Entrada libre
INTERVIENE:
ÓSCAR VICENTE VENTURA. Psicoanalista, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis
«El estado del bienestar es una máquina de fabricar deprimidos»
Los años de formación y su dilatada experiencia como psicólogo clínico le dan autoridad para preguntarse si todos somos depresivos y cuestionar las paradojas del estado del bienestar, tema de la conferencia que pronuncia esta tarde y en la que expondrá los contrasentidos de un estado ideado para lo contrario de lo que está proyectando. «El estado de bienestar produce en el campo de la salud mental
el retorno de muchas patologías mentales que hasta ahora habían estado restringidas a lo psicopatológico. Estamos asistiendo a una gran pandemia, a una gran epidemia de anorexia, de bulimia, de crisis de pánico, de violencia de género, de toxicomanías, de trastornosbipolares… y, como estrella, de depresiones. La OMS pronostica que para 2020 la depresión va a estar por encima de las enfermedades
cardiovasculares, que un 20% de los habitantes de este planeta van a padecerla», afirma Ventura. En su opinión, «se ha producido una fusión entre política, ciencia y economía, una especie de índice de la felicidad, del bien para todos. Se piensa que la felicidad puede ser algo medible. Se busca homogeneizarla. Esto tiene retorno y por eso el estado de bienestar, entre otras muchas cosas, es una máquina de fabricar deprimidos. Es un fenómeno curioso que el bienestar produzca tanto malestar en los sujetos». Las posibles soluciones, según el diagnóstico que hace de este problema, pasan por «entender la felicidad no desde el lado de la homogeneidad. Se trata de no imponer criterios de belleza, de salud, éticos, estéticos… imperativos que de alguna manera fuerzan al sujeto a someterse a los ideales. En el terreno de la estética la anorexia es un ejemplo muy claro de esta tendencia», explica. «Cuando más abundantes son las posesiones mayor es el vacío, pero para el estado del bienestar nada es superfluo. Todo es necesario. Esa es la paradoja. Se trata pues de saber desconectarse de lo que cada uno considere innecesario. En la medida en que el sujeto toma conciencia de otro tipo de dimensión, donde se puede vivir de un modo distinto, cambiará su perspectiva», asevera.
Inmersos como estamos en plena crisis, este profesional, miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, mantiene que «la recesión económica, más que tristeza, causa inquietud porque amenaza con una pérdida de goce, de dejar de hacer cosas que se venían realizando. Es un buen momento de replantearse un cambio de vida, por eso es positivo que los sujetos del estado del bienestar pasen de
cuando en cuando por el estropajo de la economía. Es la oportunidad de plantearse la vida sin la dinámica del consumo aunque no se puede obviar que estas situaciones se convierten en angustia para los que menos tienen porque no sólo es amenazado el consumo sino la supervivencia básica»
Acto doblado al Lenguaje de Signos Español