universitarios para mayores, José Arnay, calificó la presencia de los mayores como «revulsivo para la universidad», al poner en «entredicho una cierta artrosis en sus estructuras que hay que corregir. La Universidad tendrá que cambiar en un sentido amplio para convertirse al conocimiento y la cultura, y no limitarse a formar profesionales o titulados».
Entre los datos que aportó destacan los 20.000 mayores que estudian en las universidades españolas «lo que demuestra cambios profundos, a los que hay que adelantarse». También apreció que la presencia de los mayores en los campus no hace más que cumplir un «mandato constitucional», porque la educación no puede quedar «limitada por la edad», y que se están «sentando las bases» del futuro de la universidad española.
Esther Marín, la jefa del servicio de formación de especialidades del IMSERSO, expresó la intención de la institución de seguir apoyando «programas innovadores, con sentido social y de ámbito estatal», además de citar su disposición a una «evaluación» de los existentes. Recordó que desde el 90 se han firmado convenios con las universidades para desarrollar los programas para mayores, y que existe una guía con 43 programas que se imparten en 64 sedes de 38 universidades en 30 provincias.
La intervención del coordinador del Plan Gerontológico Nacional del Ministerio de Trabajo, Rafael Pineda, giró en torno a las conclusiones de la primera asamblea sobre el envejecimiento celebrada hace ya 20 años, respecto a que los mayores no pueden tener un mundo sólo para ellos, sino que deben formar parte activa de las instituciones. Recordó la política social de marginación en que se instaló a los mayores a través de un «paternalismo asistencialista», y abogó por la «política social del entretenimiento» para evitar «institucionalizar la marginalidad» y procurar «un envejecimiento activo en la sociedad». En este sentido hizo alusión a la Constitución en su artículo 9.2 sobre la integración y participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, política y social». Concluyó apostando por un reconocimiento hacia la aportación de los mayores y por favorecer su formación.
El sociólogo y asesor de la secretaría de Estado del Ministerio de Educación, Bernabé Sarabia, comenzó mostrando su asombro por la cantidad de tiempo que ha llevado organizar los programas para mayores, a pesar de que, como subrayó, «en España se vive mucho y necen pocos niños desde siempre». Como ejemplo se retrotrajo al siglo XVI «en comparación a las naciones vecinas».
Por otra parte y tras admitir que «el Ministerio de Educación atraviesa épocas turbulentas» aseveró que «no deja de interesarnos la educación para mayores». Apuntó la necesidad de diseñar «un sistema educativo flexible porque se trata de engarzar la educación para toda la vida», y que por lo mismo «los programas para mayores formen parte del sistema educativo común».
Los asistentes al coloquio mostraron su interés por la ampliación de sedes universitarias para que los programas lleguen a todos los pueblos, y también dieron a conocer experiencias similares en otras provincias españolas.