Mesa redonda
Entrada libre
INTERVIENEN:
ALFONSO GONZÁLEZ MATEOS. Psiquiatra. Presidente de la Asociación Española de Neurosiquiatría en el País Valenciano.
JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ MONGE. Representante de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales.
MARÍA EUTROPIA SALINAS. Trabajadora Social.
MANUEL GIRÓN GIMÉNEZ. Psiquiatra. Profesor de la Universidad Miguel Hernández.
MODERA:
JOSÉ MARÍA PEREA. Periodista.
LOS SERVICIOS DE LA SALUD MENTAL A DEBATE
La situación de los servicios de salud mental es el tema de la mesa redonda que esta tarde, a partir de las ocho, se celebra en el salón de actos del Club INFORMACIÓN con la participación de profesionales de la psiquiatría, una trabajadora social y un representante de la Asociación de Enfermos Mentales.
Recientemente se creó en Alicante la Plataforma por la Mejora de los Servicios Públicos de Salud Mental, promotora del acto de esta tarde, ante la falta de normalización y las carencias de medios en la atención tanto social como sanitaria de los enfermos mentales y sus familias. La Plataforma en su presentación en el Área de Salud 16-18 L?Alacantí cifró en casi ochenta mil los ciudadanos que carecen de Unidad de Salud Mental con un equipo de profesionales completo para cubrir las necesidades de este tipo de enfermedades. La asistencia es libre y al término de las intervenciones se abrirá un coloquio.
PSIQUIATRAS Y FAMILIARES DE ENFERMOS MENTALES TACHAN LA REFORMA DE FRACASO
R. A. FRAILE
La Reforma Psiquiátrica en España se inicia formalmente en 1986 a raíz de la promulgación de la Ley General de Sanidad pero pese a los quince años transcurridos poco o nada ha cambiado para mejorar la asistencia a los enfermos mentales y muy especialmente en la Comunidad Valenciana, que hoy por hoy es «la autonomía que menos recursos destina para salud mental», frente al «derroche» de dinero público que llega a proyectos de ocio como Terra Mítica, según se puso de manifiesto durante la mesa redonda que celebró el lunes el Club INFORMACION sobre «Servicios de la Salud Mental».
Para Alfonso González Mateos, psiquiatra y presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría de la Comunidad Valenciana, de poco ha servido que la Ley reconozca que la atención a los enfermos mentales es una prestación más del sistema público de salud. En su opinión el actual Plan de Salud Mental de la Generalitat es un «fracaso» porque no cuenta con «filosofía asistencial, es defectuoso técnicamente y no asegura los recursos que promete, sencillamente porque carece de los medios de financiación necesarios». Pero lo más «doloroso» para este experto es el resultado de la pretendida reforma que ha consistido básicamente en sacar a los enfermos mentales de los psiquiátricos para denominarlos «nuevos crónicos» y dejarlos a cargo casi exclusivamente de sus familiares.
La mil veces anunciada rehabilitación del enfermo mental para su posterior reinserción son a juicio de los agentes afectados «papel mojado».
Quienes han sufrido y sufren con mayor crudeza los sucesivos fracasos de la reforma psiquiátrica y las carencias existentes son los familiares de estos enfermos. José María Sánchez Monge, representante de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales de Alicante, criticó duramente la falta de participación de las familias en la elaboración y desarrollo de estos proyectos pese a ser quienes «vivimos con el enfermo y podemos sugerir algunos caminos a la Administración». En este punto reclamó la creación de una Comisión que evalúe los procesos del Plan Director de Salud Mental. A su juicio, no sólo se necesitan más recursos sino que los que haya sean de calidad.
La trabajadora social María Eutropía Salinas, con amplia experiencia en el tratamiento de enfermos mentales, explicó que es improbable que se consigan grandes avances en la reforma psiquiátrica si se sigue considerando a ésta como la «hermana pobre de la reforma sanitaria».
Dijo que sólo en las unidades de salud mental que gestiona la Diputación Provincial los equipos de asistencia de las Unidades de Salud Mental están completos, algo que no ocurre en los gestionados por la Conselleria de Bienestar Social a los que calificó de «pseudoequipos».
Para Salinas es imposible que se produzca un abordaje bio-psico-social para tratar al enfermo mental si persiste una mentalidad tradicional de médicos y enfermeros. «Se produce así una medicalización de la asistencia en vez de buscar respuesta a las necesidades de pacientes y familiares defendiendo actuaciones a nivel psicológico, psiquiátrico y social».
Las carencias expuestas han movido a asociaciones de familiares, psiquiatras y sindicatos a crear la Plataforma por la Mejora de los Servicios Públicos de Salud Mental.
UN PROYECTO CON INSUFICIENCIAS «MUY GRAVES»
«El Plan de Salud Mental tiene insuficiencias muy graves porque no se basa en las necesidades, no describe los recursos, no tiene financiación y no ha sido consensuado». Así comenzó su exposición Manuel Girón Giménez, psiquiatra y profesor de la Universidad Miguel Hernández, para quien los 320 trabajadores que asisten a los 6.000 enfermos mentales de la provincia de Alicante distan mucho de ser la cobertura necesaria.
Girón, que desgranó su trabajo «Más allá del Plan de Salud Mental», criticó además la falta de formación del personal, la desconexión entre las consellerias de Sanidad y Bienestar Social implicadas en esta materia, la falta de servicios terapéuticos y dificultades para acceder.
Alrededor de 80.000 personas de la Comunidad Valenciana no tienen acceso a las Unidades de Salud Mental lo que «quiebra el derecho de equidad». Girón expuso que «resulta sorprendente y chocante» que las zonas menos ricas tengan más enfermos mentales y menos cobertura.
A preguntas del público Girón reconoció que se investiga poco en salud mental «porque los fondos no fluyen».